A tres días de que las autoridades de Durango informaran sobre la detención de tres presuntos implicados en la crisis sanitaria de meningitis micótica que se registra en la entidad a consecuencia de una mala práctica médica, los familiares de pacientes que han perdido la vida por esta causa y quienes aún luchan por su vida, salieron a las calles para manifestarse bajo la consigna “justicia para ellas”.

Fue en punto de las 16:30 que el contingente quienes en su mayoría vestían playeras blancas con la leyenda “Justicia para las víctimas de meningitis” arribaron al lugar pactado en la convocatoria, lo hicieron cargando el duelo que conlleva la pérdida de su ser querido, como el señor Diego León Contreras, padre de Martha Esmeralda, quien falleció el pasado lunes 6 de febrero luego de dos meses de permanecer hospitalizada en el Hospital General 450 con el diagnóstico de meningitis.

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Ella fue intervenida quirúrgicamente en el Hospital del Parque, lugar de donde provienen la mayoría de los casos y el cual se tiene considerado como el foco de contagio del hongo que se esparció a los tres nosocomios que hoy mantienen 79 diagnósticos positivos, más mil 800 sospechosos.

El pasado martes, mientras se daba a conocer la detención de dos exfuncionarios públicos y un anestesiólogo, se informó sobre las diversas anomalías encontradas en los cuatro hospitales que presentaron casos positivos, situación que de acuerdo con Valeria Martínez, se advirtió desde el 2021 cuando su abuela fue víctima de negligencia médica en el Hospital del Parque.

Hace un año y 10 meses la abuela de Valeria ingresó al dicho nosocomio donde la operaron por un problema en uno de sus hombros, según explica ella no se encontraba en condiciones médicas óptimas para esta cirugía, esto aunado a las ambiente insalubre en el que se observó el lugar empezando por las batas de los pacientes sucias, por lo que siempre temieron lo peor.

“Tal vez nuestro caso es distinto a lo que se ha presentado en los últimos meses, pero es triste que más víctimas perdieran la vida, sin que se actuara a tiempo”, dice con la voz entrecortada al recordar que su abuela tenía varios de los síntomas que se comentan hoy pues llegó a convulsionar, mareos, fiebre; mismos que comenzaron a ser atendidos en otra clínica en donde finalmente perdió la vida a causa de una bacteria que se alojó en su cerebro.

Impotentes por la situación comenzaron a hacer denuncias públicas a través de las redes sociales del hospital en cuestión, comentarios que fueron eliminados de la plataforma. Ahora al conocer la situación de meningitis que se presenta desde octubre del año pasado, surgieron nuevamente las dudas de la muerte de su ser querido, “¿quizás el problema comenzó mucho tiempo atrás?”, “¿cuántas muertes más pudieron presentarse que no sabemos?”, comentó preocupada.

Hoy Valeria y su familia marcharon junto a amigos y familiares de otras 35 personas que desafortunadamente han perdido la vida en un periodo de poco más de tres meses desde que comenzaron a conocerse los primeros casos de meningitis micótica y que hoy mantiene a otras 44 en una preocupación constante de no saber si su destino será el mismo.

Como América Nataly Nevárez López, una de las 79 pacientes con diagnóstico positivo a meningitis quien acudió a la marcha en una silla de ruedas que era empujada por su esposo, esto debido a que el 6 de julio pasado parió en la clínica Dickava, 20 días después comenzó con fuertes dolores de cabeza que iban desde la columna, hasta la cabeza y debilidad en las piernas que la dejaron sin poder caminar.

Permaneció internada en el Hospital General 450 cerca de dos meses de donde salió hace poco luego de recibir una pre-alta médica, aunque continúa con tratamiento. Sin embargo la movilidad en sus piernas no ha regresado, por lo que teme que su condición empeore.

Cuenta que mientras se encontraba hospitalizada, compartía cuarto con Nancy, quien perdió la vida el pasado 9 de enero.

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Entre pancartas y reclamos de justicia, el grupo llegó a la Plaza de Armas y frente a la Catedral Basílica menor hicieron un pequeño acto para recordar a sus hijas, hermanas, esposas, madres; a quienes hoy lloran.

Publicado originalmente en El Sol de Durango