En días pasados tuve la necesidad de acompañar a un adulto mayor al Instituto Nacional Electoral de la localidad, con la finalidad de realizar la renovación de su credencial. Fue muy grato el servicio brindado por el personal de este organismo público; ya que en diversas ocasiones estos trámites suelen ser muy cansados, largos y tediosos.
Desde la llegada a las instalaciones, es importante mencionar que cuenta con rampa de acceso que, si bien en la mayoría de las dependencias existe, no siempre está en condiciones óptimas. El recibimiento por parte del personal fue bastante bueno, al percatarse inmediatamente del adulto mayor se acercaron para apoyarnos en el ingreso, así como en su comodidad. Al mencionar que teníamos cita nos hicieron la aclaración que para los adultos mayores no es necesario tener cita, lo cual es significativo, ya que ellos dependen de que alguien en la mayoría de los casos, que pueda llevarlos y acompañarlos.
El proceso fue relativamente sencillo, con el propósito de que tanto un adulto mayor u otra persona sin importar su estado o capacidad diferente pueda realizar el trámite necesario, sin dejar de mencionar que las indicaciones y apoyo del personal en todo momento fue notable.
Resulta reconfortante saber que México va avanzando en una cultura de apoyo al adulto mayor, ya que indudablemente todos vamos para allá, donde se les cuida y se les proporciona atención y buen servicio. Cuando un organismo ofrece un servicio de excelencia y calidad, mejora la interacción que tiene con el ciudadano.
El contar con la credencial de elector hoy es una necesidad, puesto que es el documento que cuenta con mayor importancia en el país en términos de identificación, ejercer el voto y como realizar los trámites necesarios en nuestro día a día. Cuántas veces no queremos acudir a realizar un trámite de esta índole por las filas largas, tiempo de espera y mala atención del personal, lo que, en esta ocasión, por el contrario, sorprende el esfuerzo que realizan para mejorar la calidad de servicio y la atención al usuario.
En México, habría que progresar en la cultura organizacional de los Servicios Públicos en general, igualmente que la noción de los esfuerzos en materia de mejoramiento, especialmente para los usuarios, en donde los colaboradores se vean recompensados monetariamente a través de sus sueldos, funcionado como un incentivo en su conducta.
Es relevante destacar que medir la satisfacción del usuario periódicamente, permite realizar mejoras que beneficien a la sociedad en general. Esto implica un cambio en la cultura del servicio en los Organismos Públicos, en donde el principal beneficiario es el usuario. Algo más que aplaudir y reconocer al INE.
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