CELAYA, Gto.- La tradición de los carritos alegóricos navideños en Celaya, más allá de un origen religioso, son parte fundamental de la cultura popular de nuestra ciudad, un claro ejemplo de la cohesión social y el fomento de los valores.
Fernando Krissant, coordinador del área de Culturas Populares, contextualizó que la Navidad en Celaya, al igual que en todo el territorio nacional, es una celebración que se remonta al siglo XVI, cuando los europeos comenzaron la colonización en las regiones denominadas Mesoamérica y Aridoamérica.
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“Como parte del proceso de evangelización en las diferentes misiones fueron utilizados diversos elementos para así facilitar la conversión religiosa, tal es el caso de las posadas, las piñatas, los nacimientos vivientes, los nacimientos artesanales y todas las celebraciones litúrgicas relacionada con el nacimiento de Jesús de Nazaret”, explicó.
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Enfatizó que estas acciones dieron como resultado la visión que se tiene en la actualidad de la Natividad en el país y en particular en Celaya.
“A partir del XVI, a la llegada de los europeos en la entonces Villa de la Purísima Concepción de Zalaya, se comienzan a formar las misiones indígenas, en donde se agruparon en diferentes zonas a los pueblos chichimecas y hñahñus (otomíes), esas misiones son actualmente los nueve barrios originarios de la ciudad de Celaya, cada uno con usos y costumbres propios”, detalló.
Manifestó que las órdenes religiosas principalmente agustinos y franciscanos comenzaron a inculcar entre los habitantes de las misiones indígenas las celebraciones navideñas, con ello surgen los carritos de la posada, se trataba de carretones en los cuales se escenificaba el nacimiento de Jesús de Nazaret con la finalidad de evangelizar de una manera muy didáctica.
“Durante nueve días el carretón o carrito alegórico salía del Convento de San Francisco hacia las misiones o nueve barrios comenzando su visita en el Barrio de la Asunción o del Zapote, el carrito alegórico recorría las calles empedradas de los barrios y se acostumbraba a pedir la tradicional posada, de ahí que el carrito alegórico se le denomine el carrito de la posada”, ahondó.
Continuó explicando que a finales del siglo XVIII se comenzaron a sumar otros carritos o carretones ya con temas bíblicos del Nuevo y Antiguo Testamento, las ayudantías de las parroquias de los barrios se reunían con la finalidad de elegir los temas a abordar, el día 24 y 25 de diciembre los nueve carritos alegóricos recorrían las calles del centro de la ciudad.
“En la segunda década del siglo XX, Fray Odorico Peñaflor, superior del Templo de San Francisco, encarga al profesor Salvador Zúñiga Cardona la organización del Tradicional Desfile de Carros Alegóricos Navideños, siendo el profesor Salvador un importante promotor de la cartonería y artista plástico utilizó técnicas artesanales para la recreación de los temas bíblicos”, narró.
Comentó que durante muchos años la tradición continúa, hasta que, estaba a punto de desaparecer, fue así que, a mediados del siglo XX Sarita Montoya, benefactora de la ciudad se convierte en organizadora del desfile, financiando a los nueve barrios de la ciudad para la elaboración de los carritos alegóricos.
“Años más tarde, Sarita Montoya pasa la batuta al maestro Erasmo Romero González, integrante de la Comisión Municipal de Cultura, para que el municipio se haga cargo de dicho desfile; y desde hace 20 años es la Coordinación de Culturas Populares del INSMACC es las que se hace cargo junto con la Diócesis de Celaya y comités de los nueve barrios”, memoró.
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Resaltó que el Instituto de Arte y Cultura de Celaya otorga un apoyo económico a cada uno de los comités para solventar la elaboración, los carritos ahora salen de las antiguas instalaciones de la feria de Navidad hacia el jardín principal de la ciudad cada 25 de diciembre por la noche.
EL PRESENTE
En la actualidad, los Carros Alegóricos Navideños son una de las tradiciones más antiguas de Celaya, y se sigue celebrando la llegada del carrito de la Posada, respetando la ruta original.
Para ello, explicó que el 15 de diciembre, iniciaron con el Barrio de la Asunción o del Zapote; para el 16 de diciembre, Barrio de San Antonio; 17 de diciembre, Barrio de Tierrasnegras; 18 de diciembre, Barrio de Santiaguito; 19 de diciembre, Barrio de Santo Cristo; 20 de diciembre, Barrio de San Miguel, que se caracteriza por el desfile con su tradicional dragón; 21 de diciembre, Barrio de San Juan; 22 de diciembre, Barrio de Tierrablanca; y el 23 de diciembre, Barrio de la Resurrección.
Fernando Krissant, explicó que a la llegada del carrito se realiza una ceremonia litúrgica en la parroquia a cargo de los rectores de los templos, al finalizar el carrito de la posada sale a las calles principales del barrio y regresa al templo en donde se reparten aguinaldos, se reparte el ponche, alimentos tradicionales y rompen las piñatas.
“El día 25 de diciembre todos los barrios realizan un carrito alegórico y participan junto con el carro de la posada en el tradicional desfile, cuya ruta ha cambiado con el paso de los siglos, sin embargo, desde mediados del siglo XX se sigue saliendo de la de las antiguas instalaciones de la feria (Parque Fundadores), recorriendo Boulevard Adolfo López Mateos, avenida Ignacio Allende, El Carmen, Benito Juárez, Miguel Hidalgo finalizando en el Jardín Principal, todos los integrantes de los carritos de los barrios se reúnen en el nacimiento monumental y se arrulla al niño Jesús”, concluyó Fernando Krissant, coordinador del área de Culturas Populares.
