/ martes 26 de marzo de 2019

Charlas         

Se me ocurrió ayer (2)

… con mi constante inquietud

En todo momento estamos dispuestos para platicar, hacer chismes, reconocer actitudes pero cuando los temas son cortos, en tres minutos nos los acabamos. ¿Qué hacer para alguien que le gusta comunicar por escrito lo que vive y le falta “gordura” al concepto? Ya se los dije: hagan bola todos los asuntos y échenlos en la mesa de discusión, solitos de separan y hagamos los comentarios breves de lo que se nos ocurrió ayer.

El día 19 de febrero pasado invité en este mismo espacio a Jumapa y a las autoridades de Celaya a que pensaran en eliminar el inconveniente de realizar trabajos de imagen y mantenimiento de la ciudad, cuando ello implique obstruir el tránsito en las calles, a horas del día. Se crean caos viales que molestan mucho, surgen las protesta de bocinas y voces alteradas.

Sugerí que estos trabajos se hagan en la noche, cuando la circulación de los autos baja; en otras ciudades tanto de Guanajuato como de otros estados lo hacen. Adelantándome a cualquier justificación en sentido contrario hice la pregunta: ¿Por qué los otros sí y nosotros no podemos? Me pasé de optimista al pensar que dirían algo: no solo nadie dijo nada sino que a los dos días siguientes, desde las 10 de la mañana, levantaron tramos de pavimento de la calle de Allende, del Boulevard al jardín y en dos cuadras de éste, el mismísimo centro de la ciudad. ¡Vaya embotellamientos los que se hicieron al circular por solo un carril toda la mañana!

No es de enojarse, pero sí de preocuparse. Mi voz personal puede no contar, pero sí mi voz ciudadana y más cuando se respalda por el clamor de TODA la ciudadanía. Acepto el argumento de que las autoridades no me lean, pero la oficina de comunicación social de la presidencia, que por necesidad debe realizar diariamente un estudio exhaustivo de la información, tiene la obligación de leerme, hacer llegar a sus jefes las noticias completas, buenas y malas, máxime cuando se trate de un asunto que los involucre, no importa la sección en que aparezca, pensando bonito, esto podrá ser guía de acción siempre y cuando los jefes tengan sensibilidad política y responsabilidad.

Mi preocupación, pues, es por la probable sordera de las autoridades.

Otro. Es aceptable preguntar: ¿Cómo es posible que aparezcan audios después de algunos años del sucedido sobre temas borrascosos que nadie tendría interés por grabar y correr el riesgo de dejar constancia de una grave responsabilidad? Así es y no sólo me refiero al ¡bum! de unas conversaciones que dicen pertenecen a un expresidente de Cortazar, chismes que se han traído al tapete de las discusiones políticas engarzándolas al huachicoleo y al indebido manejo de fondos federales sino también a otros muchos audios que han salido bajo los mismos términos en toda la república en casos sonoros, pero muy sonoros.

¿Quién los grabó? ¿Con qué intenciones? ¿El veneno de la intención con la que se grabó vio su oportunidad de salir a la luz hasta ahora? ¿Son ficticios los audios? Esperemos resultados…

Otro: En una reunión de amigos empresarios se tocó el tema de los salarios y del famoso “108mil del presidente”. Se habló de los salarios mínimos, los que por ley debían pagarse para cubrir como mínimo las necesidades del trabajador, considerados un engaño desde su origen porque nunca ha sido suficiente. Risas y sorpresas.

Les he platicado a ustedes cuando de niño compraba un barquillo de nieve de agua por UN CENTAVO, los de leche a DOS CENTAVOS y de mantecado, relleno de pasas, nueces y acitrones por TRES CENTAVOS, de joven la gasolina costaba 40 CENTAVOS el litro, a los bailes de gala con orquestas de México y la de Valle, que era la que rifaba, podías entrar por 15.00 pesos general y 10.00 si eras estudiante. Pues ni así alcanzaba!

Mis amigos, la mayoría chavos, no me lo creyeron y tuve la necesidad de recurrir a mis libros viejos de mi biblioteca y les mostré en otra reunión: salario mínimo para 1948: ¡$4.50 DIARIOS, $135.00 AL MES!, año en que yo ya ostentaba un título profesional. Cuando ingresé a El Sol del Bajío, en 1963, es salario mínimo era de $17.50 diarios $525.00 al mes. Cuando ingresé al Gobierno del Estado, en 1985, el salario mínimo era de $1,250.00 diarios $ 37,500.00 mensuales y cuando dejé dicho trabajo, en 1992, era de ¡$13,330.00 diarios $399 900.00 mensuales! ¡Uf!

Cuando regresé de nuevo a ejercer mi profesión, en 1998, el salario mínimo era de $30.20 diarios $906.00 mensuales y para este año que estamos viviendo, es de $102.68 diarios $3 080.00mensuales… Por favor hagan comparaciones…¡¡¡¡UNA LOCURA DE VAIVEN, SIN RESULTADOS!!!! En realidad los salarios mínimos han quedado sólo como referentes de multas e impuestos y se aprovechan, cada vez que se ajustan (¿), a las amenazas y chungas sindicales. No´más.

Habrá quien dude de los precios y cifras que menciono. Tengo también papeles viejos que me apoyan con todo y su polilla.

Final: los puentes laborales largos, puentes de la vagancia, que muchos los aplaudimos, son cosa difícil de comprender en su esencia: el 4 de febrero descansamos por festejar la promulgación de nuestra Constitución, en lugar de hacerlo el 5 de febrero; acabamos de descansar, el lunes 18 de marzo, para festejar el natalicio de Benito Juárez que es el día 21 de marzo; el lunes 18 de noviembre descansaremos para festejar el aniversario de la Revolución Mexicana que es el día 20 de noviembre. Esos arreglos que propician la holganza y frenan los esfuerzos del mexicano, son la voluntad de Diputados y Senadores para concedernos descansos extras y poder viajar a playas, ellos y ¿nosotros? sin premura de tiempo.

¡Gracias, señores! Pero no está de más una sugerencia: que los alumnos entiendan bien esos cambios, porque si no, sus conocimientos de historia estarán bien, pero bien errados.

Mi correo: abuelitocarlos@hotmail.com

Si Dios lo permite, nos encontraremos el próximo martes

Se me ocurrió ayer (2)

… con mi constante inquietud

En todo momento estamos dispuestos para platicar, hacer chismes, reconocer actitudes pero cuando los temas son cortos, en tres minutos nos los acabamos. ¿Qué hacer para alguien que le gusta comunicar por escrito lo que vive y le falta “gordura” al concepto? Ya se los dije: hagan bola todos los asuntos y échenlos en la mesa de discusión, solitos de separan y hagamos los comentarios breves de lo que se nos ocurrió ayer.

El día 19 de febrero pasado invité en este mismo espacio a Jumapa y a las autoridades de Celaya a que pensaran en eliminar el inconveniente de realizar trabajos de imagen y mantenimiento de la ciudad, cuando ello implique obstruir el tránsito en las calles, a horas del día. Se crean caos viales que molestan mucho, surgen las protesta de bocinas y voces alteradas.

Sugerí que estos trabajos se hagan en la noche, cuando la circulación de los autos baja; en otras ciudades tanto de Guanajuato como de otros estados lo hacen. Adelantándome a cualquier justificación en sentido contrario hice la pregunta: ¿Por qué los otros sí y nosotros no podemos? Me pasé de optimista al pensar que dirían algo: no solo nadie dijo nada sino que a los dos días siguientes, desde las 10 de la mañana, levantaron tramos de pavimento de la calle de Allende, del Boulevard al jardín y en dos cuadras de éste, el mismísimo centro de la ciudad. ¡Vaya embotellamientos los que se hicieron al circular por solo un carril toda la mañana!

No es de enojarse, pero sí de preocuparse. Mi voz personal puede no contar, pero sí mi voz ciudadana y más cuando se respalda por el clamor de TODA la ciudadanía. Acepto el argumento de que las autoridades no me lean, pero la oficina de comunicación social de la presidencia, que por necesidad debe realizar diariamente un estudio exhaustivo de la información, tiene la obligación de leerme, hacer llegar a sus jefes las noticias completas, buenas y malas, máxime cuando se trate de un asunto que los involucre, no importa la sección en que aparezca, pensando bonito, esto podrá ser guía de acción siempre y cuando los jefes tengan sensibilidad política y responsabilidad.

Mi preocupación, pues, es por la probable sordera de las autoridades.

Otro. Es aceptable preguntar: ¿Cómo es posible que aparezcan audios después de algunos años del sucedido sobre temas borrascosos que nadie tendría interés por grabar y correr el riesgo de dejar constancia de una grave responsabilidad? Así es y no sólo me refiero al ¡bum! de unas conversaciones que dicen pertenecen a un expresidente de Cortazar, chismes que se han traído al tapete de las discusiones políticas engarzándolas al huachicoleo y al indebido manejo de fondos federales sino también a otros muchos audios que han salido bajo los mismos términos en toda la república en casos sonoros, pero muy sonoros.

¿Quién los grabó? ¿Con qué intenciones? ¿El veneno de la intención con la que se grabó vio su oportunidad de salir a la luz hasta ahora? ¿Son ficticios los audios? Esperemos resultados…

Otro: En una reunión de amigos empresarios se tocó el tema de los salarios y del famoso “108mil del presidente”. Se habló de los salarios mínimos, los que por ley debían pagarse para cubrir como mínimo las necesidades del trabajador, considerados un engaño desde su origen porque nunca ha sido suficiente. Risas y sorpresas.

Les he platicado a ustedes cuando de niño compraba un barquillo de nieve de agua por UN CENTAVO, los de leche a DOS CENTAVOS y de mantecado, relleno de pasas, nueces y acitrones por TRES CENTAVOS, de joven la gasolina costaba 40 CENTAVOS el litro, a los bailes de gala con orquestas de México y la de Valle, que era la que rifaba, podías entrar por 15.00 pesos general y 10.00 si eras estudiante. Pues ni así alcanzaba!

Mis amigos, la mayoría chavos, no me lo creyeron y tuve la necesidad de recurrir a mis libros viejos de mi biblioteca y les mostré en otra reunión: salario mínimo para 1948: ¡$4.50 DIARIOS, $135.00 AL MES!, año en que yo ya ostentaba un título profesional. Cuando ingresé a El Sol del Bajío, en 1963, es salario mínimo era de $17.50 diarios $525.00 al mes. Cuando ingresé al Gobierno del Estado, en 1985, el salario mínimo era de $1,250.00 diarios $ 37,500.00 mensuales y cuando dejé dicho trabajo, en 1992, era de ¡$13,330.00 diarios $399 900.00 mensuales! ¡Uf!

Cuando regresé de nuevo a ejercer mi profesión, en 1998, el salario mínimo era de $30.20 diarios $906.00 mensuales y para este año que estamos viviendo, es de $102.68 diarios $3 080.00mensuales… Por favor hagan comparaciones…¡¡¡¡UNA LOCURA DE VAIVEN, SIN RESULTADOS!!!! En realidad los salarios mínimos han quedado sólo como referentes de multas e impuestos y se aprovechan, cada vez que se ajustan (¿), a las amenazas y chungas sindicales. No´más.

Habrá quien dude de los precios y cifras que menciono. Tengo también papeles viejos que me apoyan con todo y su polilla.

Final: los puentes laborales largos, puentes de la vagancia, que muchos los aplaudimos, son cosa difícil de comprender en su esencia: el 4 de febrero descansamos por festejar la promulgación de nuestra Constitución, en lugar de hacerlo el 5 de febrero; acabamos de descansar, el lunes 18 de marzo, para festejar el natalicio de Benito Juárez que es el día 21 de marzo; el lunes 18 de noviembre descansaremos para festejar el aniversario de la Revolución Mexicana que es el día 20 de noviembre. Esos arreglos que propician la holganza y frenan los esfuerzos del mexicano, son la voluntad de Diputados y Senadores para concedernos descansos extras y poder viajar a playas, ellos y ¿nosotros? sin premura de tiempo.

¡Gracias, señores! Pero no está de más una sugerencia: que los alumnos entiendan bien esos cambios, porque si no, sus conocimientos de historia estarán bien, pero bien errados.

Mi correo: abuelitocarlos@hotmail.com

Si Dios lo permite, nos encontraremos el próximo martes

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