CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- En Celaya son ocho menores quienes desde hace un año están en lista de espera para ser adoptados. Van de los ocho a los 17 años de edad y sus posibilidades de integrarse a una familia se reducen, sobre todo porque quienes desean adoptar un niño, buscan a menores de tres años.
Yesenia Bojórquez Robles, procuradora auxiliar en materia de asistencia social, explicó que para que se dé un mejor resultado en cuanto la adopción depende en su mayoría de los padres o persona que adopta, ya que la idea de adoptar sólo a un bebé o un menor es porque se cree que al ser un menor de más años, pudo aprender malas mañanas con la familia con la que vivía anteriormente.
Hasta el momento, la edad del menor es la que define qué tan rápido o que poco probable es que sea adoptado. En el caso de Celaya, aunque las cuatro niñas y cuatro niños, de los cuales uno tiene una discapacidad y los otros oscilan de los 8 a los 17 años, estén liberados, disminuye la posibilidad de ser adoptados por su edad y condición.
De manera contraria, los niños que tienen de 3 meses a 4 años, sólo tardan un máximo de 2 meses, ya que de acuerdo al certificado de unidad que se otorga a las familias solicitantes, ya se tiene contemplada una cantidad considerable para este rango de edad.
Asimismo, el tiempo desde que las familias asisten a realizar los trámites necesarios hasta que tienen las valoraciones sociales y psicológicas, son un tiempo aproximado de 40 días a más tardar dos meses.
Posteriormente se hacen acreedores al certificado de idoneidad que tiene una vigencia de 2 años, en donde en este lapso se identifican a los menores liberados a nivel estatal; de lo contrario de no encontrar en este lapso de tiempo un niño, se tendrá que renovar este certificado.
Agregó la encargada de despacho que “para el estado de Guanajuato no ha sido primordial que las personas deben de cumplir con un determinado rango de ingreso, lo que le interesa al estado es tener la certeza que ese niño va a poder tener una familia y las herramientas suficientes para poderlo proteger, dotarlo de cuidado y amor que no tuvo en un primer momento”.
Al llegar a la edad de 17 años, si los jóvenes deciden ingresar al nivel superior se les apoyará, o si desean adquieren un oficio se les apoya en cuanto a una renta en una casa de huéspedes para que no queden a la deriva y sin ayuda; por otro lado los niños que están en el rango de menores posibilidades de ser adoptados hablan con ellos y les platican sobre el proceso por el que están pasado para que en todos momento conozcan su historia de vida.
Concluyó Bojórquez Robles que los niños ya están marcados por constantes duelos en su vida, por lo que aunque sean niños de una edad más grande siempre están listos para dar amor en sus nuevas familias o personas adoptar.