CELAYA, Gto. – (OEM-Informex). - La juventud no limita la creatividad o la inspiración, ni la imaginación y mucho menos la curiosidad, más bien es una etapa ideal para alimentar el ingenio y comenzar a ser disciplinado.

Priscila Beltrán de Alba, hija de Imelda De Alba Rabago dedicada a la enseñanza de artes plásticas y de Eduardo Beltrán empleado de una concesionaria automotriz de la ciudad, es candidata a Licenciada en Lenguas y Literatura en modalidad en línea por el Instituto Universitario de Puebla, pero es a la vez, una escritora activa. Ella es originaria de Veracruz, pero hace diez años reside en Celaya, por cuestiones laborales de su padre.

Desde edad temprana sintió el gusto por los libros y en una ocasión redactó un cuento como actividad escolar, convirtiéndose en el parteaguas para desarrollar una de sus más grandes pasiones: escribir.

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A partir de ahí, Priscila comenzó a escribir otros cuentos, ensayos y poesía, incluso participó en algunos concursos en los que obtuvo muy buenos resultados, como en el realizado por una cadena de comida rápida que convocó a los participantes a nivel estatal, en el que entregó su trabajo y obtuvo el primero lugar en Guanajuato.

Los títulos de aventura siempre han sido de su agrado por lo que cuando tiene oportunidad agrega uno a su colección.

Un factor que ha sido determinante para su desarrollo como escritora, es el hábito de la lectura, ya que ella, comenta que tiene la capacidad de leer un libro completo en tres días por lo que, sin problemas, al año lee en promedio de ocho a diez libros, lo que sin duda abona en el aspecto académico y en su ambición como autora literaria.

Priscila relata que, al ser una chica muy tímida, decidió escribir para sacar sus sentimientos, hasta que poco a poco fue desarrollando otro tipo de trabajos, pero sin permitir que nadie los leyera. Fue por petición de su abuela materna, que decidió dar a conocer dos de sus novelas a través de una plataforma de internet, en donde ha tenido muy buen aceptación y respuesta.

Los libros que ya están en la plataforma wattpad son “Viviendo con mi mejor amiga”, que cuenta con treinta y dos capítulos, y que a la fecha ha sido leído por cuarenta y dos mil personas; el otro texto lleva por nombre “Ya me cansé de llorar”, de veintisiete capítulos y es acerca de lo que le ocurre en el día a día a una amiga, esta obra la han leído siete mil personas.

La joven escritora mencionó que todas sus obras están basadas en hechos que le han ocurrido a ella, a sus familiares o amigos, porque tal como lo menciona su mamá, “todas las personas tienen historias muy interesantes”.

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En la actualidad Priscila se encuentra escribiendo una novela sobre la vida de su bisabuela materna, y espera que este proyecto se vea concretado en una versión impresa. Para este trabajo, la principal fuente de información es un tío, quien le ofreció darle las bases de la historia y le aconsejó que ella complementara el texto con ideas propias.

Priscila dice que su tío le ha pedido este libro y ella lo quiere terminar como un regalo para él; además de que considera que la historia de su antepasada es interesante, pues fue una mujer que desafió algunas “normas” de su época, como el simple hecho de utilizar pantalón, cuando esta prenda era sólo para los hombres.

Con la realización de este libro quiere demostrar de lo que es capaz y lo que su familia representa. Al momento la obra se encuentra en borrador y posteriormente arreglará detalles. Al desarrollo del texto contribuyen también más miembros de la familia, cada quien compartiendo particularidades y dándole todavía más forma.

Mientras que con sus trabajos publicado en internet, logró atraer la mirada de escritores reconocidos que forman parte de la comunidad wattpad, quienes invitaron a Priscila a integrarse a un grupo de WhatsApp donde se discuten los libros publicados y fue en ese grupo donde Andrea Smith, escritora española, le hiciera muy buenos comentarios de su libro “Ya me cansé de llorar”, motivo que le llenó de sorpresa, ya que Priscila aprecia mucho el trabajo de Andrea y no pensaba que alguien de tan lejos iba a leer su obra.

El consejo que Priscila da a los jóvenes para interesarse por la lectura es que “no juzguen un libro por si lo van a disfrutar o no, sino denle la oportunidad al autor de expresar lo que piensa y siente. Y que no tengan miedo de que alguien vea lo que escriben, porque no se trata de guardarse las ideas, porque pensamos que no son interesantes sino de compartirlas”, ya que considera que si alguien no ha sido atrapado por la lectura, es porque no ha encontrado su libro adecuado.