En días pasados el presidente emitió un comunicado dirigido al Parlamento Europeo, en respuesta a la resolución emitida por el mismo, en la que condena a México sobre la violencia que viven los periodistas, llamándolos injerencistas, borregos y desinformados. Carta que no solo fue escrita con un carente nivel de redacción y falta de sintaxis, además denota la ausencia de política exterior del presente sexenio.
La carta elimina a todas luces la diplomacia del actual gobierno, quien visiblemente desconoce que México en 1997 firmó un acuerdo de cooperación económica con Europa, y como parte del mismo, existe una cláusula democrática aprobada por el Senado y la Cámara, en donde en ese momento el presidente del PRD era Andrés Manuel López Obrador. Acuerdo que permite que el Parlamento Europeo pueda tener pronunciamientos en diversos temas del país, mismos que incluye la situación de inseguridad que viven los periodistas y la poca libertad de prensa.
Lamentablemente nos muestra la escasa cultura diplomática y de política exterior actual del país, siendo un reflejo de la política interior; no olvidemos que la diplomacia es el instrumento a través del cual un Estado lleva a cabo su política exterior y mediante la que se proyectan los intereses nacionales.
No obstante, lo más grave no es la carta, ni la falta de diplomacia, es la violencia que se vive en el país, y el Parlamento Europeo no es el único que ha advertido sobre ello, también hace un llamado Michelle Bachelet, de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien habló referente a lo alarmante que es la violencia para quienes trabajan en los medios en México.
Los periodistas llevan varios sexenios que han visto dañada su seguridad al llevar a cabo su profesión, empero este año únicamente en el primer trimestre ya son 8 los que han fallecido, es indiscutible que el ejercicio del periodismo hoy representa un peligro para quienes lo ejerzan, no solo por la violencia, sino también el uso ilegítimo del poder público por parte del presidente quien en semanas pasadas reveló información sobre supuestos ingresos percibidos por el periodista Carlos Loret de Mola, violando la protección de los datos personales y el secreto fiscal al que todo mexicano tiente derecho, y principalmente poniéndolo en riesgo. Es indudable que lejos de proporcionarles seguridad, los pone en una situación vulnerable, convirtiéndolos en un blanco fácil para el crimen organizado, dejándolos totalmente desprotegidos. Es una realidad que el actual gobierno que no ha cumplido con la ciudadanía en proporcionar la seguridad necesaria para que desarrollen su profesión con la libertad que correspondería y con ello siendo violentados sus derechos humanos.
Lejos de críticas y discusiones, lo imperante será que el gobierno les otorgue el apoyo y la protección que requieren para que puedan seguir llevando a cabo su labor de forma segura y con ello la protección de sus derechos humanos.
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