Cuando nos volvemos indiferentes ante la desgracia o tristeza de otros nos comenzamos a deshumanizar, el simple hecho de burlarse de la desgracia ajena nos hace ser lo peor que el ser humano puede conocer.
Todo era esperanza cuando el Presidente prometió una y otra vez atender las causas sociales, a las víctimas de los delitos más graves que han aquejado a la sociedad mexicana, sin embargo, todo fue un engaño, una simple y sencilla forma de engañar a aquellos que creyeron en su palabra, madres y padres desconsolados, amigos y familiares en busca de ayuda y que hasta el día de hoy ha sido negada de manera directa y hasta en tono sarcástico.
Creer que el Presidente resolvería la situación del país o que la mejoraría se volvió una utopía, las primeras desavenencias fueron hacia los Padres de los jóvenes de Ayotzinapa a los familiares de los 43 jóvenes, de ahí brincó a negar la mínima atención de recibir a las madres buscadoras, pero prefirió atender a las madres de hijos argentinos desaparecidos, sin saber por qué ellas sí tenían ese derecho de ser escuchadas por el presidente de México pero nuestras connacionales no, ellas no tienen ese derecho a pesar de que confiaron en él.
Pero hace algunos meses comenzaron las burlas e indirectas que no cesan al pasar de los días y de los hechos violentos que dominan al país de rincón a rincón, todo inició con los jóvenes asesinados en Celaya, esos jóvenes estudiantes de medicina que el Gobierno Federal literalmente tachó de drogadictos y delincuentes pero que solo fue para lavarse las manos e inclusive se burló con su cínica risa, porque aquellos jóvenes no tenían nada que ver en actos delictivos y quedó demostrado por la Fiscalía del Estado, la madre de los jóvenes tuvo que defender su memoria porque el presidente sólo se burló y ahora la más reciente con los paramédicos asesinados el día 23 de abril, el presidente optó por burlarse en vez de ofrecer ayuda o alguna solución diciendo que mandar a “Latinus o a los de derechos humanos” (se ríe el presidente).
Qué es ese pedazo de ser humano que se hace llamar presidente, qué falta de sensibilidad a las víctimas y sus familias, lo mínimo que puede decir es que lamenta los hechos y listo, pero cuál es la necesidad del primer mandatario de burlarse, de reírse y omitir ayudar, estamos hundidos en la desgracia por este ser humano indiferente ante la desgracia de otros, porque si fuera su familia él mismo sale a defenderlos y pedir que se investigue a quien insulta a sus hijos, ojalá nunca tenga la desgracia de velar un hijo porque pañuelos no habrá, habrá indiferencia de los ciudadanos que prometió proteger.
