CELAYA, Gto.- Por invitación de los frailes franciscanos, Hugo Tovar participa desde hace seis años en la declamación del Panegírico, el cual significa para él “un gran honor”, ya que “como celayenses tenemos tradiciones muy importantes y la primigenia de estas es la Purísima Concepción, nuestra Reina y Patrona”.
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Platicó que el primer año que declamó el poema, resultó todo un desafío, ya que fue invitado con menos de un mes de anticipación, por lo que, tuvo que repasarlo hasta que se aprendió los dos cantos que le tocaban. Así fue como empezó su participación.
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“Declamar este poema a la Virgen es un gran honor. Para mí es muy importante ofrecerle mi memoria y mi voz para decirle lo que la mayoría de los celayenses sentimos, pero que a lo mejor lo decimos con palabras más sencillas. Aquí nos unimos en un solo corazón para declamarle lo que nosotros sentimos y el agradecimiento que le tenemos por seguir con nosotros desde la fundación de nuestra ciudad”.
El panegírico se realiza cada 7 de diciembre en el Templo de San Francisco y, para prepararse, dijo, ensaya todos los días o en su caso, un día sí y otro no, dependiendo de las actividades que tenga. Cuando sube a declamar, recuerda, siempre lo hace con muchos nervios, sin embargo, trata de concentrarse en ella para entregarle todo. “Ella es un juez muy noble, muy misericordioso que no nos va a criticar, aún así declamarle este poema a ella, la reina, significa que siempre haya un nervio”.
Hugo, agradeció a los frailes por confiar en él, después de seis años, para seguir declamando el poema en honor a la Virgen, mismo que conlleva una gran responsabilidad y muchísimas obligaciones. “Sí, tengo un gran agradecimiento hacia ellos, pero también tengo el deber de no defraudarlos y no defraudarme a mí mismo al hacer este panegírico”.
Por otra parte, recordó que el panegírico nació a mitad del Siglo XVIII en la época de oro de la Pontificia Universidad Real de Celaya que era el Colegio de la Inmaculada. En esa época y hasta el 2022 quienes declamaban el poema participaban con birrete y la esclavina, los cuales son símbolos de los doctores teologales.
“Se suponía que anteriormente los que tenían que declamar los poemas eran los frailes franciscanos de teología que se habían doctorado. El birrete y la esclavina son símbolos de los doctores, sin embargo, conforme ha pasado el tiempo nosotros ya no nos ponemos el hábito porque no somos religiosos y lo de la esclavina y el birrete también ha ido cayendo en desuso porque nosotros no somos ni frailes, ni nos estamos doctorando o somos doctores en teología, somos laicos que amamos a la Virgen María en su Inmaculada Concepción y queremos ofrecerle nuestra voz en la declamación. Este año ya no se utilizó por este motivo”.
También recordó que el panegírico fue escrito por el franciscano Manuel Martínez de Navarrete, que es un Zamorano que estudió en la Universidad Pontificia Real de Celaya. De igual forma, agradeció a todos los frailes que siguen manteniendo esta tradición literaria musical en Celaya. A todos los pobladores de esta ciudad, los invitó a sumarse a los actos litúrgicos y culturales “en honor a nuestra reina”.
Para concluir, es importante mencionar que la declamación del poema estuvo a cargo de Hugo Tovar y Enrique Granados. Y contaron con la participación de la Orquesta sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas y los sopranos del Conservatorio de Música y Arte de Celaya a cargo de Monseñor Alejandro Montes.
Estuvieron presentes autoridades municipales, religiosas, sacerdotes diocesanos, frailes franciscanos de la Orden de Frailes Menores (O.F.M.), de manera especial, Fray Enrique Muñoz, Provincial de San Pedro y San Pablo de Michoacán, así como fieles laicos.
