CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- El Río Laja para la ciudad celayense ha tenido su importancia a nivel agrícola, ya que gran parte de sus aguas regaban gran parte de las sierras, también era punto de reunión para las familias y era el punto final del trayecto de algunos de los tranvías que iban hasta las riberas del río y regresaban al centro, indicó el Cronista Municipal, Fernando Amate Zúñiga.
Comentó que el río representó para el progreso de Celaya y desde el punto de vista histórico un afluente sumamente importante. Recordó que anteriormente era llamado Río San Miguel, que en el siglo XVI presentaba muchos problemas para los celayenses, tanto para el camino de tierra adentro de la plata, porque llevaba una gran corriente de agua y provocaba grandes inundaciones, por lo que se vio la necesidad de construir un puente sobre él.
En la actualidad el río dejó de tener el gran afluente de agua cuando se construyó la Presa Allende, aunque en el Celaya contemporáneo, el desbordamiento del río en algunas ocasiones sigue siendo un acuífero importante pero ya no como lo fue en el pasado. Por otra parte, en cuanto al Puente Tresguerras, antes conocido por algunos como el Puente de los Tepalcates, afortunadamente fue rescatado arquitectónicamente y es una obra de ornatos muy apreciables para los celayensesFernando Amate Zúñiga
Explicó que en 1809 el arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras entró a un concurso para la construcción del puente sobre el Río de La Laja, y desde que la construcción estuvo finalizada, las familias se reunían, hacían día de campo y verbena en el río cada 15 de agosto, donde además nadaban en las aguas y pescaban.
Comentó que actualmente el Instituto de Arte y Cultura de Celaya rescató la tradición y lo movió al Parque Bicentenario prescindiendo del Río, fortaleciéndose desde hace aproximadamente 15 años con actividades culturales, presentaciones artísticas, expo venta artesanal y gastronómica de la región Laja-Bajío.
Destacó que este 15 de agosto se conmemorarán los 210 años de la construcción del Puente Tresguerras, pero los festejos se realizarán el domingo 18 de agosto de 11:00 a 20:00 horas con entrada gratuita, a fin de que vaya más gente.
El Río Laja ha sido testigo de manera contratada de hechos agradables y violentos.
Por otro lado, el Río Laja, es parte de la identidad del municipio de Celaya y ha sido testigo de manera contrastada de innumerables momentos agradables, así como de hechos violentos, ya que se han vivido desde asaltos que se cometían desde la época medieval, pasando por la tradición de la Romería, donde las familias se reunían cada 15 de agosto, hasta llegar a la actualidad en la que las aguas del río han sido causa de dos fuertes inundaciones en los últimos 70 años, además de silencioso testigo de la ola de violencia que azota actualmente al municipio.
Por un lado, la región donde se encuentra el Río Laja desde la Época Medieval ha sido atacado por los asaltantes que frecuentaban el camino, por tal motivo, hubo la necesidad de construir el Puente Tresguerras como una forma de defensa para el acceso a fortificaciones salvando el foso perimetral y rematando con la puerta de acceso, según lo describe el arquitecto Javier Ramírez Sámano, en el capítulo III Elementos Arquitectónicos en la edición conmemorativa del arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras, ‘Ser Puente y Río’.
Posteriormente, al concluir con los trabajos de construcción del Puente, para evitar a los delincuentes, se comenzó con la tradición de la Romería, donde históricamente las familias se reunían cada 15 de agosto a partir de 1809.
El arquitecto continúa explicando que las autoridades municipales, estatales, federales y los ciudadanos no se han apropiado del Puente Tresguerras, ya que la historia ha indicado que se ha abusado sin límite de este, comenzando con el vandalismo de los grafiteros y los habitantes de las cercanías o comunidades con la tala de vegetación.
De igual forma, en los últimos 70 años se han registrado dos fuertes inundaciones; la primera en 1973 en donde pasó por el río 473 metros cúbicos por segundo, después en 2018 la segunda gran inundación en la que 220 metros cúbicos por segundo pasaron por el río, casando grandes desastres y pérdidas económicas.
Por otra parte, desgraciadamente las aguas del Río Laja han sido testigos de la violencia que existe actualmente en la ciudad, ya que ha resguardado entre las aguas y la maleza más de 10 cadáveres, los cuales provocan un daño a la ecología del lugar.
Esto debido a que las partes orgánicas de los cuerpos propician la formación de gusanos, desprendimiento de malos olores, de sustancias solubles que contienen gérmenes patógenos, así como líquidos y fluidos corporales que produce un cuerpo en descomposición, los cuales corren por las aguas o se concentran en la vegetación del lugar, que pueden ser consumidas por animales e incluso ser utilizadas para actividades del ser humano.
