CELAYA, Gto.- Con la renovación del Juramento del Patronazgo sobre la ciudad, el rezo del Santo Rosario en la Glorieta de los Fundadores y la participación de más de 400 personas en la Sagrada Eucaristía concelebrada por seis sacerdotes y presidida por el Obispo de la Diócesis de Celaya, Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledezma, se conmemoró el “Centésimo Décimo Cuarto Aniversario de la Coronación Pontificia de la Purísima Concepción, Reina y Patrona de Celaya”, en el Templo de San Francisco.
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La festividad inició a las 08:00 horas en la Glorieta de los Fundadores, donde los asistentes rezaron el Santo Rosario. En el lugar estuvo presente Monseñor Aguilar Ledesma; Fray Noé García Magos, rector del Templo de San Francisco; el padre Alfredo Picón, párroco de la parroquia de San Miguel Arcángel; el Grupo Celaya de las Peregrinas Guadalupanas; así como fieles pertenecientes a diferentes decanatos, a quienes se invitó a participar en la campaña de oración por la paz en el mundo, que consiste en rezar un Padrenuestro, un Ave María, un Denario o un Rosario.
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Más tarde, en punto de las 12:00 horas, las campanas del templo repicaron para anunciar que comenzaba la misa solemne. Al comenzar la misa, el obispo pidió, de manera especial, por los celayenses para que sean buenos hijos de Dios, por el sínodo que se realiza en Roma y por el cese de la guerra en Israel y Palestina.
Después de que los asistentes, entre ellos las autoridades municipales, meditaron con atención la Palabra de Dios, escucharon el mensaje del obispo, en el que les pidió buscar la paz y, para alcanzarla dijo que es importante vivir en el orden, lo legal y lo moral.
“Hay que buscar la paz, aunque parece que no la buscamos, preferimos el conflicto, la confrontación. La paz hay que construirla nosotros, sí hay que pedirla, pero también hay que construirla. Hay que pedir a la Virgen que quite las tinieblas del pensamiento, para tener pensamientos de paz, que entendamos que quien está a un lado de nosotros es nuestro hermano y que tiene la misma dignidad”.
“Hay que buscar tener pensamientos, palabras, sentimientos, gestos y acciones de paz. La justicia y la paz hay que abrazarlas, van juntas, hay que respetar al hermano, hay que ser instrumentos de paz, donde tú te presentes, si ves que hay odio, dales amor, donde haya dudas, lleva fe, donde hay tristeza lleva alegría, así se construye la paz, ciertamente no es fácil, pero la lucha debe hacerse”.
También dijo que es importante honrar a la Virgen de la Purísima Concepción y decirle que los ayude a ser artesanos de paz en la familia y en la comunidad, que los acompañe como pueblo y como nación para dar una respuesta valiente y entusiasta a esa paz.
Posteriormente, se llevó a cabo la renovación del Juramento del Patronazgo sobre la ciudad y se pidió por la paz diciendo: “Señor Jesús, tú eres nuestra paz, mira nuestra patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren, da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan, toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, dales el don de la conversión”.
“Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz para que en ti, nuestro pueblo tenga vida. Purísima Concepción, Reina y Patrona de Celaya, ruega por nosotros”, concluyeron fieles y sacerdotes.
