/ martes 21 de noviembre de 2023

No’ Más Pasaba A Saludarlos…

La conferencia de los obispos mexicanos se realiza dos veces al año, independientemente de las reuniones que suelen tener las comisiones, los encargos especiales, las “dimensiones” y el comité de presidencia, desde luego que me refiero a los obispos católicos de nuestro país.

No es una organización de reciente creación, en dicha conferencia participan los obispos en funciones de sus jurisdicciones eclesiásticas y también participan los que han dejado estas responsabilidades y acuden en su carácter de eméritos.

Las agendas de estos encuentros suelen ser preparadas con suficiente antelación y generalmente con seguimientos, dependiendo del asunto, que pueden durar años.

Me permito este largo cometario, sin ser experto, solo para dar contexto a la visita del presidente López a la reciente participación dentro de la conferencia.

No anunció su participación con algún tema en concreto, a unos meses de terminar su mandato bien se podría interpretar como una visita de despedida, ante la inminencia del término de su mandato y después de que no tuvo interés en recibirlos cuando los obispos le buscaban para compartirle, precisamente los contenidos de las reuniones, que son materia de esta colaboración, igual que trataron de hablar con él para manifestarle su visión sobre los problemas que vive el país.

Por los trascendidos en los medios de comunicación es sabido que los intentos de los obispos por entrevistarse con el presidente han pasado por escenarios frustrantes… el presidente cree que si le concede unos minutos al nuncio (el representante del Papa en nuestro país) ya estarían suficientemente atendidos.

El hecho es que el presidente se anunció que estaría con el pleno de la conferencia de los Obispos mexicanos y así se presentó, sin agenda, como si fuera una visita de cortesía, tres obispos fueron los que tuvieron el uso de la voz para informarle de las tareas que la jerarquía de la Iglesia Católica promueve, forma, comunica a todo el pueblo de Dios, especialmente a los católicos.

Especialmente se abordó el tema relacionado con el extraordinario esfuerzo de convocatoria, actividades y concientización, urgencia, preocupación por promover La Paz entre los mexicanos, sin importar diferencia social alguna.

El obispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, presidente de la conferencia de obispos mexicanos fue concreto en responderle a los medios de comunicación que habían hablado tres de ellos, de los más de cien que se reúnen, y le informaron del trabajo que promueven y dirigen: Diálogos por La Paz.

Precisamente preocupados del deterioro en la convivencia social de todos los mexicanos; en el contexto de un sexenio que será recordado como el de mayor índice de crímenes dolosos en la historia de nuestro país, donde se ha hecho la mayor inversión en movilidad de personal uniformado y se han tenido los resultados más cuestionados de la historia moderna del país.

El presidente decidió sacar de los cuarteles a todo el personal uniformado, les ha comisionado manejar todas las labores de inteligencia, controlan toda la información sobre la acción de los delincuentes en el país y se tiene los peores resultados.

Aunque parece que al presidente no le importan los resultados, da la impresión que solo está cumpliendo los acuerdos que tuvo con los líderes de los delincuentes, ningún indicador en materia de seguridad ha mejorado, todos los reportes dan razón de que no ha servido tener a los militares en tareas de seguridad, a raíz de la crisis en el estado de Guerrero, tenemos que agregar que es personal uniformado de quien también hay que cuidarse, lo habíamos visto desde hace mucho tiempo, en general a los mexicanos nos cuesta trabajo aceptar que también esa área del poder ejecutivo esté involucrada en acciones delincuenciales.

La realidad es que al presidente no le importa en tema de La Paz entre los mexicanos, lo diga quien lo diga, así es que, como fue por quinta vez a Badiraguato... a supervisar las obras de la misma carretera podría volver a una reunión con los obispos de México … lo que cada quien quiera entender. Solo pasó a saludarlos.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.

José Gerardo Mosqueda Martínez, Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato

gmg@gerardomosqueda.com.mx

La conferencia de los obispos mexicanos se realiza dos veces al año, independientemente de las reuniones que suelen tener las comisiones, los encargos especiales, las “dimensiones” y el comité de presidencia, desde luego que me refiero a los obispos católicos de nuestro país.

No es una organización de reciente creación, en dicha conferencia participan los obispos en funciones de sus jurisdicciones eclesiásticas y también participan los que han dejado estas responsabilidades y acuden en su carácter de eméritos.

Las agendas de estos encuentros suelen ser preparadas con suficiente antelación y generalmente con seguimientos, dependiendo del asunto, que pueden durar años.

Me permito este largo cometario, sin ser experto, solo para dar contexto a la visita del presidente López a la reciente participación dentro de la conferencia.

No anunció su participación con algún tema en concreto, a unos meses de terminar su mandato bien se podría interpretar como una visita de despedida, ante la inminencia del término de su mandato y después de que no tuvo interés en recibirlos cuando los obispos le buscaban para compartirle, precisamente los contenidos de las reuniones, que son materia de esta colaboración, igual que trataron de hablar con él para manifestarle su visión sobre los problemas que vive el país.

Por los trascendidos en los medios de comunicación es sabido que los intentos de los obispos por entrevistarse con el presidente han pasado por escenarios frustrantes… el presidente cree que si le concede unos minutos al nuncio (el representante del Papa en nuestro país) ya estarían suficientemente atendidos.

El hecho es que el presidente se anunció que estaría con el pleno de la conferencia de los Obispos mexicanos y así se presentó, sin agenda, como si fuera una visita de cortesía, tres obispos fueron los que tuvieron el uso de la voz para informarle de las tareas que la jerarquía de la Iglesia Católica promueve, forma, comunica a todo el pueblo de Dios, especialmente a los católicos.

Especialmente se abordó el tema relacionado con el extraordinario esfuerzo de convocatoria, actividades y concientización, urgencia, preocupación por promover La Paz entre los mexicanos, sin importar diferencia social alguna.

El obispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, presidente de la conferencia de obispos mexicanos fue concreto en responderle a los medios de comunicación que habían hablado tres de ellos, de los más de cien que se reúnen, y le informaron del trabajo que promueven y dirigen: Diálogos por La Paz.

Precisamente preocupados del deterioro en la convivencia social de todos los mexicanos; en el contexto de un sexenio que será recordado como el de mayor índice de crímenes dolosos en la historia de nuestro país, donde se ha hecho la mayor inversión en movilidad de personal uniformado y se han tenido los resultados más cuestionados de la historia moderna del país.

El presidente decidió sacar de los cuarteles a todo el personal uniformado, les ha comisionado manejar todas las labores de inteligencia, controlan toda la información sobre la acción de los delincuentes en el país y se tiene los peores resultados.

Aunque parece que al presidente no le importan los resultados, da la impresión que solo está cumpliendo los acuerdos que tuvo con los líderes de los delincuentes, ningún indicador en materia de seguridad ha mejorado, todos los reportes dan razón de que no ha servido tener a los militares en tareas de seguridad, a raíz de la crisis en el estado de Guerrero, tenemos que agregar que es personal uniformado de quien también hay que cuidarse, lo habíamos visto desde hace mucho tiempo, en general a los mexicanos nos cuesta trabajo aceptar que también esa área del poder ejecutivo esté involucrada en acciones delincuenciales.

La realidad es que al presidente no le importa en tema de La Paz entre los mexicanos, lo diga quien lo diga, así es que, como fue por quinta vez a Badiraguato... a supervisar las obras de la misma carretera podría volver a una reunión con los obispos de México … lo que cada quien quiera entender. Solo pasó a saludarlos.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.

José Gerardo Mosqueda Martínez, Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato

gmg@gerardomosqueda.com.mx

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