La red avispa
Amables cinéfilas-os: esta semana tuvimos un interesante experimento en nuestra ciudad, un autocinema, en la tercera sección de nuestro parque Xochipilli, visto que no cede esta pandemia, porque la ilusión por regresar a disfrutar de lo que la pantalla grande nos ofrece, está resurgiendo, máxime que existen películas importantes que no renuncian a ser estrenadas en su más gozoso medio.
Basada en el libro “Los últimos soldados de la guerra fría” de Fernando Morais, trata de la historia de los cubanos exiliados, que, al principio de los noventas, desde Miami, organizaron una serie de actos para derrocar el gobierno castrista, conformando una red de activistas que, dentro de su estrategia, llegaron a perpetrar actos terroristas en la isla, incluso con la finalidad de exterminar al dictador, y de los agentes secretos infiltrados por Cuba en las organizaciones de extrema derecha en los Estados Unidos, lo que derivó en una pesquisa por parte del FBI, por colaboración con el gobierno cubano.
Con un elenco internacional, encabezado por Penélope Cruz, Edgar Ramírez y Gael García Bernal, tiene interpretaciones sobresalientes que, hoy, nos permiten sentirnos más identificados que en cualquier otra época, vista la cercanía que vemos con políticas del actual gobierno. Es relevante el cuidado del acento que se tuvo con el elenco, que era fundamental para darle credibilidad al relato, además de las interpretaciones, donde la estrella española tiene una destacada presencia.
Es notorio el deseo de dar a conocer un relato que tiene fuertes connotaciones en le época presente, toda vez que los ciudadanos, hoy, en el mundo, nos encontramos a merced de políticas que han venido generando inconformidad por todas partes, donde los pueblos se alzan en contra de sus gobiernos, por razones como el hastío por el mal manejo de la pandemia, en diversas partes de Europa, así como por los gobiernos que pretenden perpetuarse, en Bielorrusia y ahora, hasta en nuestro país.
El diseño de producción está muy bien cuidado, ya que el entorno se recreó adecuadamente en el país ibérico, a varios miles de kilómetros del origen de la historia.
El montaje tuvo un desafío importante ante sí, porque la historia tiene diversos elementos que se deben de destacar adecuadamente durante la trama, para poder cerrar bien la pinza, lo que resulta complicado.
Los productores no son tan cercanos al tema, lo que se percibe en el tratamiento de la película, aunque las locaciones en las Canarias le dieron el sabor necesario al entorno.
Comentario final: el asunto es muy complejo, aborda sucesos trascendentes de nuestro tiempo, por lo que valdría la pena leer el libro.