APASEO EL ALTO, Gto.- (OEM-Informex).- José de Jesús Bravo Gómez es originario de Apaseo el Alto y a sus 71 años detalló que venir a la peregrinación es "ir al cielo" es por eso que de manera interrumpida ha sido peregrino durante 53 años.
Relató que únicamente ha suspendido la visita a la virgen de Guadalupe dos años y eso fue por la pandemia, ya que ni por tener una salud delicada ha faltado año con año. De familia de peregrinos la fe y la devoción a la virgen morena, desde los 18 años lo han motivado a que vaya hasta después de su padre falleciera y con quien empezó estos recorridos.
“Después de que mi padre falleció me seguí viniendo con mi primo David Riveros, quien también era un peregrino viejo y que duro muchísimos años viniendo por milagros que no has hecho la virgencita”, dijo el señor Bravo Gómez.
A pesar de que era muy joven detalló que venir a la peregrinación es como “ir al cielo” y es que el andar con otro hermanos como él le mencionó es olvidarse hasta de la familia, solamente es la fe y la convivencia entre el contingente de hombres. Comentó que hace 35 años al jugar fútbol tuvo fractura de la tibia y el peroné, la cual por complicaciones de salud le tenían que amputando pero a la fecha se recuperó con una afortunada operación y la colocación de clavos.
“Me agarre de la virgencita y ahí está mi pie, ahora me deja seguir viniendo a las peregrinaciones y a seguir jugando al fútbol, ya que después de la operación a los dos meses me vine a la peregrinación pero no aguante me sentaba de ratos y luego seguía”, detalló el peregrino.
Finalizó que actualmente acude a las peregrinaciones con su nieto, y será él que siga en las peregrinaciones con la devoción que la familia lo ha hecho, mientras tanto seguirá hasta que la salud y la virgen de Guadalupe lo permita.