/ miércoles 13 de septiembre de 2023

Hugo Y Los Visitadores

Groenlandia es una nación constitutiva del Reino de Dinamarca, considerada la mayor isla del planeta y con una superficie libre de hielo mayor a la de Japón; sin embargo, tiene una población de solamente 60 mil habitantes, con una densidad poblacional de 0,136 hab./km.

Muy baja si consideramos su superficie habitable y sin hielo en verano. EU y la OTAN la necesitan así, ya que han instalado ahí sus bases nucleares más cercanas a las ciudades rusas por el Polo Norte.

En 1968, un bombardero estadounidense se estrelló con cuatro bombas de hidrógeno B28FI en la base aérea de Thule, en Groenlandia, ocasionando contaminación radioactiva y la pérdida de una de las bombas termonucleares que jamás se recuperó. No existe mucha información al respecto ya que continúa clasificada, pero la revista Times, en su edición de marzo 2009, la calificó como uno de los peores desastres nucleares con graves consecuencias diplomáticas, ya que estaban proscritas las armas nucleares en las inmediaciones de Groenlandia.

Pero eso no fue ningún impedimento para los dueños de la baraja: EU desplazó a la población local para establecer más de 33 bases militares en aquel territorio helado, que hace poco Trump llamó como el negocio inmobiliario más rentable en los próximos años gracias a los deshielos por las altas temperaturas que amenazan con derretir los casquetes polares y que permitirán en unos años la extracción de minerales estratégicos en sectores punteros como el de las telecomunicaciones o el automovilístico, pero también el de las energías renovables.

Todo por la escasa densidad de población nativa que es aprovechada por el capitalismo más voraz.

Durante la Guerra de la Triple Alianza, provocada por intrigas inglesas en América del Sur, Paraguay perdió al 90% de su población masculina. Hubo un verdadero desastre demográfico, ya que se estima que de 1,300,000 habitantes que había previos al conflicto, solo sobrevivieron 300 mil, la mayoría mujeres, niñas y ancianas, ya que hasta los niños fueron asesinados en el que es considerado por muchos el primer genocidio de la historia moderna. La demografía y la economía paraguaya se mantuvieron estancadas hasta inicios del siglo XX que comenzó la migración de europeos y países vecinos. Al momento actual, Paraguay continúa siendo un país con pocos habitantes y su densidad de población es de 15,02 hab/km2, la tercera más baja de América después de Bolivia y Canadá. Jamás se recuperaron de esa guerra.

La razón de los desastres demográficos los explica el informe “NSSM200”. Sugiero darle una revisada a la que se creyó una teoría conspiracionista hasta que se desclasificó Hoy, el conflicto del Dombás, entre Rusia y Ucrania, está produciendo un desastre demográfico similar al que sufrió Paraguay hace más de 150 años, ahora en Ucrania en pleno siglo XXI, con la extinción de la población masculina. Por eso, en cuanto acabe el conflicto, habrá que repoblar lo que quede de Ucrania, y tal vez de Rusia también.

Habiendo leído, “Pantaleón y las visitadoras” de Vargas Llosa, se me ocurre llevar a un grupo de visitadores por las riberas del Dniéper, y el Danubio en misión humanitaria para llenar otra vez las guarderías y los kindergarden de chamacos.

Si la OTAN y EU envían armas y mercenarios, no veo el porqué no enviar desde México otra legión extranjera de latín lovers para ayudar a las eslavas a repoblar aquellas tierras que la guerra ocasionada por occidente ha dejado yermas.

Yo haría el sacrificio.

Claro, eso solo si los Estados Unidos y Reino Unido dejaran de ser los dueños del planeta.


Groenlandia es una nación constitutiva del Reino de Dinamarca, considerada la mayor isla del planeta y con una superficie libre de hielo mayor a la de Japón; sin embargo, tiene una población de solamente 60 mil habitantes, con una densidad poblacional de 0,136 hab./km.

Muy baja si consideramos su superficie habitable y sin hielo en verano. EU y la OTAN la necesitan así, ya que han instalado ahí sus bases nucleares más cercanas a las ciudades rusas por el Polo Norte.

En 1968, un bombardero estadounidense se estrelló con cuatro bombas de hidrógeno B28FI en la base aérea de Thule, en Groenlandia, ocasionando contaminación radioactiva y la pérdida de una de las bombas termonucleares que jamás se recuperó. No existe mucha información al respecto ya que continúa clasificada, pero la revista Times, en su edición de marzo 2009, la calificó como uno de los peores desastres nucleares con graves consecuencias diplomáticas, ya que estaban proscritas las armas nucleares en las inmediaciones de Groenlandia.

Pero eso no fue ningún impedimento para los dueños de la baraja: EU desplazó a la población local para establecer más de 33 bases militares en aquel territorio helado, que hace poco Trump llamó como el negocio inmobiliario más rentable en los próximos años gracias a los deshielos por las altas temperaturas que amenazan con derretir los casquetes polares y que permitirán en unos años la extracción de minerales estratégicos en sectores punteros como el de las telecomunicaciones o el automovilístico, pero también el de las energías renovables.

Todo por la escasa densidad de población nativa que es aprovechada por el capitalismo más voraz.

Durante la Guerra de la Triple Alianza, provocada por intrigas inglesas en América del Sur, Paraguay perdió al 90% de su población masculina. Hubo un verdadero desastre demográfico, ya que se estima que de 1,300,000 habitantes que había previos al conflicto, solo sobrevivieron 300 mil, la mayoría mujeres, niñas y ancianas, ya que hasta los niños fueron asesinados en el que es considerado por muchos el primer genocidio de la historia moderna. La demografía y la economía paraguaya se mantuvieron estancadas hasta inicios del siglo XX que comenzó la migración de europeos y países vecinos. Al momento actual, Paraguay continúa siendo un país con pocos habitantes y su densidad de población es de 15,02 hab/km2, la tercera más baja de América después de Bolivia y Canadá. Jamás se recuperaron de esa guerra.

La razón de los desastres demográficos los explica el informe “NSSM200”. Sugiero darle una revisada a la que se creyó una teoría conspiracionista hasta que se desclasificó Hoy, el conflicto del Dombás, entre Rusia y Ucrania, está produciendo un desastre demográfico similar al que sufrió Paraguay hace más de 150 años, ahora en Ucrania en pleno siglo XXI, con la extinción de la población masculina. Por eso, en cuanto acabe el conflicto, habrá que repoblar lo que quede de Ucrania, y tal vez de Rusia también.

Habiendo leído, “Pantaleón y las visitadoras” de Vargas Llosa, se me ocurre llevar a un grupo de visitadores por las riberas del Dniéper, y el Danubio en misión humanitaria para llenar otra vez las guarderías y los kindergarden de chamacos.

Si la OTAN y EU envían armas y mercenarios, no veo el porqué no enviar desde México otra legión extranjera de latín lovers para ayudar a las eslavas a repoblar aquellas tierras que la guerra ocasionada por occidente ha dejado yermas.

Yo haría el sacrificio.

Claro, eso solo si los Estados Unidos y Reino Unido dejaran de ser los dueños del planeta.