CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Luego de 16 años brindando atención a las niñas, niños y jóvenes, la escuela de educación especial Ana Sullivan culminó con su proceso, el motivo, se fusionará con otro colegio para que exista una verdadera inclusión. Ante este anuncio, los padres de familia de la institución agradecieron la atención que recibieron todos estos años, ya que a pesar de tener un hijo con una condición diferente o una barrera de aprendizaje lograron, a través de diferentes terapias, ser autónomos, valientes y desarrollarse mejor ante la sociedad, lo cual les permitirá en un futuro convertirse en personas económicamente activas, que pueden pertenecer a un grupo social y, sobretodo, a sobrevivir ante el mundo solos.
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Alberto Gómez, platicó que durante un año llevó a su hija Fer, quien tiene el Síndrome de Williams a la escuela especial, la cual le ayudó de manera significativa, ya que en este tiempo logró ser autónoma a través de las terapias, equinoterapia e hidroterapia. Gracias a ello puede desarrollarse de manera personal y social.
“El crecimiento que tuvo mi hija fue excepcional se cumplió con el objetivo que trazo la institución, veo su independencia en casa y con ello aprendí a que no debemos sobreprotegerlos, porque les hacemos mal. Agradezco a las maestras porque a los padres de familia nos brindaron las herramientas para dar continuidad a las actividades y acciones que se realizan en la escuela”.
Andrés Galindo, comentó que su hijo Emanuel, quien tiene epilepsia y está diagnosticado con un retraso mental y psicológico mejoró bastante en su actitud y en sus cambios de humor. Agradece a la institución por la paciencia que le tuvieron al momento de enseñarle a depender de sí mismo, para que en el futuro pueda defenderse de la vida y sus situaciones personales.
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En lo académico, resaltó, cuando entró a la primaria no sabía ni identificar una letra, cuando pasó a segundo no sabía escribir, sin embargo, ahora ya sabe, por tal motivo, agradece a la institución por haberle brindado las habilidades que requiere para ser autosuficiente. De igual forma, les agradeció por trabajar con los padres de familia de manera conjunta, otorgándoles las herramientas necesarias para seguir fortaleciendo en casa lo aprendido en clase.
Ricardo Jiménez, comentó que su hijo tiene Síndrome de Down y desde hace casi siete años lo llevó a la escuela especial, en la cual ha tenido un buen desarrollo. Indicó que ser papá es complicado, pero lo es mucho más viviendo una situación de este tipo, lo cual los hace buscar otras alternativas. Por tal motivo, lo ha llevado a terapia de lenguaje, adicionales a lo que ha tenido en la escuela, también recibe terapia psicomotriz para desarrollar su coordinación.
Con lo que ha aprendido en la escuela, mencionó, su hijo empezó a vivir de una forma más adaptada, lo cual lo ayuda a enfrentar las fases normales del crecimiento. Asimismo, agradeció el esfuerzo de las maestras, así como los consejos que les brindaron para salir adelante junto a sus hijos.
Estefany Fernández, refirió que hace un año llevó a su hija porque fue diagnosticada desde bebé con un rezago en su desarrollo. Comentó que con la ayuda de la maestra Erika, pudo identificar que su hija tenía una disfasia en el lenguaje, por tal motivo, se le brindaron las terapias que necesitaba para que mejorara y así ocurrió. Ahora y después de seis meses de atención especial, su hija logró entrar a preescolar, por tal motivo, también agradeció el esfuerzo de las maestras en todo este tiempo.
Dulce Ramírez, platicó que su hija tiene epilepsia, va desfasada mentalmente, tiene retraso de lenguaje y le acaban de diagnosticar hiperhidrosis. Al entrar a la escuela especial hace dos años, aprendió a escribir, a vestirse sola y se hizo independiente. Comentó sentirse muy contenta por el avance que tuvo en estos años. Agradeció a las maestras por el apoyo que les dieron a su hija y a ella.
Vianey, indicó que hace casi un año llegó con sus gemelos, debido a que uno tiene parálisis cerebral y el otro autismo. En este tiempo, dijo, ha sido un reto el tratar de integrarlos a la sociedad, más no imposible, ya que han tenido un gran cambio.
En el caso del niño con autismo, aseguró, logró estar con los niños regulares, mejoró su lenguaje y se desenvuelve socialmente más. En el caso del pequeño con parálisis, se ha visto una mejora con la equinoterapia y la hidroterapia, y que logró tener más fuerza en su tronco y cuello. Agradeció las maestras por hacer las cosas con secuencia, es decir, lo que se hace en la escuela se replica en la casa, todo para ayudar a los niños.
Leticia Sandoval, indicó que hace 12 años llevó a su hijo Emanuel, debido a que tiene retraso motriz, por lo que, no puede caminar solo, ni coordinar muy bien, sin embargo, con las terapias que ha recibido en la escuela, mejoró muchísimo. Reconoció que antes era muy sobreprotectora, pero aprendió que con ello le estaba haciendo mucho mal.
Por tal motivo, agradece a las maestra por enseñarle que la mejor forma de cuidar a su hijo es dejando que él sea autosuficiente, para que pueda sobrevivir solo ante los retos que le ponga la vida. Agradeció a las maestras por regañarlo y exigirle, ya que solo así su hijo pudo incluso aprender a escribir, a pesar de que le dijeron en otros lugares que esto sería imposible.
Martha Vargas, comentó que desde hace tres años llevó a su hijo Emiliano porque tiene autismo. Resaltó que gracias a la equinoterapia y las terapias que le dieron pudo mejorar bastante su atención y relajación. También logró convivir mejor con las personas, mirarlas a los ojos, expresarse mejor e incluso incrementó su vocabulario, lo cual la deja muy orgullosa con él y agradecida con las maestras por todo el apoyo brindado.
Es importante mencionar que la escuela Ana Sullivan cuenta con 60 alumnos, los cuales se beneficiaron con las terapias que se les brindaron en la hidroterapia, lugar donde hay una sala con ocho bombas de propulsión y agua caliente, en la equino terapia, la cual tiene dos caballos, en el área de psicomotricidad, del gimnasio de psicomotricidad, los salones de baile y natación.
Para concluir, Erika Martínez expresó: “Mi condición o barrera para el aprendizaje no determina hasta dónde he de llegar si comprendes que requiero hábitos, limites, amor y educación especializada. No confundas el amor con la falta de atención y sobreprotección, porque cuando aprendo autonomía, valentía y a incluirme aprendo a vivir y a volar solo”.
