/ domingo 19 de noviembre de 2023

Nabucco

“A pesar de las ilusiones nacionalistas, e incluso marxistas. Toda la historia del mundo es la historia de la humanidad”. Albert Camus

El hombre primitivo encontró en su propia voz y en su entorno que la música era parte integrante de su ser. Sonidos con virajes de tono y ritmo producidos en maderos y huesos hasta que descubrió el poder de su aliento en artefactos huecos como el caracol o un trozo de carrizo o bambú, para con el tiempo idear un sinfín de instrumentos hasta llegar a los aparatos electrónicos de nuestra época, que, por cierto, las orquestas sinfónicas prefieren los sonidos de instrumentos que tañe el hombre, algunos muy complejos, pero al fin hacedores de sonidos naturales. Vicisitudes que demuestran que desde el homo sapiens hasta nuestros días, la relación de la música con la especie humana ha sido la constante y seguirá al infinitum.

Víctor Hugo, que además de dramaturgo, poeta y novelista romántico fue un gran pianista, nos dice, “la música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio” que relaciono con la creación del artista espoleado por lo que ve, lo que oye lo que siente o lo que ama para mostrar su arte, agregando, además, algunas producciones basadas en algún argumento extramusical, o sea música programática a diferencia de la música pura o abstracta sin la interferencia de una base ajena lo musical. A la música de programa sumamos la cantata, el lied, la ópera, el oratorio, la misa, etc. Puesto que son determinados por un texto y quedan fuera del lenguaje puramente musical.

Otra fuente de inspiración es el mito, la leyenda y la historia para lo cual regresamos al año 587 A.C. en la época del rey de Babilonia, Nabucodonosor II cuando ataca a Jerusalén y somete a familias enteras, ricas, poderosas y educadas para esclavizarlos. “Jerusalén es sitiada y tomada por Nabucodonosor… Muchos del pueblo de Judá son llevados cautivos a Babilonia…” (Los Reyes, Capítulo 24) Historia legendaria plasmada en la obra literaria “Nabucodonosor” de Anicète Bourgeois y Francis Cornue de donde Temistocle Solera toma para el libreto de la ópera Nabucco, la tragedia lírica con música de Giuseppe Verdi.

Nabucco cuenta las congojas del pueblo de Israel y la expatriación del pueblo hebreo por Nabucodonosor II donde relata la opresión de los babilónicos hacia un pueblo unido que defiende su identidad como descendientes del Judá, hijo de Jacob, este de Isaac hijo del patriarca Abraham.

La ópera Nabucco consta de cuatro partes. I: Jerusalén, donde destaca Fenena la hija menor de Nabucco defensora de los esclavos a través de una rehén, actitud que los babilónicos consideran traición por lo que más tarde es condenada a muerte.

II: El Impío. Cuenta con dos escenas una que describe el Palacio de Babilonia y la segunda lo que sucede en el recinto.

III: La Profecía. El Sumo Sacerdote presenta a Abigaille el decreto de muerte de judíos y Fenena, entonces, Nabucco aboga por su hija exclamando “Oh que afrenta debo soportar en mi ancianidad”

IV: El Ídolo caído. Nabucco ve que llevan a Fenena encadenada hacia la muerte.

Ópera del genial Giuseppe Verdi, más conocida por el Coro de los esclavos “Va pensiero” con significado “Ve pensamiento, sobre alas de oro” inspirada en el Salmo 137 “Super flumina Babylonis” de conmovedora letra y bellísima melodía enclavada en el tercer acto.

Ópera, donde se reúnen en coherencia la música, el canto, la historia, el drama, la literatura, la poesía, el teatro y el arte escénico.

flokay33@gmail.com

“A pesar de las ilusiones nacionalistas, e incluso marxistas. Toda la historia del mundo es la historia de la humanidad”. Albert Camus

El hombre primitivo encontró en su propia voz y en su entorno que la música era parte integrante de su ser. Sonidos con virajes de tono y ritmo producidos en maderos y huesos hasta que descubrió el poder de su aliento en artefactos huecos como el caracol o un trozo de carrizo o bambú, para con el tiempo idear un sinfín de instrumentos hasta llegar a los aparatos electrónicos de nuestra época, que, por cierto, las orquestas sinfónicas prefieren los sonidos de instrumentos que tañe el hombre, algunos muy complejos, pero al fin hacedores de sonidos naturales. Vicisitudes que demuestran que desde el homo sapiens hasta nuestros días, la relación de la música con la especie humana ha sido la constante y seguirá al infinitum.

Víctor Hugo, que además de dramaturgo, poeta y novelista romántico fue un gran pianista, nos dice, “la música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio” que relaciono con la creación del artista espoleado por lo que ve, lo que oye lo que siente o lo que ama para mostrar su arte, agregando, además, algunas producciones basadas en algún argumento extramusical, o sea música programática a diferencia de la música pura o abstracta sin la interferencia de una base ajena lo musical. A la música de programa sumamos la cantata, el lied, la ópera, el oratorio, la misa, etc. Puesto que son determinados por un texto y quedan fuera del lenguaje puramente musical.

Otra fuente de inspiración es el mito, la leyenda y la historia para lo cual regresamos al año 587 A.C. en la época del rey de Babilonia, Nabucodonosor II cuando ataca a Jerusalén y somete a familias enteras, ricas, poderosas y educadas para esclavizarlos. “Jerusalén es sitiada y tomada por Nabucodonosor… Muchos del pueblo de Judá son llevados cautivos a Babilonia…” (Los Reyes, Capítulo 24) Historia legendaria plasmada en la obra literaria “Nabucodonosor” de Anicète Bourgeois y Francis Cornue de donde Temistocle Solera toma para el libreto de la ópera Nabucco, la tragedia lírica con música de Giuseppe Verdi.

Nabucco cuenta las congojas del pueblo de Israel y la expatriación del pueblo hebreo por Nabucodonosor II donde relata la opresión de los babilónicos hacia un pueblo unido que defiende su identidad como descendientes del Judá, hijo de Jacob, este de Isaac hijo del patriarca Abraham.

La ópera Nabucco consta de cuatro partes. I: Jerusalén, donde destaca Fenena la hija menor de Nabucco defensora de los esclavos a través de una rehén, actitud que los babilónicos consideran traición por lo que más tarde es condenada a muerte.

II: El Impío. Cuenta con dos escenas una que describe el Palacio de Babilonia y la segunda lo que sucede en el recinto.

III: La Profecía. El Sumo Sacerdote presenta a Abigaille el decreto de muerte de judíos y Fenena, entonces, Nabucco aboga por su hija exclamando “Oh que afrenta debo soportar en mi ancianidad”

IV: El Ídolo caído. Nabucco ve que llevan a Fenena encadenada hacia la muerte.

Ópera del genial Giuseppe Verdi, más conocida por el Coro de los esclavos “Va pensiero” con significado “Ve pensamiento, sobre alas de oro” inspirada en el Salmo 137 “Super flumina Babylonis” de conmovedora letra y bellísima melodía enclavada en el tercer acto.

Ópera, donde se reúnen en coherencia la música, el canto, la historia, el drama, la literatura, la poesía, el teatro y el arte escénico.

flokay33@gmail.com

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