/ viernes 19 de enero de 2024

Rompiendo Paradigmas

Cuántas veces hemos oído: no te arriesgues, no vale la pena, y acaso has volteado y le has dicho a esa persona que tuvo la osadía de decírtelo, ¿Para quién no vale la pena?

Yo he sido a lo largo de mi vida una persona que toma riesgos, y que habitualmente, bajo ciertas circunstancias, hago que las personas que están a mi alrededor lo hagan, ya sea de manera familiar o laboral, considero que parte del sabor de la vida es tomar nuevos retos, afrontar situaciones pero sobre todo tomar riesgos que permitirán poner al máximo varias de nuestras capacidades, como la empatía, la resiliencia, la adaptabilidad, la creatividad, pero sobre todo tendrás un crecimiento indescriptible ante la vida.

Ya lo hablábamos anteriormente, algunas personas tienden a tomar decisiones con menor o mayor riesgo que otras. Este proceso mental es complejo, sin embargo, uno de sus rasgos más relevantes es la ecuación conocida como costo-beneficio. Debemos de cambiar la manera de pensar que no necesariamente el tomar un riesgo es peligroso, debemos de cambiar la narrativa, enfocándonos en que un riesgo puede llevar a cosas muy positivas y puede otorgarnos grandes beneficios, o bien que al menos nos dará la oportunidad de experimentar, sentir o vivir situaciones fuera de la caja.

Tomar riesgos en la vida, forma parte de una personalidad, si nunca lo has hecho, difícilmente lo harás, esta personalidad se cultiva desde niños, generalmente toma decisiones importantes todos los días. Algunas personas tienen algo diferente en su interior que hace que tomen decisiones con mayor riesgo que otras. Algunas personas están dispuestas a tomar una decisión en la cual el costo aparenta ser mayor al beneficio, si se analiza a corto plazo. Pero muchas veces es mayor el beneficio, pero esto lo sabrás hasta que tomes el riesgo. La palabra por sí sola denota una situación de peligro, pero nuevamente hazlo de manera consciente y piensa que al final, la vida está llena de riesgos, es decir hasta el cruzar una calle, implica un riesgo, en ti está la decisión de en qué parte cruzarla. Seguramente conoces a alguien que al parecer tomó una decisión, con un costo alto y poco beneficio, por ejemplo, hacer un material a muy alto costo, con un rendimiento muy bajo, y puedes pensar qué equivocado, pero ese riesgo fue tomado, porque el objetivo es ganar mercado, y no necesariamente hacer que ese producto fuera más o menos rentable. Tomar riesgos es una característica natural del comportamiento humano, algunos más frecuentes que otros, pero al final tenemos la gran oportunidad de hacerlo, en algunas oportunidades, las personas no son conscientes o no miden la consecuencia que tiene tomar una decisión riesgosa, es por ello, que vale la pena analizar siempre los distintos panoramas a los que nos podemos enfrentar, para tomar el riesgo con cierta premonición de lo que pudiera suceder y no necesariamente a ciegas. Es importante que, como padre o líder de equipos, motives a quien te rodea a tomar riesgos, estos harán la diferencia, y seguramente tendrán un resultado satisfactorio en conocimientos, experiencias y lograran el éxito buscado. Nos leemos la siguiente semana, sígueme en mis redes sociales y platícame qué riesgos has tomado y sobre todo los logros que has obtenido.

Cuántas veces hemos oído: no te arriesgues, no vale la pena, y acaso has volteado y le has dicho a esa persona que tuvo la osadía de decírtelo, ¿Para quién no vale la pena?

Yo he sido a lo largo de mi vida una persona que toma riesgos, y que habitualmente, bajo ciertas circunstancias, hago que las personas que están a mi alrededor lo hagan, ya sea de manera familiar o laboral, considero que parte del sabor de la vida es tomar nuevos retos, afrontar situaciones pero sobre todo tomar riesgos que permitirán poner al máximo varias de nuestras capacidades, como la empatía, la resiliencia, la adaptabilidad, la creatividad, pero sobre todo tendrás un crecimiento indescriptible ante la vida.

Ya lo hablábamos anteriormente, algunas personas tienden a tomar decisiones con menor o mayor riesgo que otras. Este proceso mental es complejo, sin embargo, uno de sus rasgos más relevantes es la ecuación conocida como costo-beneficio. Debemos de cambiar la manera de pensar que no necesariamente el tomar un riesgo es peligroso, debemos de cambiar la narrativa, enfocándonos en que un riesgo puede llevar a cosas muy positivas y puede otorgarnos grandes beneficios, o bien que al menos nos dará la oportunidad de experimentar, sentir o vivir situaciones fuera de la caja.

Tomar riesgos en la vida, forma parte de una personalidad, si nunca lo has hecho, difícilmente lo harás, esta personalidad se cultiva desde niños, generalmente toma decisiones importantes todos los días. Algunas personas tienen algo diferente en su interior que hace que tomen decisiones con mayor riesgo que otras. Algunas personas están dispuestas a tomar una decisión en la cual el costo aparenta ser mayor al beneficio, si se analiza a corto plazo. Pero muchas veces es mayor el beneficio, pero esto lo sabrás hasta que tomes el riesgo. La palabra por sí sola denota una situación de peligro, pero nuevamente hazlo de manera consciente y piensa que al final, la vida está llena de riesgos, es decir hasta el cruzar una calle, implica un riesgo, en ti está la decisión de en qué parte cruzarla. Seguramente conoces a alguien que al parecer tomó una decisión, con un costo alto y poco beneficio, por ejemplo, hacer un material a muy alto costo, con un rendimiento muy bajo, y puedes pensar qué equivocado, pero ese riesgo fue tomado, porque el objetivo es ganar mercado, y no necesariamente hacer que ese producto fuera más o menos rentable. Tomar riesgos es una característica natural del comportamiento humano, algunos más frecuentes que otros, pero al final tenemos la gran oportunidad de hacerlo, en algunas oportunidades, las personas no son conscientes o no miden la consecuencia que tiene tomar una decisión riesgosa, es por ello, que vale la pena analizar siempre los distintos panoramas a los que nos podemos enfrentar, para tomar el riesgo con cierta premonición de lo que pudiera suceder y no necesariamente a ciegas. Es importante que, como padre o líder de equipos, motives a quien te rodea a tomar riesgos, estos harán la diferencia, y seguramente tendrán un resultado satisfactorio en conocimientos, experiencias y lograran el éxito buscado. Nos leemos la siguiente semana, sígueme en mis redes sociales y platícame qué riesgos has tomado y sobre todo los logros que has obtenido.