CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- No desaparecieron, se desprendieron y quedaron a resguardo piezas de cantera de las esculturas que rematan los muros del Puente de las Monas.
Sin embargo, no se pueden emprender arreglos sin autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), previo proyecto.
A ese respecto, Rafael Soldara, director del Museo de Celaya Historia Regional, comentó que las canteras se desprendieron y le solicito a Desarrollo Urbano intervenir, por lo que quedaron a resguardo.
Cómo informó este diario, ya con 188 años en servicio, el antiguo Puente de las Monas, construido por la municipalidad de Celaya sobre el antiguo cauce de agua pluvial conocido como “El Riyito”, en los primeros años del México independiente, acusa los efectos del tiempo y con ello el deterioro.
Parte de los relieves sobre los que descansan las esculturas femeninas que le han dado su nombre se están destruyendo.
La obra realizada por el escultor Longinos Núñez, escultor y alumno de Francisco Eduardo Tresguerras, comprende las esculturas de dos jóvenes robustas con el torno desnudo, de acuerdo a los ideales de belleza de la época, sobre los muros norte y sur, a las que la gente solo conocía como “las monas”.
Las estatuas portan sendos escudos, el que estaba al norte, representa la fundación bajo un mezquite por los pobladores de la región, aparece la virgen sobre el mezquite y cuatro personajes que vestían a la usanza del Siglo XVIII, de este relieve solo se aprecia la parte superior con la virgen, el resto fue una de las partes que se desprendieron.
En la parte sur, la escultura femenina exhibe un escudo nacional de la época, con el águila de frente y las alas extendidas, dicho relieve también ha comenzado a desaparecer, como el anterior y apenas se distingue su parte superior, realizada en cantera negra, la inferior, en cantera rosa, no es muy visible, al parecer también comenzó a desprenderse.
El puente se erigió e inauguró el 27 de septiembre de 1844 en la calle Morelos, sobre el antiguo causal pluvial conocido como "El Riyito", que formaba parte del antiguo sistema hidráulico de la ciudad, a instancias del prefecto Pantaleón Espinosa de los Monteros.
