CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- El gremio empresarial, amigos y familiares se reunieron en el templo del Sagrado Corazón de Jesús para dar el último adiós al ingeniero Uwe Schwarz, quien impulsó tenazmente y siempre con éxito la empresa harinera no sólo de Celaya, sino también de Salamanca y Saltillo, Coahuila.
El ingeniero en procesos de producción de harina, Uwe Schwarz, falleció por la madrugada del pasado miércoles, a los 53 años de edad, dejando a dos hijos, Julen y Sajoa, quienes, junto con la mamá, Ione, así como con amigos y empresarios, estuvieron en la misa de cuerpo presente realizada en el templo del Sagrado Corazón de Jesús.
Uwe Schwaz nació en Dresden, Alemania en 1966, y como molinero de profesión, es contratado desde el viejo continente para llegar a Celaya 1991, con el fin de trabajar en la Harinera, en ese entonces propiedad de la familia Jáuregui, y en la cual logra con sus innovaciones en los procesos de producción fortalecer el producto, pero también la calidad de las harinas para pan, tortillas y pastas que logran un reconocimiento nacional, al grado en que el mercado local se vuelve nacional.
En Celaya empieza a echar raíces profundas al casarse con la joven Ione, con quien tiene dos hijos: Julen y Sajoa.
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Los hijos coincidieron que la principal herencia que les dejó su padre fue la disciplina, la tenacidad, el amor a la vida, la responsabilidad, pero también el saber tener un buen trato hacia toda la gente, como lo mostró con el ejemplo al convivir con los empleados de la empresa.
El joven hijo, Julen, detalló que la herencia que le dejó su padre fue nunca rendirse, entregarse plenamente al trabajo, jamás quedarse atorado en un problema, sino al contrario, ante toda desventura, levantarse con mayor fuerza.
Familiares comentaron que Uwe Schwaz amaba profundamente el país, la forma de ser de los mexicanos, su alimentación, su habla, el vestir, la convivencia, los paisajes, las tradiciones, los edificios, las fiestas populares, por lo que desde un principio adoptó a Celaya como su casa, y Celaya lo adoptó como su hijo.
Explicaron que después de impulsar fuertemente el desarrollo industrial de la empresa harinera ubicada al poniente de la ciudad, fue llamado para aplicar sus conocimientos en la empresa harinera de Saltillo, y al convertirla en una de las primeras del país, después de la de Celaya, también es solicitado en Salamanca, en donde también convirtió la empresa harinera en las mejores del país.
“Fue un ejemplo de trabajo, porque mostró con el ejemplo ser un excelente empleado, un trabajador que no sólo buscaba mejorar los procesos de producción día con día, sino que a la vez tenía un buen trato con sus demás compañeros, con toda la gente que lo quiso siempre”, comentaron familiares.
La esposa e hijos de Uwe Schwarz agradecieron a decenas de personas que los acompañaron durante el velorio, la misa y el cortejo fúnebre, para dar todos juntos, entre oraciones, el último adiós.