/ miércoles 20 de marzo de 2024

De los Mitos a la Ciencia Ficción

“Si haces la experiencia de ser ficticio durante un tiempo, comprenderás que a veces los personajes de ficción son más auténticos que los individuos de carne y hueso y de corazón palpitante”. Richard Bach

La revolución científica del siglo XIX desató la imaginación para crear augurios de lo que poco se decía con anterioridad. Los descubrimientos y desarrollo para aplicar los principios de física, química, biología y matemáticas que facilitaron y mejoraron con máquinas, instrumentos y vacunas la calidad de vida, fueron un salto que abrió el camino a un futuro que dejara atrás incomodidades y enfermedades que diezmaban a la población mundial. Siglo donde se dio el primer paso para la cada vez más acelerada evolución tecnológica de nuestros días.

Acudo a la astronomía. Las observaciones del movimiento de los planetas y los astros que se remontan a la antigüedad de Egipto y de Grecia, sin dejar de mencionar las culturas amerindias de los Incas, Mayas y Mexicas que dejaron bases y principios de la ciencia del universo, no obstante que al llegar a un tope en sus descubrimientos tuvieron que recurrir a la creación de dioses, musas y otras divinidades objetos de adoración pagana. Mas el mundo sigue su marcha, evoluciona, en la mayoría de los casos para mejorar, en otros la ciencia se convierte en nuestro verdugo.

Quedaron atrás las divinidades como recurso explicativo de los misterios que inquietaban al hombre para poner sobre la mesa y demostrar con bases científicas los fenómenos celestes que dejaban dudas. Ptolomeo al inicio de nuestra era, desde el Renacimiento, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler, Charles Messier, por mencionar algunos, son pioneros que dieron lugar a la exploración espacial que nuestros días.

Mas la imaginación no se detuvo para dar paso y vuelo al deleite de novelas de ciencia ficción como las de los padres y creadores de un nuevo género literario. Julio Verne y Hugo Gernsback, autores de libros tan conocidos que se encuentran en los estanquillos de periódicos y revistas. La entelequia del pensamiento nunca ha tenido ni tendrá límites, de tal manera que la ciencia ficción ha sido y es elemento de muchos relatos y de culturas a lo largo de la historia.

La ciencia ficción como factor común en una amplia gama de relatos y de culturas diferentes a lo largo de la historia, impactó en la revolución científica, descubrimientos en astronomía, física, química, biología y matemáticas acontecidos en el siglo XIX proporcionaron el escenario adecuado para que surgiera la ciencia ficción moderna, que facilitó novedosas y fabulosas obras escritas argumentadas dentro de este género.

Un prolífico pensador, educador escritor y novelista inglés, Herbert George Wells, conocido como H. G. Wells es tan trascendental como los mencionados renglones antes un baluarte de este género literario. El historiador y crítico canadiense de literatura fantástica John Frederick Clute se refiere a G. G.. Wells como el literato de la voz aguda y atiplada y que su piel olía a miel para enseguida exaltar los grandes dotes literarios. De una escritura ágil y novedosa, leer al escritor londinense es, a través de su escritura cautivadora, transportarse a los confines de un mundo imaginario apoyado es chispas de ciencia.

Para terminar, ¿Quién no ha tenido pensamientos de ficción?

P.S. Justo para descansar a mis lectores de este aficionado a escribir, las próximas cuatro semanas no aparecerá esta columna en el espacio que generosamente me concede el Sol del Bajío.

flokay22@gmail.com

“Si haces la experiencia de ser ficticio durante un tiempo, comprenderás que a veces los personajes de ficción son más auténticos que los individuos de carne y hueso y de corazón palpitante”. Richard Bach

La revolución científica del siglo XIX desató la imaginación para crear augurios de lo que poco se decía con anterioridad. Los descubrimientos y desarrollo para aplicar los principios de física, química, biología y matemáticas que facilitaron y mejoraron con máquinas, instrumentos y vacunas la calidad de vida, fueron un salto que abrió el camino a un futuro que dejara atrás incomodidades y enfermedades que diezmaban a la población mundial. Siglo donde se dio el primer paso para la cada vez más acelerada evolución tecnológica de nuestros días.

Acudo a la astronomía. Las observaciones del movimiento de los planetas y los astros que se remontan a la antigüedad de Egipto y de Grecia, sin dejar de mencionar las culturas amerindias de los Incas, Mayas y Mexicas que dejaron bases y principios de la ciencia del universo, no obstante que al llegar a un tope en sus descubrimientos tuvieron que recurrir a la creación de dioses, musas y otras divinidades objetos de adoración pagana. Mas el mundo sigue su marcha, evoluciona, en la mayoría de los casos para mejorar, en otros la ciencia se convierte en nuestro verdugo.

Quedaron atrás las divinidades como recurso explicativo de los misterios que inquietaban al hombre para poner sobre la mesa y demostrar con bases científicas los fenómenos celestes que dejaban dudas. Ptolomeo al inicio de nuestra era, desde el Renacimiento, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler, Charles Messier, por mencionar algunos, son pioneros que dieron lugar a la exploración espacial que nuestros días.

Mas la imaginación no se detuvo para dar paso y vuelo al deleite de novelas de ciencia ficción como las de los padres y creadores de un nuevo género literario. Julio Verne y Hugo Gernsback, autores de libros tan conocidos que se encuentran en los estanquillos de periódicos y revistas. La entelequia del pensamiento nunca ha tenido ni tendrá límites, de tal manera que la ciencia ficción ha sido y es elemento de muchos relatos y de culturas a lo largo de la historia.

La ciencia ficción como factor común en una amplia gama de relatos y de culturas diferentes a lo largo de la historia, impactó en la revolución científica, descubrimientos en astronomía, física, química, biología y matemáticas acontecidos en el siglo XIX proporcionaron el escenario adecuado para que surgiera la ciencia ficción moderna, que facilitó novedosas y fabulosas obras escritas argumentadas dentro de este género.

Un prolífico pensador, educador escritor y novelista inglés, Herbert George Wells, conocido como H. G. Wells es tan trascendental como los mencionados renglones antes un baluarte de este género literario. El historiador y crítico canadiense de literatura fantástica John Frederick Clute se refiere a G. G.. Wells como el literato de la voz aguda y atiplada y que su piel olía a miel para enseguida exaltar los grandes dotes literarios. De una escritura ágil y novedosa, leer al escritor londinense es, a través de su escritura cautivadora, transportarse a los confines de un mundo imaginario apoyado es chispas de ciencia.

Para terminar, ¿Quién no ha tenido pensamientos de ficción?

P.S. Justo para descansar a mis lectores de este aficionado a escribir, las próximas cuatro semanas no aparecerá esta columna en el espacio que generosamente me concede el Sol del Bajío.

flokay22@gmail.com