/ miércoles 6 de marzo de 2024

Día Mundial de la Obesidad

“Haz que tu alimento sea tu medicina, y tu medicina tu alimento”, Hipócrates.

La ciencia y la tecnología han sido importante factor del progreso histórico de las naciones, de la salud y del bienestar de la población mundial, siendo las ciencias médicas importantes componentes en el desarrollo de la sociedad. Teniendo en cuenta la definición universal de la salud por la Organización Mundial de la Salud, la ciencia médica tiene la función de proteger, cuidar, desarrollar y mejorar los recursos que susciten mejor calidad de vida y por ende la fuerza laboral que origina el progreso, lo mismo por el contacto directo del médico con el paciente como por los programas emanados de los versados en salud pública.

En China, los epidemiólogos prestan especial atención al tema de la equidad médica clasificando, por tener orígenes diferentes, grupos con necesidades y riesgos disímbolos.

Por lo tanto, tratamientos desiguales. Un ejemplo de esto es la obesidad como causa importante de muchas enfermedades que, para prevenirlas requieren cambios en la estructura nutricional y estilo de vida que favorezcan la salud en la llamada epidemia del siglo que afecta a los países desarrollados y que ha comenzado a afectar a la población china y a los países en desarrollo y subdesarrollados. Problema que desde hace algunos años se ha convertido en dolor de cabeza de la salud pública, en particular nuestro entorno, que si bien somos un país en desarrollo, compite con los Estados Unidos en el primero y segundo lugar en sobrepeso y obesidad en el concierto mundial. Es tan alta la prevalencia que ha llegado a proporciones endémicas acompañada de elevada morbilidad y mortalidad, siendo un verdadero problema de salud pública.

Hemos visto la preocupación de las autoridades de salud al haber puesto en marcha medidas informativas en los alimentos con exceso de azúcares, sodio, harinas y grasas.

Restoranes han retirado los saleros de las mesas; las universidades han implementado la licenciatura en nutrición: cada vez más personas con sobrepeso u obesidad acuden al consejo profesional de nutriólogos y nutricionistas; en los gimnasios aumenta la clientela.

Las dietas de bajas calorías abundan en las redes sociales con resultados muy pobres; más, no obstante, en la curva epidemiológica (y en la curva del abdomen prominente) no se observa que tienda a reducirse.

Sabemos que la obesidad es multifactorial, entre los desencadenantes hay factores genéticos, metabólicos y producidos por disfunciones o enfermedades que merecen capítulo aparte. En mi opinión una causa a la que hay que poner más atención para el éxito en el manejo y tratamiento, es el factor psicológico. Brennan & Col., sin generalizar, demuestran que la obesidad está asociada con el aumento de afectos negativos lo cual se refleja en angustia, ira, disgusto, miedo y vergüenza, asociación que es atenuada u ocultada por la enfermedad física. Es decir, que los factores psicológicos como la ansiedad, la depresión, el consumo excesivo de alcohol juegan un papel importante en desencadenar la hiperfagia.

Se acaba el espacio, terminemos con una sentencia de Julia Farré.

“Cuando se dice la típica frase “somos lo que comemos” no solamente hace referencia al proceso de nutrición y salud sino también a nuestra manera de ser y hacer (…) A través de la alimentación, expresamos en parte quién somos y nuestro estilo de vida y valores se ven reflejados en ella”.

P. S. El lema de este año del Día Mundial de la Obesidad (4 de marzo) de la OMS es “Hablemos de obesidad”

flokay33@gmail.com

“Haz que tu alimento sea tu medicina, y tu medicina tu alimento”, Hipócrates.

La ciencia y la tecnología han sido importante factor del progreso histórico de las naciones, de la salud y del bienestar de la población mundial, siendo las ciencias médicas importantes componentes en el desarrollo de la sociedad. Teniendo en cuenta la definición universal de la salud por la Organización Mundial de la Salud, la ciencia médica tiene la función de proteger, cuidar, desarrollar y mejorar los recursos que susciten mejor calidad de vida y por ende la fuerza laboral que origina el progreso, lo mismo por el contacto directo del médico con el paciente como por los programas emanados de los versados en salud pública.

En China, los epidemiólogos prestan especial atención al tema de la equidad médica clasificando, por tener orígenes diferentes, grupos con necesidades y riesgos disímbolos.

Por lo tanto, tratamientos desiguales. Un ejemplo de esto es la obesidad como causa importante de muchas enfermedades que, para prevenirlas requieren cambios en la estructura nutricional y estilo de vida que favorezcan la salud en la llamada epidemia del siglo que afecta a los países desarrollados y que ha comenzado a afectar a la población china y a los países en desarrollo y subdesarrollados. Problema que desde hace algunos años se ha convertido en dolor de cabeza de la salud pública, en particular nuestro entorno, que si bien somos un país en desarrollo, compite con los Estados Unidos en el primero y segundo lugar en sobrepeso y obesidad en el concierto mundial. Es tan alta la prevalencia que ha llegado a proporciones endémicas acompañada de elevada morbilidad y mortalidad, siendo un verdadero problema de salud pública.

Hemos visto la preocupación de las autoridades de salud al haber puesto en marcha medidas informativas en los alimentos con exceso de azúcares, sodio, harinas y grasas.

Restoranes han retirado los saleros de las mesas; las universidades han implementado la licenciatura en nutrición: cada vez más personas con sobrepeso u obesidad acuden al consejo profesional de nutriólogos y nutricionistas; en los gimnasios aumenta la clientela.

Las dietas de bajas calorías abundan en las redes sociales con resultados muy pobres; más, no obstante, en la curva epidemiológica (y en la curva del abdomen prominente) no se observa que tienda a reducirse.

Sabemos que la obesidad es multifactorial, entre los desencadenantes hay factores genéticos, metabólicos y producidos por disfunciones o enfermedades que merecen capítulo aparte. En mi opinión una causa a la que hay que poner más atención para el éxito en el manejo y tratamiento, es el factor psicológico. Brennan & Col., sin generalizar, demuestran que la obesidad está asociada con el aumento de afectos negativos lo cual se refleja en angustia, ira, disgusto, miedo y vergüenza, asociación que es atenuada u ocultada por la enfermedad física. Es decir, que los factores psicológicos como la ansiedad, la depresión, el consumo excesivo de alcohol juegan un papel importante en desencadenar la hiperfagia.

Se acaba el espacio, terminemos con una sentencia de Julia Farré.

“Cuando se dice la típica frase “somos lo que comemos” no solamente hace referencia al proceso de nutrición y salud sino también a nuestra manera de ser y hacer (…) A través de la alimentación, expresamos en parte quién somos y nuestro estilo de vida y valores se ven reflejados en ella”.

P. S. El lema de este año del Día Mundial de la Obesidad (4 de marzo) de la OMS es “Hablemos de obesidad”

flokay33@gmail.com