Hay semanas y meses que la vida transcurre como si nada pasara y otros, donde lo que falta es tiempo para celebrar o llorar, hoy vivimos situaciones que conducen a cruzar las líneas rojas del peligro como son: el sentimiento de omnipotencia, el entumecimiento cultural y la negligencia justificada o no y aunque había decidido no hablar más de cosas desagradables, el país y su gobernante nos hacen ver cómo hemos perdido la sensibilidad sobre temas trascendentales y verdaderamente deleznables como los acontecidos estas semanas y aunque en nuestro tránsito por la vida conocemos personas todos los días, algunas por casualidad están destinados para cruzarse en nuestro andar para causar daño irreversible; por eso hoy, me niego a hablar de infanticidios y feminicidios, me niego a reconocer que nuestra dignidad como ciudadanos está destrozada por la normalización de la violencia hacia la mujer en nuestro país y por la indiferencia de las autoridades ante estos hechos culpando al pasado, me niego a ver la violencia y sangre de mentiras e incongruencias, de austeridad inexistente aunada a escasez permanente para los más necesitados, me niego a reconocer la falta de valores e insensibilidad para lo que acontece en el país y me niego a no reconocer que el día que todos actuemos con valores cívicos y verdadero patriotismo este país volverá a ser el país donde nací, así que una vez dicho esto que me duele y nos duele como país, me niego a seguir hablando de cosas desagradables porque así como hay personas que se cruzan en nuestro destino para dañar y sangrar, así, hay personas que a pesar de haberles visto una sola ocasión se convierten en amigos especiales y no podemos explicar el lazo que nos une a ellos, convencida que para mí la amistad no crece por la presencia de las personas, crece en la magia de saber que aunque no las veas las llevas en el corazón y están contigo en los momentos que menos te imaginas, sean las mejores o peores circunstancias, están también aquellas personas que han caminado largo trecho de la mano y estas personas pueden estar cerca o no en cuanto a presencia física, más se encuentran siempre en nuestro corazón, son aquellas con las que hemos reído y llorado muchas veces, hemos disfrutado nacimientos de hijos y llorado pérdidas en compañía evitando odios y sufrimientos en soledad, como este es el mes dedicado a la amistad a pesar del caos, los amigos nos permiten conservar los sueños sabiendo que cada uno contiene un secreto realizable y cada amanecer una esperanza, por eso segura estoy que cuando partimos a un nuevo plano y lugar, dejamos pedazos de nosotros en este lugar y que mientras permanezcamos aquí, el amigo siempre te ayudará a recoger los pedazos de un corazón partido para levantarte y ayudarte a seguir caminando, pues mientras la vida continúe la felicidad se construye día con día, por eso, aunque aún reclamamos las muertes y los feminicidios hay algo que no pueden matar, nuestra alma y mientras nuestra alma exista andaremos por ahí, sin descansar, buscando justicia, consolando a quienes perdieron a las víctimas en manos de desalmados, mujeres y niñas que desde la inexorable muerte viven aquí reclamando justicia y mientras usted recupera el asombro ante estos acontecimientos y la débil respuesta de quienes tienen la responsabilidad por sanar lo descompuesto, yo espero sus comentarios deseando un mejor país y mejores decisiones en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo sus comentarios.
Hay semanas y meses que la vida transcurre como si nada pasara y otros, donde lo que falta es tiempo para celebrar o llorar, hoy vivimos situaciones que conducen a cruzar las líneas rojas del peligro como son: el sentimiento de omnipotencia, el entumecimiento cultural y la negligencia justificada o no y aunque había decidido no hablar más de cosas desagradables, el país y su gobernante nos hacen ver cómo hemos perdido la sensibilidad sobre temas trascendentales y verdaderamente deleznables como los acontecidos estas semanas y aunque en nuestro tránsito por la vida conocemos personas todos los días, algunas por casualidad están destinados para cruzarse en nuestro andar para causar daño irreversible; por eso hoy, me niego a hablar de infanticidios y feminicidios, me niego a reconocer que nuestra dignidad como ciudadanos está destrozada por la normalización de la violencia hacia la mujer en nuestro país y por la indiferencia de las autoridades ante estos hechos culpando al pasado, me niego a ver la violencia y sangre de mentiras e incongruencias, de austeridad inexistente aunada a escasez permanente para los más necesitados, me niego a reconocer la falta de valores e insensibilidad para lo que acontece en el país y me niego a no reconocer que el día que todos actuemos con valores cívicos y verdadero patriotismo este país volverá a ser el país donde nací, así que una vez dicho esto que me duele y nos duele como país, me niego a seguir hablando de cosas desagradables porque así como hay personas que se cruzan en nuestro destino para dañar y sangrar, así, hay personas que a pesar de haberles visto una sola ocasión se convierten en amigos especiales y no podemos explicar el lazo que nos une a ellos, convencida que para mí la amistad no crece por la presencia de las personas, crece en la magia de saber que aunque no las veas las llevas en el corazón y están contigo en los momentos que menos te imaginas, sean las mejores o peores circunstancias, están también aquellas personas que han caminado largo trecho de la mano y estas personas pueden estar cerca o no en cuanto a presencia física, más se encuentran siempre en nuestro corazón, son aquellas con las que hemos reído y llorado muchas veces, hemos disfrutado nacimientos de hijos y llorado pérdidas en compañía evitando odios y sufrimientos en soledad, como este es el mes dedicado a la amistad a pesar del caos, los amigos nos permiten conservar los sueños sabiendo que cada uno contiene un secreto realizable y cada amanecer una esperanza, por eso segura estoy que cuando partimos a un nuevo plano y lugar, dejamos pedazos de nosotros en este lugar y que mientras permanezcamos aquí, el amigo siempre te ayudará a recoger los pedazos de un corazón partido para levantarte y ayudarte a seguir caminando, pues mientras la vida continúe la felicidad se construye día con día, por eso, aunque aún reclamamos las muertes y los feminicidios hay algo que no pueden matar, nuestra alma y mientras nuestra alma exista andaremos por ahí, sin descansar, buscando justicia, consolando a quienes perdieron a las víctimas en manos de desalmados, mujeres y niñas que desde la inexorable muerte viven aquí reclamando justicia y mientras usted recupera el asombro ante estos acontecimientos y la débil respuesta de quienes tienen la responsabilidad por sanar lo descompuesto, yo espero sus comentarios deseando un mejor país y mejores decisiones en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo sus comentarios.