IRAPUATO, GTO. (OEM Informex).- A un día de ocurrida la matanza de ocho jóvenes al interior de una vivienda ,en la colonia Santa María, donde todo ocurrió, lo que reina es el silencio y la zozobra.
Por la mañana, como cada día, comenzaron a pasar los vendedores, quienes se enteraron de lo ocurrido y veían con curiosidad y un dejo de miedo la fachada de la vivienda donde todo sucedió.
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Aunque los habitantes de la zona se mostraban herméticos, era inevitable lanzar un comentario a modo de susurro cuando caminaban por la calle de terracería.
“Ahí se ve sangre todavía, mira”, le dijo María a su nieta Consuelo, cuando iban a comprar bolillo para desayunar.
En la vivienda no había nada fuera de su lugar. En otras escenas del crimen, familiares de las víctimas colocan alguna ofrenda, una veladora o algo para mantener la creencia de que el alma debe tener algún acompañamiento; afuera de la casa que está a medio construir y en donde asesinaron a siete hombres y una mujer, la mayoría jóvenes, no hubo ni veladoras ni nada. Ni las cintas con que la policía acordonó el área estaban completas, pues el aire se encargó de llevárselas unas cuadras más adelante, hasta los charcos de lodo que se formaron justo en la esquina de la calle Santa Carolina y Santa Mónica.
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Algunos comentaron que los ocupantes de la vivienda tenían reuniones seguido, la mayoría de ellos adolescentes y adultos jóvenes, inclusive indicaron que no tenía mucho que habían ocupado la vivienda y poco antes, al menos uno de los asesinados, fue visto habitando otra propiedad metros adelante sobre la misma calle Santa Carolina.
"Asistían chavos a tomar y divertirse, de los muertos luego luego reconocimos a dos", comentó un habitante de la zona quien prefirió quedarse en el anonimato.
En calles aledañas se registró la presencia de agentes de la Fiscalía General del Estado, quienes todavía se encuentran recabando datos para integrar a la carpeta de investigación del multihomicidio. Pero al igual que los habitantes de la colonia, todo lo llevaron a cabo en silencio, sin comentar nada, sin hablar de más.
