“Entre pitos, y flautas.”
Expresión popular.
1.- A pocos días de los tres años. Largos, convulsos años de la disque cuarta trasformación, vemos un panorama difícil, extraño, con signos de destrucción.
2.- Como ha pasado el tema de las elecciones, pues el tema de la vacuna adelgazó, al señor hablante (o hablador) Hugo, lo despiden con mentadas y con mariachis y aun no cesa de blasfemar, en contra de los padres de los niños con cáncer.
3.- Si él Doctor Hugo, tuviera un hijo con cáncer en este tiempo haría lo mismo que los atribulados padres de esos niños, hacen. Lo mismo que hizo el señor solitario de Palacio, manifestaciones, bloqueos…
4.- Realmente se veía venir algo de esto: desde que ese señor empezó a dictar medidas a destiempo; desde que en forma abrupta se supo de las disposiciones de todo tipo; desde el virtual perdón presidencial inexistente jurídicamente, a Peña, quien en cierto modo es el “culpable” de que haya ganado ese señor; la cancelación de una gran obra que implicaba un gran avance; la ausencia de la figura presidencial en foros internacionales y el verdadero alud de declaraciones, contradictorias, fantasiosas, de todo tipo, el enjambre de mentiras, condenas, denostaciones, señalamientos, burlas a todos, que le han valido estar siempre en la noticia diaria.
5.- Casi era inimaginable lo que sucedería, es hora de hacer juicios y llama la atención y mucho, la timidez del gobierno en contra de la delincuencia. Los consejos que han sido una burla repetida y escarnio público, demuestran un miedo para enfrentar con la fuerza que da la Ley, muchos problemas.
6.- Y viene la dizque consulta del 1 de agosto, otra farsa como la rifa de un avión. Si duró 18 años en campaña, y parece seguir en campaña, con su carácter de terco, de obstinado. Y por lo pronto, para jugar con sus nombres, ya nombró a sus supuestos consentidos y hasta excluyo a Monreal. Más ruido….
7.- Los grandes temas son ausentes. El tema de la salud está más relegado. Los nuevos criminales parecen ser los padres que carecen de medicinas para sus hijos y que carecen de un presidente (carecemos) sensible, leal, afectivo.
8.- Siempre he creído que la lealdad no habita en muchos terrenos, ni en muchos políticos, ni menos en muchos Partidos Políticos.