CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Centenares de fieles estuvieron presentes en la liturgia eucarística celebrada por el Obispo de la Diócesis de Celaya, en donde destacó la importancia de conocer el mensaje que Dios envía a su pueblo, en donde espera un sí, como María lo hizo, pero sostenido, como la transformación de la situación por la que se atraviesa en la actualidad, lo anterior en el marco de la conmemoración de la festividad de la Santísima Virgen de la Purísima Concepción en el Templo de San Francisco.
“El cambio no se va a dar sin la gracia de Dios, pero sin nuestra correspondencia tampoco; si María nos enseña a actuar sobre las decisiones que tomamos, tenemos que buscar el remedio a los males que tenemos, poniendo la confianza en Dios; pero también tratar de corresponder la confianza que él nos tiene”. Benjamín Castillo Plascencia Obispo de Celaya.
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En esta celebración que es de amor y fervor a la virgen la Purísima Concepción, y que se tuvo una asistencia de niños, adultos, jóvenes y personas de la tercera edad, a la liturgia que se realizó al medio día, en donde la fe a la virgen es la que provoca que personas de los alrededores de la ciudad se trasladen para poderla observar fuera de su camarín.
Por lo tanto después de la bajada de la santísima virgen, a partir del día 6 de diciembre hasta el día de ayer las personas la visitan y agradecen los favores otorgados, tal es el caso de la señora Flor García Hernández, quien explicó que hace un año, tras haber fallecido una hermana quedó a punto de darle una embolia y es que primero le dio una parálisis por la tensión que tuvo en sus músculos, la cual le afectó en la cara, el brazo derecho, y la pierna derecha los tenía sin fuerza y torcidos y el ojo muy inflado con punzadas en la cabeza.
En otro tema:
Por lo que a unos días de recibir tan lamentable noticia, al irse a realizar unos estudios médicos al centro del municipio pasó por el templo de San Francisco, se acercó para ver la imagen, ya que se acercaba su fiesta, la habían bajado; fue a pedirle recuperación y fuerza para continuar en esta vida, ya que que es madre de familia y tiene dos hermanos, uno con parkinson y su hermana tiene muy avanzada la diabetes.
Así que ciegamente pidió por una pronta recuperación, por lo que después de unos días se realizó unos estudios y le dijeron que milagrosamente se estaba recuperando sin necesidad de rehabilitación. Al cabo de dos semanas ya tenía fuerza en sus músculos y está recuperada, algo inesperado según los doctores porque este tipo de parálisis requiere de tiempo y terapias.
En esta celebración los fieles pasan por debajo del manto sólo en la última misa, que se celebra a las 8 de la noche.
