CELAYA, Gto.- En el marco de la festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, se llevó a cabo una convivencia fraterna entre sacerdotes, seminaristas y Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, en las instalaciones del Seminario Diocesano de la Inmaculada Concepción de Celaya.
➡️ Suscríbete a nuestra edición digital
De acuerdo con los seminaristas encargados del evento, todo comenzó a las 9:00 horas con un momento de animación, oración e integración, por parte de los diáconos y los hermanos de inserción. Después se realizó un torneo deportivo de basquetbol y futbol, en el cual jugaron los seminaristas contras los sacerdotes y el obispo.
La nota aquí ➡ ¿Conoces la historia de San Isidro y la Hacienda de Veleros? Aquí te la contamos
Aunque no precisaron cuál fue el marcador final, mencionaron que en el torneo de basquetbol el ganador fue el equipo de los sacerdotes, mientras que, después de dos años de mala racha, el equipo ganador de futbol fue el de los seminaristas. A todos ellos, se les hizo entrega de un reconocimiento por su participación.
Comentaron que los que no participaron en los torneos deportivos realizaron otro tipo de actividades como jugar juegos de mesa, platicar, tomar fotografías, apoyar en la logística de las actividades e incluso algunos decidieron ponerse a cantar o escuchar las canciones de la música ambiente.
Más tarde, se reunieron todos para compartir los alimentos y para escuchar las palabras del rector del seminario, el padre Gilberto Rico Gómez, quien agradeció a todos por su participación y los invitó a ser partícipes a las celebraciones por los 50 años del seminario a celebrarse en septiembre.
Infórmate aquí ➡ Iglesia Católica invita a fieles a votar de manera consciente y razonada [Video]
De igual forma, pidió a los presentes que se siga promoviendo la oración por las vocaciones y agradeció a aquellos que oran por los sacerdotes y por los seminaristas que se encuentran preparándose para ser los futuros presbíteros de la Diócesis de Celaya. También agradeció a todos los bienhechores por su apoyo al seminario y, sobre todo, por su oración a Dios en favor de todo el presbiterio.
