CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Debido a la ola de violencia que ha mantenido a los ciudadanos con mucho miedo, el señor Rodrigo Ramos de 44 años, quien acude diariamente a la avenida El Sauz, esquina con la avenida Veleros para colocar un puesto de venta de elote, cacahuate y garbanzo, colocó ‘El Camino de la Fe’, con el propósito de que las personas que circulan por la zona recuerden que “Dios siempre está con todos nosotros cuidándonos y protegiéndonos”.

Mencionó que todo surgió hace tres meses cuando llegó de la Noria, Tarimoro, para establecerse en la ciudad en busca de mayores oportunidades junto a su esposa e hija. Dijo que hay mucha gente que sufre por la falta de empleo y por la inseguridad, es por eso, que decidió poner su “granito de arena para que las personas se acuerden de Dios y su bondad.

“El camino viene de Dios. Cuando llegué a vivir a El Becerro, decidí quedarme en el camino de terracería para poner mi negocio porque pasan muchos carros, y al ver que estaba muy sucio decidí limpiarlo. Después quise mostrarles a los que pasan por aquí un lugar bonito para que recuerden que hay cosas buenas, no solo malas en esta ciudad, la gente debe recordar que Dios está con nosotros cuidándonos y protegiéndonos siempre de todo mal”.

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Explicó que el camino lo empezó colocando la Cruz y unas piedras a lado, después hizo el camino con botellas verdes, un puente con globos, una caña de pescar con un pez, y un velero que está junto a la frase ‘Feliz Día Celaya GTO’, delante de un sol, para luego poner el Titanic, como parte del área de recreación.

Cuenta que la mayoría de las cosas las realiza con reciclado, además de que pinta las piedras para poder escribir. También tiene un cartón con la frase “Fe en Dios y buen temporal. Saludos a la Noria Tarimoro”.

Mandó un mensaje a todos los ciudadanos para que confíen en Dios, a que sigan manteniendo su fe, ya que no pueden rendirse en los momentos difíciles que se viven actualmente de manera personal y social.

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También indicó que, en cuanto a su trabajo, las ventas han bajado un 70% desde que llegó de La Noria. Dijo que invierte a la semana entre 300 y 400 pesos, pero con las ganancias apenas le alcanzan para vivir al día, por lo que, si alguien acude a pedirle que vaya a limpiar un lugar, lo hace para obtener más ingresos.