CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Como un signo de “deshumanización”, es como el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, considera el abandono de dos menores de edad en el Jardín Principal de esta ciudad y el robo del cuerpo de un bebé que se encontraba en el panteón de Iztapalapa y que fue encontrado en la basura del Penal de San Miguel en Puebla.
Mencionó que la mentalidad antinatalista, antifamilia, así como el poco valor de la vida humana, se ha convertido en un desprecio a la vida; además recordó las palabras de la madre Teresa de Calcuta en la que dijo “si una madre es capaz de matar a su hijo, cuando se propone el aborto, todo lo demás es posible”.
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Continuó diciendo que “si una mamá lo puede abortar y tiene derecho a matarlo en el vientre, qué de raro tiene que después se puedan abandonar en la calle. Hoy nuestra sociedad alimenta las causas y maldice los efectos, es decir, se extraña de esto y al mismo tiempo promueve causas, desintegración familiar, promueve la no dignidad humana, la muerte de los seres, obvio que estos son botones de muestra de lo que va a ir sucediendo, no nos extrañe ver cosas mayores”.
Sobre el caso del bebé que fue robado de un cementerio y fue encontrado en el basurero de un Penal de Puebla, indica ya una enfermedad metal por parte de quien lo exhumó, pero dijo que lo peor fue toda la gente que se involucró.
“Si hay uno que esté desquiciado estoy de acuerdo, pero 10 o 15 personas y a parte las autoridades que están coludidas, cómo pudo entrar al Penal, todo esto son signos de descomposición ya mental en nuestra gente”.
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“Estamos en un tiempo crucial, en una encrucijada, si no queremos ver todo esto, que los niños sean abandonados en las calles, si no queremos que se extraigan niños del cementerio, necesitamos promover la dignidad de la persona humana, que respetemos la humanidad, pero eso hay que hacerlo desde las escuelas, los proyectos de nuestros gobiernos, las leyes de nuestras autoridades”.
Indicó que es necesario remediar las causas en lugar de lamentarse de los efectos que se están viviendo y agregó que desafortunadamente, se verán cosas peores si se sigue alimentando el relativismo moral, el permisivismo, si se siguen haciendo agendas en contra de la vida, del matrimonio y de la familia.