CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- El Barrio de San Juan fue una de la zonas de la ciudad en donde se practicaba el trabajo del campo con la siembra de hortalizas, maíz, frijol y jitomate, entre otros; sin embargo, con el paso de los años, los solares fueron “devorados” por la mancha urbana y en la actualidad es una zona caracterizada por el comercio, principalmente de antojitos mexicanos.
La capilla del barrio, en la que se venera a San Juan Bautista y a la Santa Cruz, se construyó en el siglo XVII, y sus habitantes tomaron como fiesta principal el 24 de junio, día de San Juan, en la que se acostumbraba quemar fuegos pirotécnicos, escuchar música de viento y disfrutar de las danzas de apaches y franceses, explicó el historiador Rafael Soldara Luna.
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Entre las actividades que desempeñaban los vecinos estaba el trabajo en el campo, se sembraban hortalizas, maíz, frijol y jitomate; también había elaboración de pan de trigo entero; los solares que circundaban el barrio ofrecían una alimentación básica en la que se incluía el nopal, las tunas amarillas y la calabaza de castilla.
Hoy en día, en este barrio se puede disfrutar de los antojitos mexicanos como enchiladas, pozoles, tostadas entre otras cosas, con el sabor único de este lugar.
En el Barrio de San Juan habitan alrededor de dos mil 700 personas, en una superficie de 21 hectáreas, la mayoría de su población se encuentra entre los 30 y 40 años de edad, por lo que sólo hay cerca de 400 que superan los 60 años de vida, de acuerdo con datos de MarketDataMexico.
LARGA FIESTA
El párroco Alfredo Picón detalló que la festividad en honor al santo patrono del barrio se lleva a cabo durante cinco meses, en donde en estos días de peregrinación, que comienzan desde febrero, se ofrecen alimentos para todos los devotos de San Juan Bautista.
Las personas que acompañan en estas visitas son de todas las edades y les caracteriza tener el amor al templo y al santo patrono, ya que, dijo el padre, San Juan es un personaje muy importante para la Iglesia, al ser hijo de Isabel, prima de la Virgen María, y Zacarías y es él quien va a preparar el camino para Cristo.
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Agregó que Juan Bautista también fue mártir debido a que le cortaron la cabeza en la cárcel y de esa forma también es precursor de Cristo.
FOMENTAN LA CULTURA
El padre Alfredo resaltó que en el barrio se está impulsando en el ámbito musical a 20 niños, entre los 10 y 15 años de edad, con la finalidad de preparar a los futuros ciudadanos de Celaya con valores, no solamente en la casa o en la escuela.
Además, se inculca el catecismo porque va más allá de la formación religiosa, sino que sea una academia de artes y oficios, en donde se aprenda música algún deporte y a cuidar su cuerpo.
Hasta el momento se han ofrecido talleres de algunas manualidades como la cartonería, en donde ya han tenido algunos reconocimientos, asimismo como la elaboración de la cajeta y el queso, porque es muy importante para cuidar la economía familiar. Para este diciembre ya se consideró un torneo de futbol rápido y un taller de alimentos saludables.
Hace muchos años, los frailes franciscanos salían de San Francisco para enseñar artes y oficios, y no solamente la catequesis, explicó el párroco. Así como también a cuidar su cuerpo, ya que San Juan de Dios fue el primer Hospital de Celaya.
Aseguró que aunque es otra época, es el ideal de la iglesia que se junten para cuidarse, que haya una sinergia en donde cada quien ponga un granito de área para cuidar la vida humana.
Recordó que aunque hace mucho tiempo Celaya era un manjar de recurso naturales, tiene la expectativa de que se pueda recuperar algo de la casa común que es de todos los celayenses esto con reforestación.
Finalizó diciendo que “el templo es muy bonito y se distingue por su historia ancestral que aunque no es grande, porque los templos grandes están en el centro de la ciudad, la vida está en los barrios y los templos que hicieron”.
Con la colaboración de Alejandra García | El Sol del Bajío
