IRAPUATO, GTO. (OEM-Informex).- Familiares y amigos de las cuatro mujeres trans y el hombre gay que fallecieron tras un accidente automovilístico en avenida 5 de Febrero, se reunieron en distintos lugares para velar los restos y recordar su vida.
Aunque algunas familias decidieron mantener los velorios a puerta cerrada, dos de las familias abrieron sus puertas a más personas, pues poco fue el espacio para que todas las personas que les estimaban acudieran a despedirse.
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Tal fue el caso de Juan Morado, conocida como Melany Fox, quien a sus 32 años ya se había hecho una carrera como estilista y, por ello, la comunidad LGBTQ+ la apreciaba por su trato amable, y su gran trabajo como cultora de belleza, además de ser conocida por su talento como cantante e imitadora, lo cual era su segunda fuente de ingresos al actuar en fiestas, bares y otros eventos.
Sus restos permanecieron en la calle Primo Verdad, donde vive su madrina, pues él mismo dijo antes de su muerte que ese quería que fuera el lugar a donde acudieran a darle el último adiós.
A un lado de su féretro colocaron su neceser de maquillaje en el que llevaba todo lo necesario para caracterizarse como distintas artistas durante sus shows, además de una gorra cubierta de brillos.
Melany era quien llevaba el sustento al hogar con su mamá, que ahora además del dolor de haberla perdido, tiene que enfrentar el gasto que los trámites y paquetes funerarios entre otras cosas, le van a representar.
“A veces mi mamá iba a acompañarle a sus eventos, ese día le tocó estar conmigo si no, no sé qué hubiera pasado”, comentó Patricio, hermano mayor de Melany.
Velan a Pepa entre dolor
Otra de las historias que llegaron a su fin el pasado domingo es la de José Martín Álvarez Trujillo, de 28 años, también conocido en la ciudad por su carrera en el mundo de la belleza, ya que se dedicaba eso desde que cumplió la mayoría de edad.
José, también conocido como “La Pepa”, fue velado en la calle Santa Margarita, donde tenía su establecimiento.
Al lugar llegaron decenas de personas, ninguna vestida de negro, pues familiares decidieron incluso cambiar los moños de luto por unos color blanco y recordarle con alegría, que era lo que le caracterizaba.
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En la calle colocaron sillas para que amigos pudieran llegar y orar por su eterno descanso, y aunque trataron de permanecer sonrientes como La Pepa siempre lo pidió, algunas lágrimas se escaparon al estar sus seres amados cerca de su última fotografía, la cual fue ampliada y puesta al centro del salón.
Las seis familias de las personas fallecidas, aún se encuentran a la espera de la justicia, sin que les sea informado aún de qué forma se va a proceder legalmente con el presunto responsable del accidente que dejó afectadas a tantas vidas. / Con información de Fernanda Garduño García
