Viene a colación, porque hoy, en Celaya -sin perjuicio de que suceda en otros municipios- vemos a simple vista, cierto desorden o desorganización en el desarrollo urbano y lo que conlleva: Asentamientos Humanos, Ecología, Ordenamiento Territorial, Desarrollo Urbano, Social y Económico, incluso, Cultural. Sólo por enunciar éstos, pues hay otros problemas, como la Inseguridad Ciudadana.
Desde luego, que como en todo, hay bueno y malo, sin embargo, la premisa es lograr un equilibrio eficiente, eficaz y diáfano con rendición de cuentas e información, en suma, transparencia. Hoy, una exigencia social muy determinada, tanto como desatendida desde el ámbito público, cada día con mayor desdén que raya en lo criminal, en algunas situaciones.
Cuáles son las bondades: Mejora de conocimiento y tecnología -aquí existe un gran número de centros educativos, más privados que los públicos, pero la oferta es mayor; ser polo de atracción de inversiones -como nos dicen, supone, por ejemplo, el “puerto seco 2”-; de talento, de mano de obra mejor pagada o calificada; con factores que suponen competitividad y mejor capacitación, y en suma desarrollo económico y social, con lo que escurra. Lo negativo, como ya saben, estimados lectores de cualquier género: Crimen, Contaminación Ambiental y Social, Pobreza -en gran contradicción con el “laureado” progreso o desarrollo, que no es lo mismo que crecimiento-.
Entonces: ¿Por quién y cómo se hacen los planes urbanísticos? Sí nos referimos al municipio y en particular a Celaya, hay responsables de tales tareas: El Consejo de Planeación de Desarrollo Municipal, organismo consultivo auxiliar del Sistema Estatal ídem, compuesto por ciudadanos (Sociedad Organizada) Autoridades y funcionarios y el Ayuntamiento con sus direcciones involucradas. En diciembre de 2021, se tomó protesta de dicho Consejo, por parte de este municipio, con 173 ciudadanos, funcionarios y miembros del Ayuntamiento. ¿A cuántos conocen, o saben que sean de ese organismo? Damos por sentado que está el Consejo Coordinador Empresarial, pues tienen interés directo en los asuntos de inversión económica. Pero, la situación es que la sociedad no fue informada, más allá del evento protocolario. El tema obligado, una vez constituidos, debió ser el mentado “puerto seco 2”, por más que sea una obra que no es estrictamente municipal, pero que afecta de diversas formas al desarrollo municipal, y, claro, a los celayenses. Ya se “inauguró la obra” hace poco tiempo, aunque sin que esté en marcha el proyecto, tampoco informan por qué, realmente, se ha retrasado. Esa hipotética planeación, según la Carta Magna, deberá ser democrática y deliberativa, es decir, debe haber consulta, en principio, de quienes afecta directamente. No sólo de los 173 miembros señalados. Y es obvio que no hubo tal consulta ciudadana. Así, de un plumazo desaparecieron el problema de las vías del tren que impactan la zona urbana, principalmente, y dar paso al “puerto seco 2”. Habría que conocer todos esos estudios y, claro, hasta dónde llega el derecho de las ferroviarias, para estar por encima de los ciudadanos y sus Derechos Fundamentales, ya no digamos, sólo del Derecho Urbanístico y el Derecho a la Ciudad -concepto que, en suma, se traduce en vivir mejor, con respeto toral a los Derechos Humanos y Fundamentales, para los citadinos-.
Por ahora es una especulación de mi parte, sin embargo, iré indagando: No se han cumplido las normas urbanísticas, en particular el uso de suelo y se han maquillado a modo, lo impactos ambientales. Hasta dónde se colige, son negocios, sólo negocios, no importa el desarrollo social, ni urbano ordenado e inteligente, se usan indiscriminadamente, los recursos públicos en factible o medible beneficio particular, menos aún los impactos culturales, y de seguridad ciudadana.
LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Hace falta, periodismo de investigación sobre asuntos como el mencionado hoy. La ciudadanía y demás habitantes de este lastimado territorio municipal, estamos en la inopia, mientras vemos en los medios que vienen grandes presupuestos, pero que al final, el ciudadano promedio no ve, ni verá, pues no hay planificación “espejo”, es decir, de redistribución en inversión social. Mientras para el Sur de Celaya, va todo -aunque esté a medio poblar-, y se olvidan -de nuevo- de las colonias populares que, por cierto, son sus habitantes quienes primero y de manera puntual, pagan cada año sus impuestos prediales y el “agua potable” -que no reciben beneficios por su lealtad fiscal-. Ya ni mencionar por ahora, otro asunto: La metropolización, si no se administra un área más pequeña, para que enredarse con otra mayor. Y falta analizar la “conveniencia política estatal”. En fin. Es lo que hay, cuídense mucho.
