CELAYA, Gto.- (OEM-informex).- Como si no fuera suficiente los estragos del violento cambio climático, la Dirección de Servicios Municipales taló tres longevos árboles de la plaza de San Agustín, a pesar que, como los señalan algunos comerciantes, aún estaban vivos y podían ser rescatados, porque en algunas temporadas tenían el ramaje suficiente para dar sombra a los adultos mayores y gente que venía a la ciudad de paso a fin de descansar un rato, como ha sido por muchos años una tradición.
Salvador Pérez, comerciante de la zona de la plaza de San Agustín, informó que hace algunos días llegaron de madrugada los trabajadores de Servicios Municipales y talaron tres árboles de casi un siglo de edad, que podían ser rescatados con un buen tratamiento por especialistas.
“La tala indiscriminada de los árboles fue muy de mañana, porque cuando llegamos a nuestro centro de trabajo, ya estaban terminando de levantar troncos. Pero aún quedan los vestigios, como una lámpara rota, y el susto y la tristeza de los boleros que ya no tienen la sombra de antes para ellos y sus clientes”, comentó el comerciante quien compartió fotografías antiguas, de hace todavía pocos años cuando todavía los árboles tenían abundantes ramas verdes, e imágenes actuales de un jardín que luce desértico, con demasiada luz y un calor aplastante.
Explicó que todavía queda un árbol que aparenta estar muerto, totalmente seco, pero confía en la generosidad de la naturaleza para que se pueda rescatar. Algunos eran de árboles que ya antes habían talado, pero resistieron y volvieron a renacer.
“Cuatro árboles nos hacían una sombra muy bonita en toda la plaza de San Agustín, creando un micro clima muy agradable, tanto, que mucha gente que venía de comunidades, incluso adultos mayores, gustaban de sentarse en las jardineras para descansar, abrir plática, contemplar la arquitectura de la Casa de la Cultura y el templo de San Agustín. Pero ahora la gente no soporta el fuerte sol y se va rápido”, comentó.
Explicó que el deterioro de la salud de los árboles fue consecuencia de una mala intervención en los arreglos del jardín que no permitieron que se filtrara el agua como debiera ser; y el último que se ve seco, si hay voluntad del gobierno municipal, puede ser rescatado y reverdecer; incluso llegó a estar una inmensa jacaranda, pero también desapareció.
Por su parte, el señor Javier Andrade, con 52 años de comerciante en la plaza de San Agustín, comentó que uno de los árboles que talaron todavía tenía vida, y consideró que hace falta mantenimiento porque ya todos los árboles están secos, y es necesario poner nuevos.
MEDIO AMBIENTE
El director de Medio Ambiente, Gastón Manuel Peña Maldonado, informó que sí se generaron los permisos para la tala de tres árboles en la Plaza de San Agustín, a raíz de una visita y un recorrido previo junto con Servicios Municipales.
Comentó que después de valorar los árboles, constataron que cuatro de los árboles están ya muertos, por lo que los llevó a la conclusión de que, por las consecuencias de que ellos murieron, fueron por el daño mecánico al cortarles las raíces.
“Protección Civil también expidió un dictamen de riesgo, por lo que se tuvieron que retirar. No había forma de rescatarlos. No había marcha atrás. Eran árboles totalmente muertos. No había nada qué hacerles y retirarlos. El árbol de la ceiba se va a reponer por otro de la misma especie”, comentó.
Para concluir, comentó que, en el caso de la jardinera norte, se va a reponer el árbol que ya está muerto, pero por un mezquite, que seguramente a la gente le va a gustar porque es un árbol típico de la zona.