CELAYA, Gto.- Este viernes mientras se llevaba a cabo la Procesión del Silencio, una presunta riña y una crisis nerviosa que sufrió una persona generó caos y confusión entre los asistentes que se congregaban en las diferentes calles del centro de la ciudad para ver este evento religioso-cultural. De acuerdo con el padre José de Jesús Palacios Torres, Vocero de la Diócesis de Celaya, lo ocurrido es un reflejo de que “la gente sí sale, pero sale con temor, sale pero atento y con el caparazón bien puesto para poder defenderse ante lo que pueda suceder”.
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El sacerdote mencionó que cuando se realizan expresiones masivas de toda clase, la gente es más propensa a entrar en este tipo de psicosis en las que se contagian las emociones, tal y como, la alegría, la tristeza o el temor como fue en este caso.
Indicó que la gente sí sale, pero con temor y al salir con temor cualquier cosa que suceda y en la que haya falta de comunicación se interpreta como una agresión, un peligro y un riesgo, esto ocurre, sobre todo, en los que están más lejos.
“Los que están cerca saben que, por ejemplo, lo que ocurrió es una discusión, pero los que están lejos empiezan a interpretar cosas. Considero que también en algo influye el ambiente en el que estamos todos, de temor, de miedo, de siempre andar a la vanguardia, de siempre andar atentos de lo que pueda suceder, a la expectativa”.
Refirió que “fue un problema, dicen algunos, que porque se estaban peleando por la silla, que porque una ya había apartado su lugar desde hace rato y llegó la otra y le reclamó o que si la persona tenía problemas mentales y le entró una crisis, eso ya no lo sabemos, lo que sí, es que estamos expuestos cuando se realizan este tipo de expresiones de forma masivas”.
“Estamos muy susceptibles de dejarnos contagiar por cualquier sentimiento a partir de un hecho y, sobre todo, a lo mejor los que son conscientes son los que están entorno al suceso, por eso saben qué sucedió, pero los que están más lejecitos ya no saben y empiezan con las interpretaciones de que se están peleando, se agarraron a balazos, que hubo no sé qué. A la Casa Pastoral se metieron porque llegó el rumor de que habían puesto una bomba en el Templo del Carmen, son interpretaciones”.
Comentó que desconoce cuál haya sido realmente el problema que se suscitó, sin embargo, considera que es importante rescatar que al final las personas, una vez aclarándose las cosas, se comportó muy bien, mientras que en el caso de los organizadores, vio muy bien el hecho de que hayan continuado con el evento, el cual considera que se realizó con una buena participación.
Las autoridades y los medios de comunicación, dijo, también se comportaron a la altura al aclarar a las personas que lo ocurrido no era grave y podían estar tranquilos. A los ciudadanos les pidió no encerrarse por el miedo, ni a dejarse intimidar por temores fundados o no, sino a caminar con mucho cuidado y siempre atentos.
MENSAJE DE PASCUA
Por otra parte, a nombre del Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, el padre Jesús Palacios invitó a los fieles laicos a vivir las fiestas pascuales con una expresión de alegría y de entusiasmo.
“Que, a partir de Cristo resucitado, que es nuestra luz, nos hagamos presentes como signo de esa luz y también vayamos iluminando las distintas oscuridades y tinieblas que el mundo hoy nos presenta. No hay que atemorizarnos, ni encerrarnos, si somos una lámpara encendida, para qué la queremos adentro de un cuarto encerrada, si somos luz tenemos que manifestarla al mundo con nuestras acciones, con acciones de caridad, justicia y con nuestra participación ciudadana y cristiana”, concluyó el sacerdote.