CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Más de 30 manifestantes se plantaron en el patio de la presidencia municipal para exigir la devolución de su saldo de tu tarjeta Sibe, o bien, que vuelva a hacerse efectiva la tarjeta de prepago de la tarifa general, porque está afectando la economía de los celayenses, ya que en la mayoría hay hasta tres integrantes de una familia que ahora pagan nueve pesos y no 6:50, como sucedía hasta el pasado miércoles.
Por lo menos diez de los manifestantes, que ayer llegaron con pancartas al patio de la presidencia dijeron que estuvieron a punto de llegar a golpes con los operadores, porque algunos los bajaron a la fuerza y otros con insultos, pero que finalmente los usuarios decidieron quedarse con el coraje, sobre todo porque habían perdido un día de trabajo.
Francisco Ramírez, de la colonia Bosques, hizo un llamado a las autoridades de que se acepte de nuevo la tarjeta Sibe, porque, en su caso, son tres familiares los que usan la tarjeta de 6:50, y que ayer, sin estar informado, se les rechazó, por lo que los tres perdieron el día en la fábrica.
También, la señora María Elena Gastélum, de la colonia Jacarandas, comentó que ella también iba a trabajar, muy temprano, cuando se le rechazó la tarjeta y como no tenía más dinero, que el concentrado en el saldo, se tuvo que bajar de la unidad, perdiendo su día de trabajo en una empresa en Ciudad Industrial.
Por su parte, la señora Mier Pérez, de la Latino I, comentó que exigen que se les devuelva el dinero de su tarjeta, aunque ya habían perdido un día de trabajo, pero insistió, junto con otros 30 manifestantes, que se siga respetando la tarjeta, porque están afectando el bolsillo de las familias.
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Enrique Germán, de la colonia Las Flores, comentó que, como los demás afectados, perdió su día de trabajo, porque al no poder viajar en micro, se fue caminando, pero cuando llegó, le negaron el acceso a su trabajo, diciéndole que a la empresa no le interesan los problemas de los transportistas.
Asimismo, Javier Morales, de la colonia Emiliano Zapata, afirmó que el asunto llegó a punto de los golpes, de no ser que antes de golpear al chofer, pensó en sus hijos y su familia, y sólo por ellos no lo golpeó al operador.
Alejandro Sánchez, de Trojes, expuso que bien le tenía ganas al chofer, porque no es la primera vez que se porta grosero con la gente, y que ahora que lo había bajado a la fuerza, estuvieron a punto de terminar a golpes, pero tenía que ir a trabajar, y aun cuando regresó a casa por efectivo, en su trabajo no le permitieron llegar tarde.
Andrés Yaca, de Monte Blanco, contó que el chofer fue grosero no sólo con él, sino con otras personas, y ni siquiera con modales bajó a la gente, sino que lo hizo con prepotencia.
Daniel Ortíz, de la Ejidal, dijo que él si se agarró a empujones, porque el chofer fue quien tuvo miedo a los golpes, pero al final decidió tomar otro micro, que tampoco lo dejó subir, así que, junto con otras personas, caminaron a la presidencia para manifestarse.
Samuel García, de la Buenfil, afirmó que sí se agarró a insultos, pero no le ganaron, así que tomó otro micro y el otro chofer le aceptó los seis pesos, con los que llegó a la presidencia para desquitar su coraje.
José Trinidad, de Gobernadores, manifestó que perdió su día de trabajo, y que nunca en sus 25 años en la empresa había faltado, por lo que consideró injusto lo que se hizo y por eso también pide que vuelvan a aceptar la tarjeta del Sibe.
Por último, Pablo Campa, de la colonia Los Olivos, señaló que si el municipio y los dueños de los micros no se ponen de acuerdo, entonces la próxima manifestación no serán de 30, sino de muchos más, porque está seguro que los estudiantes de nivel medio superior y superior respaldarán a los trabajadores, es decir, a sus padres.