CELAYA ,Gto.- “El gobierno debe darnos ese derecho de votar y de ser votados”, manifestó Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya, luego de que se le preguntara su opinión sobre que, entre otras prohibiciones, los ministros de culto no tienen derecho a ser votados para desempeñar cargos públicos, pero sí a votar. Además, mencionó que “una cosa es que nosotros por el Derecho Canónico renunciemos a un derecho y otro es que no me lo des”.
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Por una parte, recordó que antes de 1992 la Iglesia no tenía voz ni voto, sin embargo, cuando el expresidente de México Carlos Salinas de Gortari estableció una relación con ellos, la cual considera “muy amañadita y cargada de un lado, nosotros como ciudadanos de segunda tuvimos el derecho de votar, pero no de ser votados”.
Sin embargo, aseguró que “una cosa es que nosotros por el Derecho Canónico renunciemos a un derecho y otro es que no me lo des. El gobierno debe darnos ese derecho de votar y de ser votados, que nosotros después por derecho canónico, por normas internas de la Iglesia renunciemos voluntariamente a ese derecho es diferente, pero obviamente no nos lo dieron”.
Aseguró que ese derecho se intentó pedir, pero “es casi imposible. Es un diálogo entre sordos, solo dicen denles esto y lo otro, no sé si al final tienen miedo, si piensan que les va uno arrebatar el poder político o alguna situación así, pero no se ha conseguido”. También mencionó que el que los integrantes de la Iglesia no se afilien a un partido político tiene razones prácticas, ya que no pueden asistir a las reuniones, ni a los mítines, porque si no pueden ser votados, “qué caso tiene afiliarse”.
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“Yo nada más puedo votar, eso lo puedo hacer sin afiliarme a nada. Segunda, nosotros tenemos en nuestras filas en la Iglesia a todos los partidos, por eso no podemos pronunciarnos abiertamente por un partido, el sacerdote en su mundo interno tendrá sus preferencias y gustos, como ciudadano sabe por quién va a votar, se aplica el voto secreto, puedo votar por el que yo quiera, pero no puedo decir por quién votes”.
Mencionó que parece que esta prohibición solo es para la Iglesia Católica, ya que hasta para los permisos de radio y televisión tienen obstáculos, mientras que, Iglesias como la Luz del Mundo, la cual tiene su origen en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en Tabasco se quiso hacer una Iglesia nacional.
“Ellos querían poner a los obispos, ordenar a los sacerdotes, pedían que los sacerdotes se pudieran casar, cuando no se le obliga a nadie a casarse. En ese tiempo nació la Luz del mundo para contrarrestar a la Iglesia Católica. Después vino la infiltración de todas las sectas protestantes que fueron invitadas por el gobierno mexicano, pagadas y subsidiadas por el gobierno americano para dividir y desintegrar a la Iglesia”.
“La cuestión fue prohibir que tengas acceso a los medios radiofónico o de comunicación, meterte grupos que empiezan a dividir la Iglesia y obviamente aprovechar todos los descalabros que como Iglesia podamos tener, algunos errores para magnificarlos. Al final de cuentas, si algo une a México es la fe. En lo político, social, económico y educativo estamos divididos, pero independientemente de su color partidario, la postura social, cultural y económico, la fe y la Virgen de Guadalupe unen a la gente”. Y, tan es así, que recordó, la candidata de la Coalición “Sigamos Haciendo Historia”, Claudia Sheinbaum, la usa porque sabe el valor que tiene para los mexicanos.
“QUE TENGAMOS LOS DERECHOS COMPLETOS, NO CREO”: OBISPO
Por otra parte, el obispo no cree que algún día consigan los derechos completos, ya que viven una relación de coexistencia pacífica con el gobierno y han preferido mantener esa sana distancia antes de que se conflictúen las situaciones. Considera que en México ha sido una situación ríspida en distintos estados y, es que asegura, no es igual la relación que tienen los políticos con la Iglesia en el Estado de México, Michoacán o Guanajuato que en Chiapas, Yucatán y en los estados del norte, debido a que depende del gobernante que esté, de los prejuicios que tenga o de las circunstancias históricas que obligan a que se unan o no.
“A veces depende de los personajes que se encuentren, es decir, es muy difícil mientras no se pase a una ley y no se escriba, y para que pase eso está muy difícil porque normalmente los congresos son anticlericales la mayoría y, no es de hoy, no es nuevo. En muy pocos momentos de la historia ha sido una relación cordial, pacífica, de colaboración, siempre ha habido una situación ríspida de no entendimiento, distanciamiento y luego otro momento de acercamiento, de paz, de colaboración”.
“Cada que cambia la presidencia, cada sexenio se inventa México y se llena de un color los congresos. Corrigen, enmiendan la constitución, hacen leyes secundarias que incluso algunas no se conocen. Esto es un diálogo que tiene que irse dando y concretando de a poco y con el tiempo en las circunstancias que se vayan dando”, concluyó el obispo.
