Los voceros de la pandemia. Entre la ciencia y la maroma política

Científicos destacados en su área. Figuras con autoridad académica, Buenos comunicadores, carismáticos. Personajes que logran aterrizar conceptos complejos de medicina y epidemiología con ejemplos simples y prácticos

Xóchitl Bárcenas | El Sol de México

  · sábado 30 de mayo de 2020

Ilustración: Luis Calderón

Casi a diario comparecen ante la opinión pública para dar el parte de guerra: las cifras de nuevos contagios y fallecimientos por el coronavirus; casi siempre son malas noticias, pero sus apariciones en televisión y redes sociales son seguidas por millones de personas.

Tienen una trayectoria destacada como científicos, lo que dicen es importante, pero también el cómo lo dicen, dominan la conversación, generan debate y también muchos memes. Son los voceros de la pandemia.

Desconocidos para la mayoría hasta hace unos meses, Hugo López-Gatell, en México, Fernando Simón, en España, y Anthony Fauci, en Estados Unidos, irrumpieron en la escena pública para informar casi a diario sobre la evolución de la mayor crisis sanitaria del último siglo.

Dentro de la caja yacen las cenizas de una víctima del Covid-19; los empleados del sector funerario ven otra realidad alejada de las bajas cifras que insiste el gobierno Foto: Edgar Garrido | Reuters

Los tres son científicos destacados en su área, reconocidos dentro de sus entornos y por lo tanto figuras con autoridad académica, también son buenos comunicadores, carismáticos, logran aterrizar conceptos complejos de la medicina y la epidemiología con ejemplos simples y prácticos, así los describe el experto en imagen pública, Gonzalo Morales Curto.


ESTRELLA DE TELEVISIÓN

Anthony Fauci es un veterano científico e investigador del VIH/sida que durante cuatro décadas ha asesorado a seis presidentes estadounidenses sobre la prevención, diagnóstico y tratamiento de epidemias.

Fauci aportó a la comprensión de cómo el VIH destruye el sistema inmunológico del cuerpo y ayudó a desarrollar estrategias para reforzar las defensas. Contribuyó al diseño del Plan de Emergencia para el Alivio del Sida del expresidente George W. Bush, un programa que ahora funciona en más de 50 países y salvó millones de vidas en todo el mundo en desarrollo.

Hoy, el director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas es la pieza clave en el grupo de trabajo conformado por la Casa Blanca para enfrentar la pandemia causada por el coronavirus Covid-19 que se ha cobrado la vida de unos 100 mil estadounidenses.

Foto: Reuters

“Anthony se ha convertido en una gran estrella de la televisión”, le concedió Donald Trump en una de las muchas conferencias en la Casa Blanca en las que se ha hecho acompañar del científico de 79 años que no ha dudado en contradecir los mensajes del mandatario estadounidense.

Gonzalo M. Curto explica que Fauci es uno de los científicos más destacados en el mundo y es gracias a esa autoridad científica que Donald Trump no lo ha removido. La gente lo conoce muy bien porque ha aprovechado perfectamente las redes sociales, comunica bien y sabe cómo llegarle al gran público estadounidense.

El epidemiólogo originario de Brooklyn se ganó la reputación por decirle "la verdad a una nación aterrorizada y liderada por un presidente que a veces muestra escasa comprensión de los hechos", publicó la revista Newsweek.

Su popularidad es tal que su rostro y nombre han sido estampados en camisetas, calcetines, tazas, veladoras y hasta cervezas con la leyenda "Fauci for President". "Nunca conocí a un tipo tan admirado por tanta gente. Jamás escuché un comentario negativo sobre él", dijo a la agencia AFP, Nick Semeraro, el dueño de Donuts Delite, un negocio en Nueva York que produce rosquillas con la imagen del epidemiólogo en papel comestible.

Foto: Reuters

La semana pasada, un grupo de celebridades de Hollywood como Julia Roberts se unió a Fauci en una campaña denominada #PassTheMic (Pasa el micrófono), que promueve una respuesta global al Covid-19 que proteja a los más vulnerables, fortalezca los sistemas de salud y cree un mundo más igualitario.

Pero a pesar de su simpatía, Fauci no gusta a todos, algunos conservadores lo han etiquetado como un fraude en busca de atención y lo acusan de formar parte de una camarilla del “estado profundo” que intenta derrocar a Trump. El mismo presidente retuiteó un mensaje que incluía el hashtag #FireFauci (#DespidanaFauci), que se hizo popular en redes sociales de extrema derecha.

Para Morales Curto, Trump ha alimentado con sus mensajes las recientes protestas de grupos que reclaman en las calles de Estados Unidos la reapertura de la economía. El presidente Trump busca su reelección y sabe que el votante estadounidense sufraga por quien le puede poner más dinero en el bolsillo.

La economía de Estados Unidos está cayendo y si se mantiene cerrada conforme se aproxime la fecha de la votación (el 3 de noviembre) menos gente va a estar a favor de Donald Trump porque lo está resintiendo en el bolsillo. "Lo que él está haciendo es jugar una estrategia de comunicación contraria, se pone como opositor al cierre de la economía" y por eso ignora las recomendaciones de Fauci para una reapertura prudente.


EL GENIO RARO

En España, el fenómeno del momento en la lucha contra el coronavirus se llama Fernando Simón. Con una imagen que contrasta con la de Fauci o López-Gatell por su estilo informal, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad acaparó la atención de los españoles desde que hace más de dos meses el coronavirus sorprendió a un gobierno recién constituido.

El médico y epidemiólogo de 57 años se formó en España, Inglaterra y Francia. Su experiencia es amplia en la vigilancia de salud pública, la preparación y control de enfermedades infecciosas, pero también es reconocido por su labor como médico voluntario durante los años 90 en África y sus prácticas en países de América Latina.

Foto: EFE

Como director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, cargo que asumió en 2012, a Fernando Simón le tocó lidiar con los casos de ébola en España, el zika o el brote de listeriosis -asociado al consumo de carne contaminada- apenas el año pasado.

No tiene redes sociales, pero su imagen de "genio raro", con el cabello cano alborotado, cejas pobladas y una barba de varios días, es reconocida y apreciada en España. En Facebook se han creado grupos como "Yo confío en Fernando Simón", "Grupo de Apoyo a Fernando Simón" o "Amigos que aman a Fernando Simón" con miles de seguidores.

Todos los días, el epidemiólogo llega en motocicleta a las conferencias matutinas en el Palacio de la Moncloa para responder a la prensa, preguntas que no siempre ha podido atender pero que no ha dudado en pedir tiempo para ponerse a estudiar y regresar al día siguiente con información puntual. En esas comparecencias ha pedido perdón por sus errores, lo que ha sido bien percibido por la opinión pública.

Foto: EFE

Del lado contrario, su gestión de la crisis sanitaria que según las últimas cifras alcanzó una cifra de más de 236 mil contagios y 26 mil 834 muertos también ha provocado fuertes críticas. Una de las últimas se originó cuando ya en desescalada del confinamiento el vocero español recomendó a la población usar mascarillas después de que semanas atrás había declarado que su uso no era necesario.

“Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación del 8M le diré que haga lo que quiera”, dijo el epidemiólogo el 7 de marzo. “España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado. No habrá transmisión local. Si la hay, será muy limitada y muy controlada”, declaró al inicio de la crisis, lo cual fue aprovechado por la extrema derecha representada por Vox, que lo acusó de mentir sobre la gravedad del coronavirus y lo tildó de "psicópata".

Hace unos días, los familiares de una mujer que murió por coronavirus presentaron una querella contra Fernando Simón por el delito de homicidio imprudente al considerarlo responsable de las casi 27 mil muertes en España por haber "comunicando públicamente una serie de directrices erróneas y contradictorias haciendo creer a toda la población que el impacto del virus en nuestro país sería mínimo".

Foto: EFE

Gonzalo M. Curto explica que, a pesar del reconocimiento y carisma, Fernando Simón ha pagado la factura de un gobierno, el de Pedro Sánchez, que recién constituido con muchas dificultades y una legitimidad atropellada, optó por eludir al principio medidas más estrictas porque no eran populares.

"Cuando la ejecución de los científicos choca con el poder político se caen", dice Morales Curto sobre el desempeño de Simón y también de López-Gatell, que con sus habilidades de gran comunicador ha tenido que "torear" las críticas a las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a la pandemia.


EL GRAN COMUNICADOR

Junto con "Quédate en tu casa", "Con todo gusto se lo vuelvo a explicar” es una de las frases más recurrentes que Hugo López-Gatell ha pronunciado en las conferencias que ha ofrecido durante casi 90 días el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

Su nombre ha sido citado en más de cuatro mil ocasiones en publicaciones científicas de prestigio, pero su mayor fortaleza en este momento es que es un excelente comunicador, paciente y enfocado en el mensaje que desea transmitir aun en medio del ruido que se genera a su alrededor. Apenas en un par de ocasiones salió de su centro, como aquella vez que le cuestionaron por llevar a su hijo a Palacio Nacional; sí se notó un poco molesto, pero no explotó, recuerda Morales Curto.

Foto: Cortesía

La "metida de pata" que significó aquella desafortunada declaración en la que ponderó la fuerza moral del Presidente por encima de su capacidad de contagio, y otras en las que ha tenido que corregir la plana a un Presidente que al inicio de la crisis exhortaba a los abrazos, López-Gatell es hoy el segundo servidor público mejor percibido en el país sólo después de López Obrador, aunque el mes pasado tenía incluso mejores números.

Su popularidad es altísima, pero al principio del sexenio nadie hablaba de él. "Hoy la credibilidad del gobierno está basada en Hugo López-Gatell, no en Marcelo Ebrard no en Olga Sánchez Cordero”.

"Sobre el médico y epidemiólogo descansa la imagen del gobierno completo y hasta la imagen del Presidente, que ha tenido algunos errores muy severos en estas últimas semanas, pero todo esto se subsana gracias a Hugo López-Gatell", subraya el también director general de Influencia Consultoría.

Foto: AFP

Lo mismo que Fauci y Simón, el vocero de la pandemia en México ha inspirado la creación en Facebook de grupos como "Fans del Dr. Hugo López-Gatell" o "Club oficial de fans del Dr. Hugo López Gatell", y abundantes memes que circulan en redes sociales.

Un estudio alemán a cargo del Berlin School of Business and Innovation, ubicó en estos días al epidemiólogo mexicano entre los tres con más seguidores en redes sociales, pues con más de dos millones sólo es superado por sus contrapartes de Turquía y la India, Fahrettin Koca y Harsh Vardhan, respectivamente.

Pese a su popularidad, la buena imagen del médico no está exenta de riesgos asociados principalmente al sistema presidencial que prevalece en México, en donde pocas veces los funcionarios contradicen los dichos del Primer Mandatario, señala Morales Curto.

Al final de todo esto, si el trabajo de Hugo López-Gatell es percibido como positivo, la popularidad de López Obrador se va a ir otra vez arriba de 70 o 75 por ciento. “El gobierno de la República lo está ‘exprimiendo’ todo lo que puede porque es una persona muy bien percibida por el público y en términos de comunicación es correcta la estrategia”.

En una conferencia del 17 de marzo, López-Gatell pidió que se le viera como a un funcionario técnico y no se le llevara a la esfera política. “No me interesa ni tengo ningún papel que jugar en ella”, dijo, pero sus seguidores no han dudado en colocar al médico con posibilidades de ir por la Presidencia. Como consultor de imagen, Morales Curto afirma que López-Gatell es, en este momento, el mejor “producto-candidato”, incluso más fuerte que Marcelo Ebrard, quien antes de esta situación era el único que se perfilaba.

Por lo pronto, el portavoz ha sido postulado para participar en un grupo de expertos del Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud. Pero nada está escrito y aún falta la evaluación final sobre el saldo, los números que arroje la crisis sanitaria que, de acuerdo con sus palabras no tiene para cuando terminar. “Preparémonos para una epidemia larga”, dijo esta semana.

Foto: Presidencia



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