/ miércoles 28 de febrero de 2024

La Muerte del Cisne

A Isabel, en el esplendor de tu juventud, que el violín que tocas con amor y maestría sea el camino que te lleve a una vida colmada de éxitos y bendiciones.

En la antigüedad, los griegos y los romanos creían que los inventores de la música eran los animales y en particular las aves los maestros del hombre primitivo cuando empezó a imitarlos creando las primeras melodías. Lo que sí es verdad es que la naturaleza, los seres vivos, vegetales y animales son fuente de inspiración de cualquier actividad artística. En el lado musical, el sonido, la figura, el color, el vuelo de las aves ha sido como una musa para componer obras musicales que han trascendido para permanecer en el gusto de los melómanos. Sobran muestras, veamos algunas. En el mismo año de su muerte, Mozart compuso La Flauta Mágica, la última ópera del insigne pianista austriaco donde el personaje Paganeno, el pajarero u hombre pájaro juega importante rol (recomiendo escuchar el aria “La reina de la noche” si es posible con la soprano Sumi Jo). En la obra para música de cámara más conocida de Franz Schubert, el quinteto formado de piano, violín, viola, violonchelo y contrabajo lleva el nombre de La Trucha. Serguéi Prokofiev en la composición dedicada a los niños, Pedro y el Lobo, el narrador resalta al cánido salvaje.

No podemos omitir la obra maestra de ballet clásico de Tchaikovsky El lago de los cisnes, donde cuenta la historia del príncipe Sigfrido. Sin olvidar El vuelo del abejorro de Rimski-Korsakov, parte de la ópera La historia del zar Saltán, basada en una leyenda rusa, donde el zar se casa con una doncella que convierte en princesa, cuyas envidiosas hermanas traman un plan para matarla. Otra pieza de mencionar es el poema sinfónico el Cisne de Tounela del compositor finlandés Jean Sibelius.

Entre las composiciones que hacen referencia al reino animal, destaca el Carnaval de los Animales de Camille Saint-Saëns, una sinfonía arreglada en 14 partes donde los instrumentos interpretan la “voz” de cada uno de los animales que le dan título a cada fracción en que imitan a un gallo, un elefante, un canguro, burro, cordero, etc. Concebida como divertimento con la intención de ridiculizar a los intérpretes y compositores de la época, para no dañar su prestigio una vez que fue presentada, Saint-Saëns, prohibió que se volviera a ejecutar mientras él viviera con una excepción, la parte número 13, El Cisne, una pieza que evoca sutilmente el mundo acuático en la figura de un cisne que Michel Fokine la convirtió en ballet de extraordinario clasicismo y belleza asombrosa en que una bailarina es el majestuoso animal acuático para lo cual, el bailarín y coreógrafo ruso nacionalizado estadounidense trabajó en este cuadro de danza con la famosa bailarina Anna Pávlova.

Existen dos versiones que la inspiraron, una, la más aceptada, es de un cisne herido de muerte y la otra, sabiendo que los cisnes son animales de una sola compañera en toda su vida, es un símbolo de fidelidad aún después de la muerte de su pareja en donde el ave desfallece de tristeza hasta morir. Una pieza de pocos minutos de duración favorita de las grandes estrellas de la danza clásica.

En el aspecto musical, el instrumento que más luce es el violonchelo. En mi opinión, el violín puesto en manos de un músico capaz, dándole al arco el temple y el ritmo en los movimientos vertical y horizontal en el “legato”, en el “son filé”, los “detaché”, “foutté”, “spiccato cantábile”, etc. la melodía brota con pasmosa sonoridad que complace al oído más exigente.

flokay33@gmail.com

A Isabel, en el esplendor de tu juventud, que el violín que tocas con amor y maestría sea el camino que te lleve a una vida colmada de éxitos y bendiciones.

En la antigüedad, los griegos y los romanos creían que los inventores de la música eran los animales y en particular las aves los maestros del hombre primitivo cuando empezó a imitarlos creando las primeras melodías. Lo que sí es verdad es que la naturaleza, los seres vivos, vegetales y animales son fuente de inspiración de cualquier actividad artística. En el lado musical, el sonido, la figura, el color, el vuelo de las aves ha sido como una musa para componer obras musicales que han trascendido para permanecer en el gusto de los melómanos. Sobran muestras, veamos algunas. En el mismo año de su muerte, Mozart compuso La Flauta Mágica, la última ópera del insigne pianista austriaco donde el personaje Paganeno, el pajarero u hombre pájaro juega importante rol (recomiendo escuchar el aria “La reina de la noche” si es posible con la soprano Sumi Jo). En la obra para música de cámara más conocida de Franz Schubert, el quinteto formado de piano, violín, viola, violonchelo y contrabajo lleva el nombre de La Trucha. Serguéi Prokofiev en la composición dedicada a los niños, Pedro y el Lobo, el narrador resalta al cánido salvaje.

No podemos omitir la obra maestra de ballet clásico de Tchaikovsky El lago de los cisnes, donde cuenta la historia del príncipe Sigfrido. Sin olvidar El vuelo del abejorro de Rimski-Korsakov, parte de la ópera La historia del zar Saltán, basada en una leyenda rusa, donde el zar se casa con una doncella que convierte en princesa, cuyas envidiosas hermanas traman un plan para matarla. Otra pieza de mencionar es el poema sinfónico el Cisne de Tounela del compositor finlandés Jean Sibelius.

Entre las composiciones que hacen referencia al reino animal, destaca el Carnaval de los Animales de Camille Saint-Saëns, una sinfonía arreglada en 14 partes donde los instrumentos interpretan la “voz” de cada uno de los animales que le dan título a cada fracción en que imitan a un gallo, un elefante, un canguro, burro, cordero, etc. Concebida como divertimento con la intención de ridiculizar a los intérpretes y compositores de la época, para no dañar su prestigio una vez que fue presentada, Saint-Saëns, prohibió que se volviera a ejecutar mientras él viviera con una excepción, la parte número 13, El Cisne, una pieza que evoca sutilmente el mundo acuático en la figura de un cisne que Michel Fokine la convirtió en ballet de extraordinario clasicismo y belleza asombrosa en que una bailarina es el majestuoso animal acuático para lo cual, el bailarín y coreógrafo ruso nacionalizado estadounidense trabajó en este cuadro de danza con la famosa bailarina Anna Pávlova.

Existen dos versiones que la inspiraron, una, la más aceptada, es de un cisne herido de muerte y la otra, sabiendo que los cisnes son animales de una sola compañera en toda su vida, es un símbolo de fidelidad aún después de la muerte de su pareja en donde el ave desfallece de tristeza hasta morir. Una pieza de pocos minutos de duración favorita de las grandes estrellas de la danza clásica.

En el aspecto musical, el instrumento que más luce es el violonchelo. En mi opinión, el violín puesto en manos de un músico capaz, dándole al arco el temple y el ritmo en los movimientos vertical y horizontal en el “legato”, en el “son filé”, los “detaché”, “foutté”, “spiccato cantábile”, etc. la melodía brota con pasmosa sonoridad que complace al oído más exigente.

flokay33@gmail.com