/ miércoles 3 de abril de 2024

Primavera y Semana de Reflexión

No me mueve mi Dios para quererte, el cielo que me tienes prometido… soneto de autor desconocido, me mueve la Semana Santa aunada a la energía de la primavera que siempre ha simbolizado una época sagrada en la que el mundo vuelve a la vida junto a la presencia del camino espiritual que Jesucristo sufrió para la redención de la humanidad. En este año crítico, el significado espiritual de la Semana Santa marca un momento simbólico ante tanto agobio y sufrimiento vivido en el país. Cristo resucitó al tercer día y acorde a nuestras creencias religiosas nuestros muertos resucitaron en el más allá o reencarnaron o están en algún lugar; sin embargo, en esta época de recogimiento recordamos lo profundo de nuestras heridas y las pérdidas de quienes ya se fueron y quienes aún no se pueden encontrar, desapariciones que crean sufrimiento en quienes esperan su regreso viviendo un dolor tan grande que no les deja vivir en Paz.

En Pascua la energía domina un aspecto de nuestra vida, la espiritual y una vez alineado el espíritu podremos elegir los pensamientos para crear la vida que merecemos, porque TÚ y Yo, somos parte de un amoroso Plan Universal como testigos de la evolución hacia una mejor convivencia y conciencia, por eso, No me mueve mi Dios para quererte ni la energía de la primavera, me mueve la promesa de una renovación personal y de nuestro México, porque el tiempo no camina en línea recta sino en círculos que marcan los ciclos de vida, por eso, ahora que el camino de renovación inicia con la Pascua, recordemos que como Cristo, cuando el camino se vuelve obscuro y largo siempre existen manos amigas que te jalan o empujan, no olvides, ¡consérvalos! y cuando sientas que el cuerpo está agotado y la tristeza te invade regresa al camino de la Pascua y renuévate, porque siempre encontrarás manos abiertas para suavizar lo amargo, para disfrutar del paso y caminar sereno, en los tiempos duros siempre hay luz y sol que impregnan vitalidad y alegría, que marcan el rumbo de la vida indicando que no todo en el mundo está mal, ni todos somos malos, aprendamos al caminar que cada uno marca el rumbo de su vida cuando se decide a tomarlo con sus propias riendas, creamos con fe, creamos lo que dice el soneto, “Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz escarnecido”, Tú Señor nos enseñaste que en ocasiones vivimos confundidos con cambios y eventos inesperados que nos duelen y sin embargo, al recordarte, sabemos que siempre habrá una renovación si se cree, si tenemos actitud positiva a pesar de las circunstancias y situaciones negativas que se presentan y estamos viviendo, despertemos de nuestra parsimonia provocando cambios como TÚ lo hiciste y trascendiste, modifiquemos lo que vivimos sin esperar que los momentos nos avasallen con lo negativo, paremos de soñar pensando que la influencia de los astros va a sacarnos del estado de apatía en que estamos, dejemos de creer que las cosas se mejoran por sí solas, hoy, es momento de retomar a nuestra patria y nuestros proyectos personales planteando ¿qué mundo deseamos para nuestros hijos y nietos?. HOY, en esta semana de Pascua, recordemos que el lugar para estar es aquel donde pertenecemos sin tener que encajar o escapar, porque mi patria, como tú, Señor, no me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero, te quisiera, así que a partir de esta semana de Pascua, ponte las pilas para actuar y tomar decisiones correctas, deja de posponer acciones y actúa, no hay mejor momento para nuevos y prometedores inicios que el hoy de la Pascua. El único momento es hoy, ¿el futuro? Lo desconocemos pero nos alcanzará, por eso, construyámoslo hoy, este es el momento de encontrar la verdad y aceptarla como la realidad que es, realidad que podemos cambiar, cambiar las situaciones que vivimos por complicadas que sean, el cambio existe y se siente, sólo con él se resolverá lo vivido recordando que siempre se puede estar mejor o peor de lo que estamos, solo pensando y actuando en positivo podemos solucionar correctamente, lo ideal es discernir lo que realmente queremos para vivir hoy y en un futuro construyendo un mejor mundo y una mejor Patria, pensando que lo importante siempre será tomar decisiones asertivas, mientras usted se decide a vivir espiritualmente y a pensar por quien votar, yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx

No me mueve mi Dios para quererte, el cielo que me tienes prometido… soneto de autor desconocido, me mueve la Semana Santa aunada a la energía de la primavera que siempre ha simbolizado una época sagrada en la que el mundo vuelve a la vida junto a la presencia del camino espiritual que Jesucristo sufrió para la redención de la humanidad. En este año crítico, el significado espiritual de la Semana Santa marca un momento simbólico ante tanto agobio y sufrimiento vivido en el país. Cristo resucitó al tercer día y acorde a nuestras creencias religiosas nuestros muertos resucitaron en el más allá o reencarnaron o están en algún lugar; sin embargo, en esta época de recogimiento recordamos lo profundo de nuestras heridas y las pérdidas de quienes ya se fueron y quienes aún no se pueden encontrar, desapariciones que crean sufrimiento en quienes esperan su regreso viviendo un dolor tan grande que no les deja vivir en Paz.

En Pascua la energía domina un aspecto de nuestra vida, la espiritual y una vez alineado el espíritu podremos elegir los pensamientos para crear la vida que merecemos, porque TÚ y Yo, somos parte de un amoroso Plan Universal como testigos de la evolución hacia una mejor convivencia y conciencia, por eso, No me mueve mi Dios para quererte ni la energía de la primavera, me mueve la promesa de una renovación personal y de nuestro México, porque el tiempo no camina en línea recta sino en círculos que marcan los ciclos de vida, por eso, ahora que el camino de renovación inicia con la Pascua, recordemos que como Cristo, cuando el camino se vuelve obscuro y largo siempre existen manos amigas que te jalan o empujan, no olvides, ¡consérvalos! y cuando sientas que el cuerpo está agotado y la tristeza te invade regresa al camino de la Pascua y renuévate, porque siempre encontrarás manos abiertas para suavizar lo amargo, para disfrutar del paso y caminar sereno, en los tiempos duros siempre hay luz y sol que impregnan vitalidad y alegría, que marcan el rumbo de la vida indicando que no todo en el mundo está mal, ni todos somos malos, aprendamos al caminar que cada uno marca el rumbo de su vida cuando se decide a tomarlo con sus propias riendas, creamos con fe, creamos lo que dice el soneto, “Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz escarnecido”, Tú Señor nos enseñaste que en ocasiones vivimos confundidos con cambios y eventos inesperados que nos duelen y sin embargo, al recordarte, sabemos que siempre habrá una renovación si se cree, si tenemos actitud positiva a pesar de las circunstancias y situaciones negativas que se presentan y estamos viviendo, despertemos de nuestra parsimonia provocando cambios como TÚ lo hiciste y trascendiste, modifiquemos lo que vivimos sin esperar que los momentos nos avasallen con lo negativo, paremos de soñar pensando que la influencia de los astros va a sacarnos del estado de apatía en que estamos, dejemos de creer que las cosas se mejoran por sí solas, hoy, es momento de retomar a nuestra patria y nuestros proyectos personales planteando ¿qué mundo deseamos para nuestros hijos y nietos?. HOY, en esta semana de Pascua, recordemos que el lugar para estar es aquel donde pertenecemos sin tener que encajar o escapar, porque mi patria, como tú, Señor, no me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero, te quisiera, así que a partir de esta semana de Pascua, ponte las pilas para actuar y tomar decisiones correctas, deja de posponer acciones y actúa, no hay mejor momento para nuevos y prometedores inicios que el hoy de la Pascua. El único momento es hoy, ¿el futuro? Lo desconocemos pero nos alcanzará, por eso, construyámoslo hoy, este es el momento de encontrar la verdad y aceptarla como la realidad que es, realidad que podemos cambiar, cambiar las situaciones que vivimos por complicadas que sean, el cambio existe y se siente, sólo con él se resolverá lo vivido recordando que siempre se puede estar mejor o peor de lo que estamos, solo pensando y actuando en positivo podemos solucionar correctamente, lo ideal es discernir lo que realmente queremos para vivir hoy y en un futuro construyendo un mejor mundo y una mejor Patria, pensando que lo importante siempre será tomar decisiones asertivas, mientras usted se decide a vivir espiritualmente y a pensar por quien votar, yo espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx

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