ACÁMBARO, Gto.- Al hablar de la tradición de elaborar pan en este municipio, un referente es la Panificadora Lirio, la cual cumple 38 años de endulzar el paladar de los comensales más exigentes.
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Sin dinero y con muchas ilusiones de triunfar, el matrimonio compuesto por Celina García Huerta y Mario Federico Casas Graneros, quienes solo tenían 25 años de edad, una hija de pocos años y un bebé en camino, fundaron esta panificadora el 3 de marzo de 1986.
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La pareja joven comenzó a trabajar en este proyecto en esta fecha tan importante para el esposo, ya que era cumpleaños de su papá.
"El nombre de la panificadora es por mi hija mayor, a mi esposo y a mí nos gustó mucho, hoy el nombre de esta organización es conocido a nivel nacional e internacional", refirió Celina García Huerta.
"Desde que iniciamos nunca hemos dejado de trabajar ni de capacitarnos, yo recuerdo que tenía a mi hijo Daniel muy pequeño cuando me iba a la Ciudad de México a capacitarse en el tema de los pasteles, el cual fue todo un éxito", dijo.
"Todos estos años mis hijos han trabajado arduamente, nunca han dejado de hacerlo, a veces pienso que fui un poco estricta con ellos, pero hoy que los veo contentos y satisfechos por lo que hemos logrado, me siento muy contenta y orgullosa; sé que mi esposo desde el cielo está orgulloso también por el trabajo que hemos hecho durante estos años", agregó.
Indicó que actualmente elaboran una gran variedad de productos como las acambaritas, pan grande, el pan especial, ranchero, picón, pan de muerto, pan tallado, pasteles, entre otros, con precios accesibles para todos.
Resaltó que hoy sus hijos Daniel y Lirio están al frente de la panificadora y sus expendios.
“Daniel desde muy pequeño estuvo atendiendo a la gente, elaborando pan y hoy se encarga de la parte administrativa y de todo, su papá era muy bueno en la cuestión administrativa, tenía muy buenas ideas; por su parte mi hija Lirio siempre ha estado en atención de la gente y al pendiente de la producción y del personal”.
Finalmente, la señora Celina comentó que se sienten muy agradecidos con Dios y las personas que los han preferido durante todos estos años.
“En respuesta a la gente, siempre tratamos de estar innovando y mejorando nuestra calidad, esto ha permitido que vengan clientes desde otros países y de otros estados de la república a comprar nuestro pan”.
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