La educación no está al servicio de la individualidad,
sino pensada para la colectividad, la persona
al servicio del bien común.
Antón Makárenko
El termino educación es una categoría que debe estar en el pensamiento y en el discurso de todos, porque gracias a ella la cultura se transmite de una forma ordenada.
Las personas que se dedican a la política, los funcionarios públicos, los líderes sindicales, empresariales y los jefes y las jefas de familia deben priorizar acciones educativas como un eje fundamental de desarrollo.
En el seno familiar se sientan las bases de la educación, que se continúan en las escuelas por la llamada educación formal, por ello las sociedades han creado formas de organización desde los primeros años de vida.
La educación formal generalmente inicia a los 3 años, en los preescolares en donde el objetivo es preparar a los seres humanos para la vida, ahí se aprenden formas de comunicación, jugar e interactuar con los demás apropiadamente, les motiva a aprender formas correctas de comunicación, su idioma, el vocabulario y los introduce en las ciencias, las artes, la música y los deportes.
La creatividad y el deseo de aprender son dos de las habilidades más importantes para la vida, que en los niños son innatas y deben ser impulsadas por la educación formal con escuelas para todos y todas. Por ello la educación es un derecho y debe ser accesible en todo lugar donde exista una niña o niño.
La educación primaria continúa con este proceso para la vida y debe trascurrir como una parte decisiva en la infancia, por lo que la sociedad y su gobierno debe vigilar que se otorgue de manera general y en las mejores condiciones.
La etapa siguiente, como todos sabemos, es la secundaria y luego la preparatoria y con ella termina la educación básica, en ella se fortalecen conocimientos esenciales para la vida y se profundiza en el conocimiento de las ciencias constituye un ciclo que servirá de base para elegir un proyecto de vida que le permita definir su sendero laboral y sus expectativas hacia su pleno desarrollo como seres humanos.
Podrá iniciar estudios profesionales o perfeccionar sus habilidades tecnológicas si su secundaria y bachillerato tuvo contenidos formativos en área técnicas.
Pero qué pasa si durante este andar educativo nuestros hijos, hijas, nietas o nietos ven truncada su posibilidad de estudios por factores económicos, situaciones familiares o inaccesibilidad a centros educativos.
Nuestro municipio tiene un nivel educativo de 9º. Grado, es decir, el promedio de personas en Celaya solo pudo cursar la secundaria.
Muchos jóvenes decidían no terminar sus estudios de secundaria porque veían imposible ingresar a la preparatoria de la universidad o a un bachillerato técnico.
Cientos de jóvenes se convertían en personas que no estudiaban y tampoco encontraban trabajo.
La acción gubernamental y los esfuerzos familiares deben estar enfocados para que los niños y niñas, nuestros adolescentes y jóvenes tengan oportunidades de educación formal, escuelas suficientes, becas para estudiantes de familias con dificultades económicas, desayunos escolares, útiles y libros gratuitos.
El Estado mexicano y la familia son responsables de la educación.
La inversión más fructífera para un México sin violencia es garantizar la educación de nuestras nuevas generaciones.