Me da mucho gusto saludarlos en este inicio del año, un año con muchos pronósticos, algunos alentadores y otros no tantos, un año de cambios, de elecciones y seguramente de muchos altibajos, sin embargo es un año de retos, y la vida amigos, gracias a Dios es de retos, y ahí radica la diferencia entre lo que queremos, podemos y logramos.
Cada inicio de año se viene una cascada de propósitos, y seguramente ya les pasó a ustedes con sus familias, amigos, colaboradores, y creemos que el generar una lista interminable, nos hará más buenos, más decididos, más exitosos o que se yo, pero no, yo estoy convencido que, entre menos cosas, pero de gran impacto, nos hará mucho más eficientes en todos los sentidos.
Cuando hacemos referencia a un propósito estamos hablando de una intención o el ánimo por el que se realiza o se deja de realizar una acción. Se trata de un objetivo que se pretende alcanzar.
Este término indica la finalidad, la meta de una acción o de un objeto. De forma habitual, se habla de “propósitos de Año Nuevo” para referirse a los compromisos a nivel personal que normalmente se hacen al comienzo del año para mejorar en algún aspecto, y aquí un gran paradigma, por qué no pensamos en potencializar en lo que somos buenos, o por qué no afianzar algo que ya tenemos, desgraciadamente los propósitos indican la intención y decisión voluntaria de corregir un error o un defecto de la persona. En este sentido, se asocia a temas de ética y moral como forma de mejorar y de promover el desarrollo personal.
En estas líneas quiero que pienses en que no solo deben de quedar en propósitos, porque al final es una intención buena; que sucede cuando ese propósito lo conviertes en un hábito, entonces cambia la perspectiva, las acciones, el ímpetu, la fuerza y entonces es cuando se logran las cosas, de nada sirve decir que iniciarás haciendo ejercicio, si no tienes el convencimiento pleno, que para hacerlo, todos los días, si todos los días te tienes que levantar a las 6 de la mañana para lograrlo, y que cada cierto tiempo tendrás que ir incrementando la duración, la rutina, y que esto se tendrá que acompañar de una buena alimentación, adicional a un buen descanso, y que tendrás que corregir muchos hábitos que hoy en día tienes, en conclusión, que no quede en un propósito, conviértelo en una hábito, cuando veas los resultados seguramente ayudará y te convencerás más fácilmente, adicional e igual de importante que estos “propósitos”, vayan encaminados a tu plan de vida, hemos hablado en varias ocasiones sobre la vida significativa, y es justamente a esto a lo que me refiero, que lo que te propongas, vaya enfocado a asegurar que tu propósito de vida se cumpla, se logre, ahora bien, no con una acción sucederá, es la suma de todas y cada una de las actividades que haces a lo largo de tu vida, lo que logrará que tu realización o tu propósito de vida se cumpla.
Si hoy estás en un lugar que no se alinee a lo que estás buscando, es el momento de tomar decisiones, y ahí es finalmente donde tu vida cambiará, así que pregúntate qué te inspira hoy, qué es eso que te mueve y adelante a buscarlo, pero no te llenes de propósitos, toma 3 o 4 que verdaderamente te harán llegar a tu mapa de vida, pero sobre todo que lograrán generar un cambio en ti. ¡Sígueme en mis redes sociales y vamos por un gran año!
