Irapuato, Gto. (OEM).- “Nunca le había agradecido tanto a Dios que me pudiera permitir estar de nuevo en mi casa, con mi familia, después de todo lo vivido”, fueron las palabras de Franco Soria Macías, el irapuatense quien junto con su familia se quedó varado por más de 72 horas en medio del conflicto entre Israel y Palestina.
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Este jueves, a unas horas de que arribaron a México en el avión que envió el gobierno de México, Franco Soria Macías, Suggey Oñate y sus hijos Eitan Eriel, Saraheli y Eliam por fin pudieron volver a su casa, después de haber vivido una de las experiencias más complicadas de su vida.
Franco Soria relató en entrevista con El Sol de Irapuato cómo fue el abordar el avión y arribar en Guanajuato, para después ser trasladados hasta su hogar, en donde, desde el primer momento que pisaron la entrada, se inundaron de un sentimiento de agradecimiento y paz , por poder ser afortunados y regresar a casa.
“Bendito sea Dios, después de todo lo que pasamos, pudimos llegar de nuevo a nuestra casa y eso, en verdad, nos dejó momentos de reflexión, de saber que vivimos una situación difícil, pero que ya estamos aquí; tenemos sentimiento encontrados, por un lado, alegría de que mis niños estén por aquí y por otro lado, la preocupación de la gente que conocimos y que nos trató increíble y que sigue por allá, en medio de todo esto”, relató.
Narró que el llegar a su casa de nuevo, luego de días de desesperación e incertidumbre, los hizo valorar cada uno de los detalles, que incluso antes no eran tan significativos, como dormir en su cama o cenar tacos.
“El llegar a mi casa sin duda fue muy emotivo, volver a ver a mi mamá, a mis hermanos, hasta a nuestras mascotas fue algo muy emotivo, que te hace valorar, el llegar a mi casa, que mi familia nos haya recibido con taquitos, fue algo muy emotivo, pues extrañábamos y en momentos como ese no sabes si volverás a disfrutar esos pequeños detalles”.
La vida de Franco Soria, la de su esposa Suggey Oñate y sus hijos Eitan Eriel, Saraheli y Eliam, así como la de cientos de mexicanos que se encontraban en medio de este conflicto, no volverá a ser igual, pues hoy agradecen que sólo quedó en una anécdota y que son ellos mismos quienes la pueden contar.
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“Hoy estamos contentos, hoy estamos bien y seguiremos pidiendo porque todos los que nos encontramos en este viaje se encuentren bien y que llegue la paz a estos pueblos”.
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