CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Decepcionadas de las autoridades se sienten las madres de Alejandro Peña, policía auxiliar desaparecido hace cinco meses en Celaya, y de Ramona Ramos, una adolescente que tiene más de dos años extraviada; Carmen, mamá de Alejandro tiene la esperanza que funcione el Centro para hallar desaparecidos que anunció el Fiscal Carlos Zamarripa, para localizar a su hijo; mientras que la señora Sandra, mamá de Ramona dice que sólo son mentiras.
Al igual que Sandra y Carmen, la señora Beatriz, también busca a su hija Beatriz Areli Hernández de 15 años de edad, quien desapareció en San Miguel de Allende en marzo de 2019, y mencionó que a pesar de que hace un mes y medio familiares de personas desaparecidas tuvieron un acercamiento con autoridades estatales para mejorar los procesos de búsqueda de personas, lo único favorable para las familias es que habrá más apoyo para la búsqueda de personas.
Sin embargo, aunque en repetidas ocasiones expusieron que se tiene el apoyo, le solicitaron un número de teléfono para poderse en contacto pero hasta la fecha nadie sea comunicado con ella.
Sandra Mercado dijo que lo más lamentable en el estado es que ni siquiera están reportadas como personas desaparecidas, sino como No Localizadas, porque las autoridades les dicen que lo más probable es que se hayan ido por voluntad propia.
Estas tres madres están con la incertidumbre si en realidad tendrán ese apoyo por parte de las autoridades, debido, a que tenían mucha fe y confianza de que la ayudarían; por lo que mantienen sus reservas si en verdad funcionará un Centro para la Búsqueda de Desaparecidos.
Beatriz, al igual que Sandra han dado hasta el momento dos muestras de ADN y no han tenido ningún acercamiento, además, que con el incremento de violencia en el Estado no se tiene confianza de que se tenga una investigación minuciosa. En tanto que Carmen y su esposo también dieron muestras para la localización de su hijo.
En la reunión coincidieron los asistentes que al ser personas de escasos recursos cree que no habrá, avance excepto que sean de personas con otro nivel social o cargos públicos.
Entre su desesperó y con la voz quebrada, Beatriz subrayó que aunque tiene fe, si le pesa la situación y tiene que aparentar que no pasa nada “ya no tengo esperanza de encontrarla viva”, esto a casi un año de su desaparición.
Carmen, la madre del policía auxiliar Alejandro, no pierde tampoco la esperanza de localizarlo, aunque se dice sola al no tener el respaldo de las autoridades.
