/ lunes 25 de julio de 2022

Del Servicio y Buen Trato Aéreo

El Tráfico de pasajeros en el Aeropuerto Internacional del Bajío de enero a junio de 2022 fue de 809.2 millones esto de acuerdo a información proporcionada por el Grupo Aeroportuario del Pacífico, la administradora del aeropuerto de Guanajuato. En esta ocasión me gustaría compartirles mi experiencia de últimos días sobre el Aeropuerto Internacional del Bajío y la aerolínea Volaris.

El servicio de transporte es el inicio y fin de un viaje, y responsable en gran medida de lo placentero o desagradable que pueda ser, pero que pasa cuando alguno de los servicios contratados falla, sin duda las vacaciones se ven afectadas y comienza el efecto domino.

Realice un viaje la semana pasada, cabe destacar que la planeación se llevó a cabo con meses de anticipación, compra de boletos de avión, reserva de hotel, transportación por tierra, en fin, todo lo necesario para tan ansiados días. Dado que los guanajuatenses únicamente contamos con un aeropuerto en el estado, fue necesario el traslado al Aeropuerto Internacional del Bajío. Al llegar como es de esperarse por las fechas, las filas para documentar eran bastante largas, duré 45 minutos en el proceso de documentación, en el cual me pude percatar de un gran número de personas de la tercera edad que estaban de pie a la espera de ser atendidos, sin tener opción a una silla o fila preferente. Después me dirigí al punto de inspección, fue muy fluido el ingreso y las personas que atienden bastante amables. Una vez que comienzo a buscar la sala para abordar, he de decir que quede impactada de la cantidad de gente, mientras fui caminando pude ver gente parada o sentada en el piso, dado que no se contaba con suficientes lugares para todos los que estábamos en espera de tomar un vuelo, fue vergonzoso como guanajuatense ver que no se le pueda brindar un asiento al turismo nacional e internacional. El aeropuerto presume que realizó los estudios pertinentes y con base en éstos se definió el realizar ampliaciones, mejorar el equipamiento y los servicios destinados a los usuarios, los cuales definitivamente no están dando los resultados esperados o no fueron realizados de manera correcta, el número de gente que se encontraba de pie rebasaba por mucho la disponibilidad de lugares, sin dejar de mencionar, que se cuenta con mínimas opciones de restaurantes para sentarse a espera un vuelo.

Una vez que me encontraba en espera de abordar el vuelo, nos notifican que éste presenta una demora de aproximadamente una hora, sabemos que ya es un estándar de las aerolíneas en México, si bien ya contamos con una regulación que establece los derechos a favor del pasajero, las aerolíneas no se hacen responsables cuando es por causas meteorológicas, al menos esta fue la explicación que se nos dio, “… la ciudad de la que proviene el avión cuenta con mal tiempo…”, lo que quise corroborar ingresando a la información del clima en la ciudad de la que provenía el vuelo, misma que decía que era un día soleado.

Después de una hora sin tener respuesta, algunas personas decidimos salir nuevamente al mostrador para saber la situación del vuelo, en donde se nos indica que probablemente salga en dos horas más, inicialmente su salida era a las 14:16 horas y ahora saldría a las 17:50, vuelo que finalmente salió a las 23:50 horas, casi 12 horas de demora, si bien la aerolínea tiene la responsabilidad de agrupar a los pasajeros y proporcionarles una explicación de forma directa y a todos al mismo tiempo esto nunca sucedió. Es indignante la falta de respeto al usuario, se entiende que el personal de la aerolínea no es culpable, pero si es su responsabilidad proporcionar información al pasajero y buscar la forma de ser más empáticos ante esta situación.

Debo mencionar que la aerolínea en ningún momento proporcionó alimentos o descuentos como se indica en las leyes de Aviación Civil y Federal de Protección al Consumidor, mismas que establecen los derechos a favor del pasajero, (les comparto la información al final del artículo), no fue entregado el voucher o cupón para alimentos de acuerdo a las políticas de esta aerolínea, en la que los montos van de $50.00 y $100.00 pesos, una hamburguesa y refresco en el aeropuerto del Bajío tienen un costo aproximado de $300.00, tan solo una botella de agua de 600 mililitros cuesta $30.00.

Es inadmisible que las aerolíneas y aeropuertos no tengan un respeto por sus consumidores. Quienes pierden reservaciones de transportación, vuelos de conexión, hoteles en el mejor de los casos, pero cuántos tienen alguna urgencia que atender. Habría que tener mejores regulaciones que realmente los obligue a cumplir con los derechos del pasajero, contar con un aeropuerto a la altura de su afluencia, queremos un estado próspero, es necesario trabajar en proveer servicios de mejor calidad.

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/478014/CONOCE_TUS_DERECHOS_AL_VIAJAR_EN_AVION.pdf

Lilyat55@gmail.com

Facebook: Liliana Arredondo

El Tráfico de pasajeros en el Aeropuerto Internacional del Bajío de enero a junio de 2022 fue de 809.2 millones esto de acuerdo a información proporcionada por el Grupo Aeroportuario del Pacífico, la administradora del aeropuerto de Guanajuato. En esta ocasión me gustaría compartirles mi experiencia de últimos días sobre el Aeropuerto Internacional del Bajío y la aerolínea Volaris.

El servicio de transporte es el inicio y fin de un viaje, y responsable en gran medida de lo placentero o desagradable que pueda ser, pero que pasa cuando alguno de los servicios contratados falla, sin duda las vacaciones se ven afectadas y comienza el efecto domino.

Realice un viaje la semana pasada, cabe destacar que la planeación se llevó a cabo con meses de anticipación, compra de boletos de avión, reserva de hotel, transportación por tierra, en fin, todo lo necesario para tan ansiados días. Dado que los guanajuatenses únicamente contamos con un aeropuerto en el estado, fue necesario el traslado al Aeropuerto Internacional del Bajío. Al llegar como es de esperarse por las fechas, las filas para documentar eran bastante largas, duré 45 minutos en el proceso de documentación, en el cual me pude percatar de un gran número de personas de la tercera edad que estaban de pie a la espera de ser atendidos, sin tener opción a una silla o fila preferente. Después me dirigí al punto de inspección, fue muy fluido el ingreso y las personas que atienden bastante amables. Una vez que comienzo a buscar la sala para abordar, he de decir que quede impactada de la cantidad de gente, mientras fui caminando pude ver gente parada o sentada en el piso, dado que no se contaba con suficientes lugares para todos los que estábamos en espera de tomar un vuelo, fue vergonzoso como guanajuatense ver que no se le pueda brindar un asiento al turismo nacional e internacional. El aeropuerto presume que realizó los estudios pertinentes y con base en éstos se definió el realizar ampliaciones, mejorar el equipamiento y los servicios destinados a los usuarios, los cuales definitivamente no están dando los resultados esperados o no fueron realizados de manera correcta, el número de gente que se encontraba de pie rebasaba por mucho la disponibilidad de lugares, sin dejar de mencionar, que se cuenta con mínimas opciones de restaurantes para sentarse a espera un vuelo.

Una vez que me encontraba en espera de abordar el vuelo, nos notifican que éste presenta una demora de aproximadamente una hora, sabemos que ya es un estándar de las aerolíneas en México, si bien ya contamos con una regulación que establece los derechos a favor del pasajero, las aerolíneas no se hacen responsables cuando es por causas meteorológicas, al menos esta fue la explicación que se nos dio, “… la ciudad de la que proviene el avión cuenta con mal tiempo…”, lo que quise corroborar ingresando a la información del clima en la ciudad de la que provenía el vuelo, misma que decía que era un día soleado.

Después de una hora sin tener respuesta, algunas personas decidimos salir nuevamente al mostrador para saber la situación del vuelo, en donde se nos indica que probablemente salga en dos horas más, inicialmente su salida era a las 14:16 horas y ahora saldría a las 17:50, vuelo que finalmente salió a las 23:50 horas, casi 12 horas de demora, si bien la aerolínea tiene la responsabilidad de agrupar a los pasajeros y proporcionarles una explicación de forma directa y a todos al mismo tiempo esto nunca sucedió. Es indignante la falta de respeto al usuario, se entiende que el personal de la aerolínea no es culpable, pero si es su responsabilidad proporcionar información al pasajero y buscar la forma de ser más empáticos ante esta situación.

Debo mencionar que la aerolínea en ningún momento proporcionó alimentos o descuentos como se indica en las leyes de Aviación Civil y Federal de Protección al Consumidor, mismas que establecen los derechos a favor del pasajero, (les comparto la información al final del artículo), no fue entregado el voucher o cupón para alimentos de acuerdo a las políticas de esta aerolínea, en la que los montos van de $50.00 y $100.00 pesos, una hamburguesa y refresco en el aeropuerto del Bajío tienen un costo aproximado de $300.00, tan solo una botella de agua de 600 mililitros cuesta $30.00.

Es inadmisible que las aerolíneas y aeropuertos no tengan un respeto por sus consumidores. Quienes pierden reservaciones de transportación, vuelos de conexión, hoteles en el mejor de los casos, pero cuántos tienen alguna urgencia que atender. Habría que tener mejores regulaciones que realmente los obligue a cumplir con los derechos del pasajero, contar con un aeropuerto a la altura de su afluencia, queremos un estado próspero, es necesario trabajar en proveer servicios de mejor calidad.

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