León, Guanauato.- La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en el 2011, el 23 de junio como el primer Día Internacional de las Viudas, con el objetivo de darles un reconocimiento especial, pues millones de mujeres en el mundo sufren de pobreza, aislamiento, violencia, falta de vivienda, enfermedades y discriminación por esta condición.
La pérdida irreparable de un compañero de vida y cabeza de familia es una experiencia dura de afrontar para las mujeres. Al enviudar enfrentan la denegación de sus derechos humanos como el derecho a la herencia, a la tierra; además de que pueden sufrir rituales de sepultura. Muchas de ellas están en riesgo de perder su vida y pueden violentarlas con otras formas de abuso.
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¿Por qué se conmemora?
De acuerdo a las estadísticas se estima que en el mundo hay más de 285 millones de viudas, de las cuales más de 115 millones viven en la pobreza extrema y no solo es una condición que las afecta a ellas, también a los hijos huérfanos menores de edad que en la mayoría de los casos no cuentan con apoyo socio-económico y familiar.
En muchos países, la viudez constituye una institución de baja condición social y se suele limitar los derechos de estas mujeres siguiendo tradiciones que les prohíben heredar, por lo que esta condición las lleva a estar inseguras financieramente y se ven obligadas a buscar trabajos informales, o inclusive llegar a la prostitución para poder sostenerse.
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En otros lugares, la mujer está vinculada a su esposo, de forma que cuando él muere la viuda ya no tiene protagonismo en la sociedad y para adquirir esa relevancia a veces se les obliga a casarse de nuevo con miembros de la familia del marido, muchas veces, en contra de su voluntad.
Empoderar a las viudas y llevarlas al pleno disfrute de sus derechos humanos, les dará la oportunidad de desarrollar una vida después del duelo. No sólo para su propio crecimiento, sino también para ayudar a la protección de sus hijos y frenar un ciclo de pobreza y privaciones.
