Es un tema que sin lugar a dudas desde la antigüedad ha presentado ciertos problemas derivado que el ser humano siempre ha estado en constante tránsito al buscar mejores oportunidades laborales, económicas y de vida en general. En muchos de los casos emigran huyendo de persecuciones, conflictos, terrorismo o violaciones y abusos a sus derechos humanos.
En particular el caso de los migrantes haitianos que se encuentran varados en nuestro país, es el resultado de dos grandes terremotos, diversos huracanes, inestabilidad política y económica, violencia en las calles y el reciente asesinato del presidente Jovenel Moïse, efectos que han obstaculizado cualquier proyecto de desarrollo nacional y multinacional. “…La ONU estima que casi 4 millones de haitianos, de cerca de 11.5 millones, padecen inseguridad alimentaria. Un quinto de la población, cerca de dos millones de personas, se ha visto forzado a emigrar…”
Situación que actualmente afecta nuestro país superando los índices de migración. En el país se registró la llegada de 147,000 indocumentados entre los meses de enero y agosto, Estados Unidos reporta que fueron detenidos un aproximado de 212,000 migrantes solo en el mes de julio, barrera que ha sido superada por primera vez en 21 años.
Lo interesante es ¿qué va a suceder?, es evidente que México no está preparado como ya lo han expresado alcaldes de ciudades fronterizas para dar asilo a la cantidad de migrantes que albergan en nuestro país, en varios estados y particularmente en Ciudad Acuña, Coahuila; que si bien entendemos que migran por necesidad y en busca del “sueño americano”, pone al país en una situación de emergencia, siendo ya un país con graves problemas de pobreza, falta de servicios básicos y por si fuera poco una pandemia que ha impactado de forma negativa la economía en general. Lo más grave del asunto, es el riesgo que representa para los migrantes al vivir en condiciones precarias, sin comida, sin servicios básicos y subsistiendo con lo que México ha podido ofrecer mediante organizaciones altruistas que se han acercado con diferentes apoyos como alimentos y servicios médicos, mismo que han sido insuficientes.
Y aunque el presidente Biden a prometió ser más “humano” hacia los migrantes y aquellos en busca de asilo a diferencia de Donald Trump, su administración ha tratado de desincentivar a los migrantes de cruzar la frontera en numerosas ocasiones, y mantenido la activación por parte de su predecesor del conocido como Título 42, una excepción en la ley de salud del país, que permite restringir la entrada de extranjeros por vía terrestre por motivos sanitarios. Por lo que la frontera está cerrada para actividades no esenciales y eso incluye a los solicitantes de asilo o refugio.
Si bien el gobierno mexicano ha realizado varios intentos en los últimos días para que entre ambos países busquen una solución; el gobierno de Joe Biden mantiene su dureza ante su política de migración, misma que ha sido muy criticada por la poca tolerancia, en donde los derechos humanos se han visto violados dando un trato en ocasiones violento.
Las crisis humanitarias como la que se vive hoy en la frontera de México y Estados Unidos, conllevan siempre situaciones de emergencia, provocando que los países “deban” tener una capacidad de respuesta suficiente para hacerle frente, evitando así el sufrimiento y la condición de vulnerabilidad de miles de migrantes expuestos a condiciones de hambre, pobreza, enfermedades y en algunos de los casos a violencia por parte de autoridades. Es un trabajo que requiere de un compromiso político de las naciones y la comunidad internacional, no de un solo país.
Emigrar es desaparecer para después renacer, inmigrante es renacer para no desaparecer nunca más. Zami Ñair.
Fuente: https://www.gob.mx/inm/prensa/identifica-inm-147-mil-33-personas-migrantes-en-condicion-
irregular-en-mexico-de-enero-a-agosto-2021?idiom=es
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