CELAYA, Gto.- El mediodía de este viernes se inauguró en el Museo de Historia Regional de Celaya el tradicional Altar de Dolores, con la colaboración de la familia González Salazar, que durante más de 20 años ha mantenido esta notable tradición en el Barrio de Tierras Negras y ahora la comparte con los celayenses en este recinto.
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Para el efecto se cortó el listón simbólico, a cargo del coordinador Rafael Soldara Luna, en representación del director del Instituto Municipal de Arte y Cultura Héctor Gómez de La Cortina y el señor Alberto González, también se dieron reconocimientos a la familia González, y a título póstumo a María Isabel Gaona, la iniciadora.
Se dio a conocer que la tradición del altar de Dolores data del siglo XVII en la Nueva España, cada sexto viernes de cuaresma se prepara un altar dedicado a la Virgen María en su advocación de la Dolorosa, y se realiza con intenciones catequísticas, y también para mitigar el dolor de la Virgen a los pies de la cruz de su hijo.
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Todos los elementos que se colocan en el altar son simbólicos y tienen el propósito de conmover, a través de los sentidos de la vista y el olfato, es por ello que brilla con los tonos dorados, los juegos de color de los vidrios azogados, de las esferas, el aroma de las flores invitando a orar, sentir compasión y ser mejores como personas ante las aflicciones de la Virgen Santísima.
Los distintos altares de Dolores que se montan en las casas y espacios públicos reflejan una expresión propia de los feligreses, y para esta ocasión en el museo de Celaya Historia Regional, “Alberto González nos comparte su larga tradición familiar de colocar sus propios altares monumentales desde hace más de 20 años, tradición que comenzó la matriarca María Isabel Gaona, en el barrio de Tierras negras y que continúa a día de hoy gracias a la familia González Salazar, que cada año siguen participando para compartirlo con vecinos y amigos regalando agua y nieve y ahora compartiéndolo con toda la ciudadanía”.
Rafael Soldara describió que “Nos da mucho gusto participar de esta de esta tradición, integrando la propuesta junto con las de la Casa de la Cultura y del centro cultural Casa del Diezmo; el altar de dolores encontramos diversos elementos, desde un primer momento se coloca en la parte central un Cristo y a un lado la imagen de la Virgen de los Dolores, que puede ser en estampa, pintura o escultura y muestra a María atravesada por los dolores, simbolizados por dagas o espadas”.
“También puede ser bajo la vocación de la Virgen de la Soledad, la Virgen de La Piedad o la Virgen de las Angustias, así mismo los vasos con agua simbolizan las lágrimas de la virgen, hay que mencionar además que el agua es vida es símbolo de la vida de Dios, de manera que se preparan diversos sabores de agua, un claro ejemplo es el agua blanca de horchata que significa la pureza de la Virgen, el agua verde de limón, que alude al dolor, puesto que es ácida y también a la esperanza de María en la Resurrección, el agua de naranja o de melón que hace referencia al atardecer del Calvario durante la Crucifixión y el agua roja de sandía o de Jamaica, que hace alusión a la sangre derramada por Cristo para redimir a la humanidad, en algunos otros lugares en vez de agua se proporciona nieve”.
“Otros elementos que encontramos en el altar son las velas, se colocan seis en cera escamada, teniendo como significado despistar a los soldados que perseguían a Jesús, pues creyendo que se trataba de un incendio real, se detenían dando tiempo a Jesús de escapar y no ser aprendido, esto se sentía al toque de las campanas de la catedral, se rezaba el rosario y se cantaba alguna composición dedicada a la Virgen, acompañándose del piano o de una guitarra”.
“Por otro lado, encontramos el elemento de los pájaros, puesto que alegran con su canto a la virgen afligida, los adornos llamativos para que la santísima Virgen no piense en su dolor por un momento, mirando los adornos y las macetas con cebada o cereal, la tradición dice que los cereales deben sembrarse 15 días antes del Viernes Santo, su crecimiento simboliza la vida nueva de Jesús, la que Jesús nos da con su muerte y resurrección, una parte de cebada se pone en el sol para que adquiera su color verde, otra se pone la oscuridad para que tome un color blanco amarillenta y su tallo sea delicado y quebradizo, como el corazón de la Virgen María”.
“La cebada está asociada a la eucaristía, además hay quienes colocan en el altar uvas para hacer referencia a la sangre de Cristo presente en el vino de la eucaristía, el trigo y la chía, ambas germinadas significan el símbolo de la Resurrección, también están presentes así como la fruta como el símbolo de los bienes del reino, en donde no habrá muerte, ni llanto ni luto”.
Alberto González agradeció a todos los asistentes, a Rafael Soldara, y al museo, “el cual nos abre las puertas, agradecer a todos los celayenses, es para ustedes esta muestra, es un pedacito de nuestra familia compartir para todos ustedes, que conozcan esta bella traición que poco a poco se está perdiendo, es muy importante que los niños, la nueva generación conozca cada uno de estos elementos, conozca estas tradiciones”.
