El 17 de febrero de 2024, fue tomada la ciudad fortaleza de Avdivka, al sur de Ucrania, lo que representó una de las peores derrotas del occidente colectivo, más importante aún que la toma de Bakmut hace un año, que en su momento se le nombró la “picadora de carne”.
La estrategia rusa sigue siendo la misma y los errores cometidos por Volodímir Zelenski también, ya que estando rodeado el raión, sin posibilidad de resistir, no se dio la orden de retirada para preservar la vida de los defensores, sino hasta que el cerco estuvo completo y se desató una carnicería a lo largo de la única línea de la vida que les quedó a las tropas financiadas por la OTAN y la administración Biden para huir. Cuando colapsó la defensa, los primeros en ponerse a salvo fueron los mercenarios norteamericanos que salieron a toda velocidad en sus M3 Bradley hostigados por la artillería rusa, y quedando dentro de la ciudad miles de movilizados que si no fueron hechos prisioneros, terminaron muertos o heridos. A partir de la toma de Avdivka, los rusos no han dejado de avanzar hacia el norte en una línea del frente de casi 2 mil kilómetros de largo.
Es importante aclarar que Avdivka está a solamente 15 kilómetros de la ciudad de Donetsk, y desde ahí bombardeaban los ucranianos con los M142 HIMARS norteamericanos a la capital de iure del Óblast homónimo, ocasionando cientos de víctimas civiles en una de las ciudades más densamente pobladas del Donbás. En esta ocasión, y a diferencia de las tomas de Mariupol y Bakmut, si fue aceptada de inmediato la noticia de la derrota de las fuerzas ucranianas y vista con extrema preocupación por Washington, Londres y Bruselas.
Este 24 de febrero se cumplieron ya 2 años de iniciada la operación especial de Rusia en Ucrania, y hoy menos que nunca se le ve solución al conflicto que desangra a ambas naciones hermanas, en una guerra artificial, instigada por la CIA y la OTAN, como tantas otras que ocasionaron en Centroamérica y Sudamérica, y tan falsa y absurda como el Estado de Israel.