CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- Con mariachi, celebraciones eucarísticas, bendición de escapularios, consagraciones y una verbena popular colocada en el atrio y alrededor del templo, con gran fe y devoción cientos de fieles católicos celebraron a la Virgen del Carmen.
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La fiesta comenzó a las 6:00 horas con el “Mariachi Los Reyes”, quienes por una hora cantaron en honor a la Virgen del Carmen. El repertorio comenzó con “Las Mañanitas”, seguido por “En tu día”, “Viva la fe, viva la esperanza”, “Hermoso Cariño”, “Por amor”, “Gema”, “Amor eterno”, “Tres regalos”, “Un día a la vez”, “Himno a la humildad”, entre otras.
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Posteriormente, se celebró la eucaristía cada hora con la presencia de cientos de personas que se aglomeraron en el interior del templo, así como debajo del manto de la Virgen, esto a pesar de que los frailes indicaron que la entrada y salida serían por dos lugares distintos y a que les dijeron que continuaran con su recorrido para que fluyera la gente.
Al finalizar las misas, los frailes carmelitas bendijeron escapularios, hicieron consagraciones y exhortaron a los fieles a pedir por la paz, por las mujeres que han perdido a un hijo a causa de la violencia y por todas las familias que tienen a una persona desaparecida.
De igual forma, personas en silla de ruedas, muletas, de la tercera edad, mujeres embarazadas, niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos acudieron a pedir a la Virgen por su salud y su familia, mientras que otros dieron gracias por los favores recibidos.
Por otra parte, en el atrio del templo se colocaron algunos puestos de alimentos a cargo de los diferentes grupos del Templo y al exterior del mismo, más de 40 comerciantes se instalaron en las calles de El Carmen y Francisco I. Madero. La afluencia vehicular estuvo controlada. Los carros circulaban por la Calzada Independencia, Álvaro Obregón y Manuel Doblado.
Es importante mencionar que, el 16 de julio de 1251, San Simón Stock, quien era el superior de los padres Carmelitas del convento de Cambridge, se le apareció la Virgen María en el Monte Carmelo, ubicado en el país de Israel, con un escapulario, el cual dijo, ayudaría a quien lo portara a ir al cielo.